Para situar la plaza del Ayuntamiento debidamente hemos de decir que aunque la misma adopta una cierta forma triangular, sus cuatro
fachadas las podríamos orientar de la siguiente manera para que pueda ser fácil su comprensión: la fachada oeste sería la que ocupa
el Ayuntamiento, mientras que la fachada este la ocuparía el edificio de correos (antigua calle Sagrario de san Francisco y el Barrio
de Pescadores). Por su lado norte se cerraría por el edificio de Generali
o lo que es lo mismo la calle San Vicente, y por el sur nos encontraríamos con el edificio de Balanzá y Telefónica (mirando hacia la calle Xátiva y la Estación del Norte).
El origen de la actual plaza del Ayuntamiento, está en el amplio solar que se originó con motivo del derribo del
Convento de San Francisco en 1891. No obstante y a pesar de todo ya en 1805 se había derribado sin permiso de los monjes
la tapia del huerto del convento, en lo que se considera un primer intento de reforma urbana en esta parte de la ciudad. La intención
de este derribo era abrir un paso entre las actuales calles de la Sangre y la calle de las Barcas sin necesidad de dar un rodeo a todo
el convento que prácticamente ocupaba casi toda la actual plaza del Ayuntamiento (hasta la altura de la actual calle de Cotanda).
En 1239 Jaime I el Conquistador concede permiso a los franciscanos para construir un monasterio extramuros de la ciudad, justo donde hoy
se encuentra nuestra plaza. En 1835 con la desamortización de Mendizábal los monjes tienen que abandonar obligatoriamente el
convento, pasando sus instalaciones a convertirse en cuartel de caballería. Por la situación de deterioro del
convento-cuartel y por otra, por razones urbanísticas, en 1891 es derribado el convento, dejando en su lugar un gran solar que
será el germen u origen de la futura plaza del Ayuntamiento de Valencia.
En este gran espacio vacío se quiso hacer un gran parque y aunque se plantaron diversos árboles, jardines y setos, a la larga no
prosperaría, y el lugar conocido como Parque de San Francisco se convertiría en un espacio donde igual se instalaba la feria de
navidad, teatros ambulantes, espectáculos circenses o vaya usted a saber. Finalmente en 1899 toma cuerpo definitivo el conocido entonces
como parque de Emilio Castelar que no dejaba de ser una versión mejorada de lo existente hasta ese momento.
En 1854 el
Ayuntamiento de la ciudad se había trasladado desde su antigua ubicación en los actuales jardines del
Palacio de la Generalitat hasta el lugar donde hoy día se encuentra y que era un establecimiento conocido como la Casa de la Enseñanza,
construido en el siglo XVII por el arzobispo Mayoral para colegio de niñas. Aunque el traslado en principio era
provisional a la larga la permanencia en el edificio se hizo definitiva y así en 1899 con el convento ya demolido se hizo con la propiedad de la Casa de Enseñanza.
En 1904 se comenzó la reforma de la antigua Casa de Enseñanza para convertirla en Ayuntamiento con la fisonomía que hoy podemos observar (a excepción del
balcón principal que se construyó a mediados del siglo XX).
A partir de este momento se empezó a gestar en la mente de nuestras autoridades municipales la construcción de una gran plaza y
a la vez centro comercial y administrativo acorde a la importancia que la definitiva ubicación del Ayuntamiento de la ciudad requería.
Para la construcción de esta gran plaza se seguirían diversos criterios: uno de ellos fue la demolición del conocido como
Barrio de Pescadores que se encontraba en el lugar aproximado donde hoy se localiza el edificio de
Correos, y que se había convertido en un lugar de gente de mal vivir: bares, prostitución y lugar de continuos altercados, siendo una zona
completamente degradada. El barrio de pescadores fue demolido en 1907, sus límites lo marcaban la actual plaza del ayuntamiento,
la calle Lauria, la calle Pascual y Genis y la calle Barcas. El lugar había sido en origen, el barrio donde se instalaron los pescadores tanto de los
que lo hacían en el mar, como los que trabajaban en la Albufera. Con el cierre de la
mancebía valenciana, las prostitutas empezaron a ocupar este barrio
llegando a convertirse en un lugar de mala fama. Con el derribo del Barrio de Pescadores, las prostitutas tuvieron que emigrar a otros lugares, siendo
el lugar escogido hasta hace no tantos años el
Barrio de Velluters.
