Palacios y casas nobles de Valencia
Palacio del marqués de Campo
(Museu de la Ciutat) Plaza del Arzobispo nº 3

Cerrando la plaza del Arzobispo por su lado norte se halla el palacio del marqués de Campo, hoy sede del Museo de la Ciudad. También es conocido como palacio de los condes de Berbedel, por ser estos sus últimos propietarios desde finales del siglo XIX. El edificio se remonta al siglo XVII, pero apenas o nada queda de elementos originales, ya que en el siglo XIX el marqués de Campo procedió a una completa remodelación. De sus antiguos propietarios o de quien lo mandó construir nada se sabe, aunque se cita como uno de sus propietarios a los duques de Villahermosa (linaje Gurrea de Aragón). En el plano del padre Tosca realizado en 1704 ya figura reflejado el edificio con una planta parecida a la actual.

En 1814 el palacio fue arrendado por su entonces propietario, a las autoridades militares para que establecieran en él, la Capitanía General de Valencia, pues el Palacio del Real que era donde tenía su sede había sido demolido en 1810. La Capitanía General ocupó el palacio entre 1814 y 1850 cuando sus instalaciones se trasladaron al desamortizado convento de santo Domingo.

Hacia 1857 el palacio fue adquirido por José Campo y Pérez (futuro marqués de Campo) activo empresario y alcalde de Valencia (entre 1843 y 1847), quién instaló allí su residencia y la sede social de sus numerosas empresas, llevando a cabo importantes reformas en el interior, cambiando la fisonomía de la fachada principal y ampliando la superficie del palacio con la compra de las casas adyacentes en la actual calle de la Lllimera. Todas estas obras fueron llevadas a cabo por el maestro de obras Manuel Ferrando Mora.

José Campo Pérez vende en 1875 el palacio al industrial Santiago García y este a su vez en 1880 al X conde de Berbedel, don José Prat Bucelli, casado en 1884 con Sofía Dasí Puigmoltó hija del marqués de Dos Aguas. El conde de Berbedel colocará los escudos heráldicos en la fachada con las armas de los Prat, Bucelli, Dasí y Puigmoltó y sobre ellos la corona condal. También podemos encontrar las armas familiares en las cuatro pechinas de la cúpula que cierra el hueco de la escalera principal.

En 1937 el palacio fue confiscado por el gobierno republicano y utilizado como sede del Ministerio de Sanidad y Asistencia Social. Por entonces el gobierno de la república se había trasladado a Valencia de forma provisional y la plaza donde se encuentra el palacio era llamada plaza de los Trabajadores. Al finalizar la guerra fue devuelto a sus legítimos propietarios quienes lo vendieron al ayuntamiento de Valencia en 1973. Su último propietario fue don Federico de Prat y Dupuy de Lome, XIII vizconde de Viota de Arba y nieto del X conde de Berbedel.

El ayuntamiento declara el palacio como Bien de Relevancia Local en 1973 y de carácter provincial en 1982. Bien de interés cultural en 5 de octubre de 2007.

En 1989 después de una costosa y profunda rehabilitación, el palacio de los condes de Berbedel, pasó a denominarse palacio del marqués de Campo y puesto en uso como sede del Museo de la Ciudad, siendo inaugurado con ese fin el 3 de noviembre de 1989. En él se exponen obras del patrimonio valenciano que hasta entonces se hallaban dispersos por distintos edificios y en el propio ayuntamiento. También es usado como sala de exposiciones temporales.


La fachada principal se compone de un cuerpo central en el cual se abren dos grandes puertas adinteladas con los escudos de la familia Prat-Bucelli y Dasí-Puigmoltó. Ambas puertas se cierran por unas grandes cancelas de hierro. Este cuerpo central fue realizado en 1857 a instancias del marqués de Campo por el maestro de obras Manuel Ferrando quien le dio un carácter clasicista. Dispuso un doble balcón corrido central y los vanos los remató con frontones triangulares. Como remate central superior un gran frontón curvo con balaustrada y adornos piramidales.

