La primera Estación de Ferrocarril que tuvo la ciudad de Valencia fue construida en el año 1851 por los ingenieros
James Beatty (inglés) y Domingo Cardenal Gandasegui (* Vitoria 1825 † Barcelona 1901)
y llevaba por nombre Estación del Norte. Era un edificio de corte clásico, con un pórtico en cada extremo y cuatro
columnas dóricas en cada uno de ellos. El 21 de marzo de 1852 se inauguró en la ciudad el primer ferrocarril de
Valencia. Su recorrido en un primer momento enlazaría Valencia con el Grao, aunque dos años después el trayecto alcanzaría Játiva.
En 1917 con la inauguración de la actual Estación del Norte, esta vieja fabrica sería derribada.
El lugar de emplazamiento de esta vieja estación se situaba en la actual Plaza del Ayuntamiento, concretamente
sobre los huertos y el cementerio que formaban parte del antiguo
Convento de San Francisco que en la plaza se ubicaba. Los talleres, cocheras y muelles quedaban sin embargo extramuros de la ciudad aunque a pocos
metros de la estación. La estación ocuparía aproximadamente el lugar donde hoy se sitúa
el edificio de Telefónica y el edificio de La Equitativa que por aquel entonces se encontraba intramuros por no haberse comenzado la demolición de las
murallas de la ciudad; esta demolición tuvo lugar en 1865.
La actual Estación del Norte declarada Monumento Histórico Artístico en 1961, nació como
la «Estación de Ferrocarriles de la Compañía del Norte», de donde recibe su nombre y
fue proyectada en 1906 por el arquitecto valenciano
Demetrio Ribes Marco. La fecha de inicio de las obras fue el 2 de agosto de 1906, siendo inaugurada el 8
de agosto de 1917.
Se da la circunstancia curiosa que mientras duraban las obras de construcción de esta nueva estación,
los trenes atravesaban su fachada a través de dos puertas abiertas en la misma, ya que su destino final hasta tanto estuviera
construida la nueva estación, era la
vieja fabrica situada en la actual plaza del Ayuntamiento. El terminal de viajeros fue realizado en 1909.
También en el terreno de las anécdotas podemos indicar que antes de la inauguración, el vestíbulo de la estación fue utilizado como sede
de la 1ª Feria Muestrario de Valencia inaugurada el 10 de mayo de 1917 ya que en sus primeras ediciones no
tenían local de exposición propio.
El edificio consta de dos naves paralelas a las vías y una tercera que conforma la
fachada principal del edificio. En la estación
la decoración es determinante, con piezas cerámicas de brillantes coloridos, tanto en su
exterior como en el interior, donde hay mosaicos, azulejos, trencadís etc., con motivos emblemáticos
regionalistas y productos de la huerta valenciana, destacando sobre todos ellos la naranja.
Resulta muy interesante el edificio de la estación, de estilo modernista, que constituye por tanto una
alegoría de la huerta valenciana. Mosaicos con mujeres ataviadas con el traje típico valenciano y guirnaldas
de naranjas y otros productos agrícolas decoran sus fachadas exteriores. En el interior, en su
lujoso vestíbulo, la madera noble y los mismos mosaicos dan la bienvenida en todos los idiomas a todos los viajeros.
Así encontramos la frase "Buen Viaje" en
nueve idiomas:
español,
ruso,
alemán,
griego,
italiano,
árabe,
inglés,
portugués, y
otro desconocido,
expresados sobre artísticos trencadís enmarcados en las
pilastras y muros del zaguán. Es la estación punto de referencia monumental y representativo de la ciudad.
Su
cubierta interior, obra del ingeniero Enrique Grasset Echevarria, es una gran bóveda elevada sobre una estructura metálica con apoyos
articulados. Constituyó en su época un verdadero alarde tecnológico, cubriendo una luz
de 45 metros. Su estilo se adscribe al movimiento modernista, dentro de la corriente
denominada “Sezesión Vienesa”. La estructura fue realizada en los talleres madrileños del ingeniero y traída a nuestra ciudad donde
fue montada y colocada en la estación por Grasset hacia 1916. Esta cubierta dispone de un lucernario central que sirve indistintamente para
la entrada de luz como para la ventilación de la estación.
La fachada principal se organiza con un pabellón central y dos cuerpos en los extremos que sobresaliendo de la línea de la fachada, se elevan en
altura en forma de torreones. El cuerpo central es el acceso principal del edificio que se alinea con la estructura abovedada que protege la playa
de vías.
La fachada articulada en dos plantas, combina
en su composición vanos adintelados, molduras, pilastras y elementos de inspiración clásica.
En ella destacan abundantes detalles
decorativos y coloristas, con numerosas piezas cerámicas que reproducen distintos tipos
de
adornos florales y abundancia de escudos de la Compañía del Norte y de la Ciudad de Valencia. La puerta
del primitivo acceso se decora con
dos paneles cerámicos diseñados por el pintor José
Mongrell Torrent (* Valencia 1870 † Barcelona 1937) y ejecutados en cerámica por la empresa
Maumejean Hnos de Madrid. Reciben los nombres de "Guardesa de Día" y Guardesa de Noche".
En el ático del cuerpo central podemos ver, la imagen
corporativa representando al
mundo bajo un águila simbolizando la velocidad.
A la fachada le precede un gran patio descubierto, cerrado por una verja de estilo vienés que separa la estación de la concurrida
calle donde se ubica.
Destaca también la exuberante decoración del vestíbulo, con un minucioso
diseño de las taquillas y arrimaderos de madera, con incrustaciones de mosaico y
decoraciones cerámicas con abundancia de trencadís, azulejos troceados,
revestimiento de paredes y techos formando un conjunto de singular belleza.
Destacan las dos columnas exentas revestidas de mosaico de azulejo y capiteles de mayólica con detalles vegetales y frutales. La techumbre está formada
por vigas metálicas cubiertas de madera separadas por bovedillas decoradas con trencadís.
Los mosaicos y decoración cerámica salieron de la
fábrica de "La Ceramo" de Benicalap.
Uno de los elementos destacables de la decoración de la estación es la presencia de estrellas de cinco puntas que
era el emblema de la Compañía de Ferrocarriles del Norte
Y también, y sin genero de dudas la sala que en su día estuvo dedicada a
cafetería y que después de muchos años cerrada ha vuelto a ser reabierta, rebautizada con el nombre de
"Sala de Mosaicos". Es de lo mejor de la Estación del Norte. Esta sala se compone de varios paneles cerámicos con escenas alusivas a la riqueza agrícola
valenciana, sus paisajes y costumbres. Detalles como la Albufera, las barracas valencianas, los palmerales y el Miguelete entre otros.
También el techo con una cubierta
plana, se cubre todo él con la técnica del trencadís con motivos geométricos y grecas.
Los paneles van
firmados por el pintor y ceramista
Gregorio Muñoz Dueñas (* Málaga † 1929) y
por la empresa Valencia Industrial de Burjassot, cuyos nombres podemos ver en el panel principal que centra la figura de una
mujer vestida de valenciana con el escudo de la ciudad y el Miguelete de fondo. A título anecdótico podemos decir que el
retrato de esta mujer corresponde a
Josefina Momblanch Llopis, cuñada que fue de Demetrio Ribes, arquitecto de la estación.
La Estación del Norte en el recuerdo
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