Otro elemento a destacar fue el traslado de la antigua
estación de ferrocarril en 1917 desde su antiguo emplazamiento en el lugar que hoy ocupa
el edificio de Telefónica hasta su actual emplazamiento en la calle Játiva.
El proyecto de urbanización, ordenación o creación de una nueva plaza fue proyectada hacia 1927 por el arquitecto municipal
Javier Goerlich Lleó.
Esta ordenación de la gran plaza que tenía su origen en los solares dejados por el antiguo convento, tuvo como ejes principales, en su lado norte,
el derribo en 1929 de los edificios que formaban la conocida como Bajada de San Francisco (Devallada de Sant Francesc) y que
en realidad era una calle que desembocaba en la conocida entonces como plaza de San Francisco. El
nombre de Bajada de San Francisco le venia porque la calle hacia una suave pendiente en dirección a la plaza.
La Bajada de San Francisco era una calle que corría paralela aproximadamente entre donde hoy día se encuentra el pasaje Ripalda
en la calle San Vicente y la calle Barcelonina. Se trataba de una calle con edificios antiguos pero al mismo tiempo con muchos comercios,
restaurantes, fondas y hoteles de larga tradición. Esta vía ponía en comunicación la calle San Vicente Mártir
con la entonces plaza de San Francisco (hoy del Ayuntamiento).
El nombre de esta calle era conocida Devallada de Sant Francesch al menos desde 1663.
Esta populosa calle era además camino de paso entre el centro histórico de la ciudad (Catedral y Basílica) y la calle Játiva, con dirección al barrio de Ruzafa, la plaza de
toros y la estación del norte. Por la bajada de san Francisco, la plaza homónima y las actuales calles de "Paseo de Ruzafa" y "Ribera" (esta última conocida hasta 1872 como
Nueva de Pescadores) se llegaba a la conocida como ronda interior, consecuencia del derribo de las murallas en 1865.
Aunque un poco fuera de los límites de la Bajada de San Francisco, podíamos encontrar uno
de los establecimientos con más solera y más larga tradición de la zona,
era el Hotel España, más conocido como Fonda España, situado en la plaza del
Ayuntamiento esquina calle Barcas. Sobre su solar hoy se levanta un moderno y horrible edificio metálico. La Fonda España había sido inaugurada
en 1899 con el nombre de Hotel Universal y finalmente cayó victima de la piqueta en 1961. Sus instalaciones contaban con las últimas novedades
de la época, que sin ser muchas, si lo eran para la época en que fue construido. La Fonda España sigue siendo actualmente un icono arquitectónico
desaparecido de la plaza del Ayuntamiento.
Otro espacio que se abrió para la apertura de la nueva plaza consistió en la desaparición de la conocida como
plaza de los Cajeros (dels Caixers) que vendría a estar aproximadamente en el lugar que hoy ocupa el espacio comprendido
entre la calle San Vicente, la embocadura de la avenida de María Cristina y la propia plaza del Ayuntamiento.
Tal vez nos sirva como punto de referencia el pasaje Ripalda
que se encontraba y se encuentra en el citado espacio.
Además se derribó el palacio del marqués de Jura Real (entre las calles Cotanda y en LLop) y la
desaparición de las calles Culla y Juan Lorenzo que permitió la apertura de la actual calle de Periodista Azzati.
De la unión de estos tres espacios, el parque de San Francisco (convento de San Francisco), la Bajada de San Francisco y la plaza dels Caixers surgiría el amplio
espacio que hoy ocupa la actual plaza del Ayuntamiento y que adopta forma triangular.
Todas estas actuaciones fueron realizadas entre 1927 y 1933 por los diversos alcaldes de la ciudad, pero destacando sobre todos
ellos la figura de Carlos Sousa Álvarez de Toledo, marqués de Sotelo (* Valencia 1862 † 1937) que sería alcalde durante el periodo de 1927 a 1930.
El marqués de Sotelo fue el gran impulsor de la creación de esta nueva plaza, para lo cual fomentaría la construcción de diversos edificios
monumentales y la creación de grandes comercios por grandes terratenientes y burgueses valencianos. Aunque justo es reconocer que ya
desde principios del siglo XX la construcción de edificios había comenzado, pero sería en el corto espacio entre 1927 y 1936 cuando
se completaría el conjunto más importante de edificios que envuelve el perímetro de la actual plaza del Ayuntamiento.