Flanquean este cuerpo central dos torres que corresponden a la anterior fábrica, las cuales mantienen algunos elementos barrocos. En lo alto de las torres podemos ver como elementos decorativos propios del marqués, emblemas alusivos al comercio, el caduceo y la antorcha sostenidos por niños y que fueron colocados por el marqués de Campo en referencia a su actividad comercial e industrial.

Las portadas dan acceso a un pequeño zaguán cubierto, separado del patio interior por dos arcos rebajados realizados en ladrillo. El patio de planta rectangular, se cierra en cada uno de sus lados por tres series de arcadas de medio punto entre pilastras toscanas que distribuían el paso a las distintas dependencias de la planta baja.

El edificio se articula en semisótano, planta baja con patio interior descubierto, entresuelo, planta noble y dos plantas altas. A la derecha del zaguán, un vestíbulo da paso a una escalera de estilo Luís XV, de tres tramos. Esta sube al primer piso o planta noble, en el que encontramos diferentes salones, cada uno de ellos con un estilo decorativo que les daba nombre, si bien hoy en día están desprovistos del mobiliario y decoración original. Es de destacar que los últimos propietarios del palacio se llevaron hasta las chimeneas que existían en las distintas salas del palacio. Así podíamos encontrar la sala árabe (llamada así por el estilo mudéjar de sus puertas), el salón de baile o de honor, el salón imperio, el salón de armas, el salón Luis XV, y el salón Fumoir en el que todavía podemos ver el techo decoración original de estuco con motivos relativos al mundo vegetal y cuatro medallones pintados en los ángulos con alegorías de las cuatro estaciones.



A destacar la cúpula de media naranja con tambor de ocho vanos apoyada sobre pechinas que cierra el hueco de la escalera principal, cúpula muy amplia y decorada con finos esgrafiados barrocos del siglo XVII, ya que en la misma se puede leer la fecha 1669. En las pechinas podemos observar los mismos escudos que ya hemos visto en la puerta principal de entrada desde la calle.

También hay que destacar la estancia conocida como la "serre", en origen acristalada como si se tratara de un invernadero, y que alberga los ocho lienzos que José Vergara Gimeno realizó para la capilla de santa Rosa de Lima en la Real Casa de Enseñanza (hoy actual Ayuntamiento de la ciudad). A su lado encontramos la capilla del palacio también rehabilitada y de estilo clasicista.

La capilla es una sala rectangular alargada con un retablo al fondo dedicado a san José, obra de Manuel Rodríguez y copia del original que se ha perdido. Se cubre con una bóveda de medio cañón decorada profusamente en estilo académico.

Actualmente el museo alberga importantes colecciones que nos ilustran sobre la historia de nuestra ciudad, desde la fundación romana hasta mediados del siglo XIV en que Valencia efectúa el tránsito hacia una gran urbe. También dispone de una importante colección de arte del siglo XX de autores valencianos, especialmente de pintura. En sus salas se alberga la colección de pesas y medidas donadas por el conde Trénor, la colección Martí Esteve y la colección comprada al periodista Adolfo de Azcarraga Vela (* Madrid 04-01-1911 † Valencia 13-06-1999).