Entre los establecimientos hoy desaparecidos pero que se situaban en esta peculiar calle-bajada de San Francisco podíamos encontrar:
• Mesón de San Antonio reconvertido en Hotel Valencia
• Hospedería La Esmeralda
• Relojería de Juan Bautista Carbonell Domenech († Valencia 18-03-1932)
(Bajada de San Francisco nº 15 y 17). Este establecimiento debe su fama por la venta de un reloj-despertador
llamado Cudolet a un precio económico en una época en que tener reloj era casi un lujo. También Juan B. Carbonell estaba al cargo del mantenimiento del reloj
del Miguelete. A él se atribuye (con poco fundamento) el salvamento de la escultura conocida
como " el nano del carrer En LLop". La tienda cerró hacia 1930/31 cuando los edificios de esta calle
fueron derribados para abrir la actual plaza del Ayuntamiento.
• Café España
• Fábrica de guitarras de Salvador Ibáñez (Bajada de San Francisco nº 23). Abrió la tienda en 1892 en la calle Ruzafa y algunos años después se trasladó a este nuevo
lugar. Cerró sus puertas en 1929 al ser el edificio demolido para ampliar la plaza del Ayuntamiento. La tienda aún funcionó unos pocos años en otro emplazamiento
pero en 1935 desapareció absorbida por otra empresa. Sus guitarras tuvieron alcance internacional, en Japón todavía las guitarras de Salvador Ibález son un referente
en la cultura musical japonesa.
• Café Suizo
y otros también famosos en la antigua plaza de San Francisco:
• Fotografo Julio Derrey (Plaza San Francisco nº 7).
Otro punto a destacar son los diversos nombres que ha tenido la plaza.
Desde 1423 se tiene constancia del nombre de plaza de San Francisco hasta que en 1840 cambia su nombre por el de General
Espartero. En 1843 vuelve a cambiar de nombre por el de Isabel II y en 1868 por el de plaza de la Libertad. En 1874 vuelve a recuperar
su nombre de plaza de San Francisco para volverlo a perder en 1899 en que pasa a llamarse de Emilio Castelar que había sido
presidente de la I república española. Este nombre tuvo bastante aceptación pero al finalizar la guerra civil en 1939 perdió su nombre
para llamarse plaza del Caudillo. Este nombre perduraría hasta la finalización de la dictadura y así en 1979 pasó a llamarse plaza del
País Valenciano, nombre efímero que no llegó a cuajar entre la población. En 1987 se volvió a cambiar su rótulo esta vez parece ser que
con carácter definitivo por el de plaza del Ayuntamiento nombre que ostenta en la actualidad.
1423 - 1840 | Plaza de San Francisco |
1840 - 1843 | Plaza del General Espartero |
1843 - 1868 | Plaza de Isabel II |
1868 - 1874 | Plaza de la Libertad |
1874 - 1900 | Plaza de San Francisco |
1900 - 1939 | Plaza de Emilio Castelar (desde el 11-02-1900) |
1939 - 1979 | Plaza del Caudillo |
1979 - 1987 | Plaza del País Valenciano |
1987 - actual | Plaza del Ayuntamiento |
En cuanto al embellecimiento de la plaza podemos encuadrarla en tres apartados: en el
entorno urbanístico de la plaza
con la construcción de grandes edificios, la instalación de elementos decorativos y funcionales como son fuentes,
esculturas y un mercado de venta de flores que con diversas características aun perdura, y un tercer elemento muy importante la
propia reforma interior de la plaza con el fin de darle un uso apropiado a la envergadura del entorno y la importancia de la misma.
1903 - 1931 escultura del pintor Ribera.
En 1903 se colocó en la plaza la estatua del
pintor Ribera que fue trasladada desde su emplazamiento frente al
Palacio del Temple
donde se encontraba desde 1888. En 1931 fue retirada y vuelta a colocar en la plaza de Teodoro Llorente junto al
Palacio del Temple donde hoy continúa. La escultura se encontraba aproximadamente a la altura de la actual escultura dedicada a
Francesc de Vinatea.
1909 - 1933 fuente del marqués del Campo.