En el patio descubierto podemos encontrar cuatro esculturas sobre pedestales, todas ellas obras de Giacomo Antonio Ponzanelli (* Massa, Italia 1654 † Génova, Italia 1735) que proceden originalmente del desaparecido huerto de Pontons (Hort de Pontons) en Patraix. La alquería de Pontons o huerto de Pontons, era una finca de recreo con una gran zona ajardinada propiedad del canónigo de la catedral Antonio Pontons García († Rubielos Bajos, Cuenca 18-11-1706). Pontons hombre adscrito a la corriente ilustrada era un gran aficionado al arte, así sufragó diversas esculturas que adornan algunos lugares de nuestra ciudad. A la muerte de Antonio Pontons la alquería entró en una fase de abandono y su patrimonio artístico empezó a dividirse. Actualmente el palacio del marqués de Campo guarda cuatro de las esculturas que adornaban su famoso huerto, son las conocidas como estatuas de Apolo, Venus, Diana y Plutón. Estas esculturas han resultado ser algo viajeras; en 1818 llegaron a los jardines de la Glorieta, para pasar en 1925 a los jardines del Real. Ante los sucesivos actos vandálicos que sufrían las esculturas, en 2013 empezó un periodo de recuperación y rehabilitación que las han llevado finalmente a este palacio.


Las esculturas realizadas en mármol (siglo XVIII), son obra de Giacomo Ponzanelli por encargo del canónigo Pontons y representan a cuatro deidades del panteón romano. Cuatro réplicas de estas mismas esculturas se han colocado en un jardín de la avenida de Tres Forques, jardines que ocupan parte del terreno donde se encontraba el desaparecido huerto de Pontons. Una vieja reivindicación vecinal de que las esculturas volvieran a su lugar de origen.

La escultura de Venus (diosa del amor) tiene a sus pies un delfín; lleva en sus manos un frasco de perfume mientras descubre el vestido dejando el cuerpo desnudo a la vista. En el cuerpo del delfín figura la firma del autor: JACO: ANTO: PONZANELLIVS FECIT. La escultura figuraba en una hornacina en uno de los muros del huerto de Pontons, haciendo pareja con el Neptuno colocado hoy día en la conocida como fuente de Neptuno situada en los jardines del Parterre.

La segunda obra representa a Apolo, también en mármol realizada en el siglo XVIII por Ponzanelli. Al igual que las demás procede del huerto de Pontons y llegó a los jardines del Real hacia 1925 procedente de La Glorieta donde estaba colocada desde 1818. Al igual que su compañera Venus, ha sido trasladada a este lugar en 2013. Apolo aparece sentado y lleva en sus manos una lira que toca mientras canta.

Una tercera figura representa a Plutón, personaje anciano que se calienta del frío junto a una vasija de barro. Plutón es señor del inframundo y protege la entrada del Averno o infierno. También procedente del huerto de Pontons.

La cuarta y última figura representa a Diana (diosa de la caza y la naturaleza), reconocible por su arco y su carcaj que la acredita como la diosa cazadora. Lleva el pecho izquierdo desnudo.

También en el patio interior y entre las dos puertas de salida podemos ver una lápida conmemorativa, traída a este palacio, procedente de la casa natalicia de san Vicente Ferrer. La lápida hoy casi ilegible dice según al erudito Marcos Antonio de Orellana Mocholí (* Valencia 1731 † Valencia 1813) lo siguiente: En lo any 1676 en 1677 es renova esta santa / capella, sent Jurats, Leandro de Ca- / brera, generós, Jurat en cap de nobles / e cavallers, Joseph Mauro de Abalsis- / queta, jurat en cap de ciutadans Joseph / Geroni Asnar, generós, Jaume Nicolau / Deona, Francisco Vicent Llorens y / Tiburcio Romeu, ciutadans, / Pere Jop Periz, racional, Vitoriano Fo- / res y Lluch Bono, ciutadans sindics.

Otra lápida esta ya de reciente creación dice: "Al Excmo. Sr. D. José Campo Pérez / Alcalde de Valencia y I Marqués / de Campo, en conmemoración del / II centenario de su nacimiento, en esta / que fue su residencia palacio. / El Ayuntamiento de Valencia / para memoria. / 22 de mayo de 2014". O la placa está mal o el texto adolece de precisión, ya que el marqués de Campo nació en la plaza del Mercado y no en este palacio como parece desprenderse del texto indicado.

El Palacio del marqués de Campo en el recuerdo