En 1909 el Ayuntamiento decidió la colocación en el centro de la plaza (frente al Ayuntamiento) de una gran
fuente dedicada al marqués de Campo, la conocida como fuente del marqués de Campo que hoy día se
encuentra en los jardines de la Gran Vía Marqués del Turia a la altura de la plaza Canovas del Castillo.
La misma fue retirada en 1933 a consecuencia de las obras de remodelación de la plaza
que el arquitecto municipal
Javier Goerlich Lleó iba a llevar a cabo en el centro de la plaza.
1964 - 1983 escultura de Francisco Franco.
El 1 de abril de 1964 se colocó la estatua de
Francisco Franco obra del escultor valenciano José Capuz Mamano, para celebrar los 25 años de finalización de la guerra civil,
siendo retirada en 1983 y en su lugar colocada en 1993 una escultura dedicada a
Francesc de Vinatea que es la que permanece hoy día en la plaza.
Puestos de venta de flores.
El 6 de junio de 1924 se inauguraron diversos puestos de venta de flores conocidos como de estilo japonés por tener sus tejados forma de seta y
darles un cierto aire oriental. Las bases sin embargo se adornaban con paneles de cerámica de Manises.
Los puestos de flores venían de la antigua plaza de la Pelota hoy conocida como de Mariano Benlliure. Estos puestos de flores todavía continúan en la plaza después de
un largo periplo y por supuesto con un radical
cambio en la forma de los puestos que en nada recuerdan a sus formas originales. Los puestos de flores japoneses desaparecieron en 1933 con la
remodelación de la plaza realizada por el arquitecto Javier Goerlich, en cuyo proyecto se incluía un nueva mercado de flores subterráneo.
En 1962 se colocó una gran
fuente circular a la altura de la calle de las Barcas, que junto con la estatua de Francesc de Vinatea que ya
hemos mencionado son los dos únicos elementos decorativos que tenemos en la plaza en la actualidad.
1933 - 1961 plataforma elevada conocida como "la tortada de Goerlich" y el mercado de flores.
En cuando al tercer apartado de importancia que hemos citado; es la reforma de la propia plaza y la creación del mercado
de flores subterráneo. La reforma fue encomendada a Javier Goerlich Lleó entonces arquitecto municipal y que además también se había encargado de
muchos de los edificios que se levantan en la plaza. El mercado de flores subterráneo fue inaugurado el 28 de enero de 1933 coincidiendo con el
5º aniversario de la muerte de Vicente Blasco Ibáñez, aunque las obras en superficie aún tardarían bastante tiempo en ser finalizadas.
La reforma efectuada entre 1927 y 1933 consistió básicamente en elevar cerca de cuatro metros el centro
de la plaza, y realizar un espacio subterráneo en donde se instalaron los puestos de flores que hasta entonces
estaban en la superficie (el llamado mercado de las flores). Se colocó en el subterráneo una fuente para dotar de agua potable a las floristas,
fuente que hoy día se encuentra en el paseo del Llano de la Zaidía. Este espacio sobreelevado era conocido
como la "tortada de Goerlich" y a él se accedía mediante
unas escalinatas que rodeaban todo el perímetro sobreelevado. Sobre la plataforma tres grandes fuentes, una por cada provincia
que formaban la entonces llamada Región Valenciana. Un gran óculo central rodeado por una balaustrada asomaba al interior del subterráneo y
permitía la aireación y la luminosidad del mismo.
Esta reforma muy criticada y tambien muy alabada por otros fue eliminada hacia 1961, dejando en su lugar un gran espacio
central vacío que en la actualidad es utilizado básicamente para la colocación de las mascletás en tiempos de fallas. La
reforma de este gran espacio central hoy totalmente desaprovechado es tal vez una de las asignaturas pendientes que
tiene la plaza. Los puestos de flores que se encontraban en el subterráneo volvieron a la superficie y en época reciente se les ha
dotado de unos nuevas estructuras para la venta de flores siguiendo un plan pre-establecido de compra de mobiliario urbano para toda la ciudad de Valencia.
Con la desaparición de la "tortada de Goerlich" y el espacio vacío dejado en su lugar, el aspecto de la plaza quedó pendiente de resolución, sin encontrar forma adecuada ni
interés en resolverlo. En 2021 se ha procedido a un remodelación blanda de la plaza con la peatonalización de algunos trozos de la plaza, pero que ha vuelto a dejar pendiente
la necesaria urbanización.
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