Lo que hoy llamamos casa natalicia de san Vicente Ferrer poco o nada tiene que ver con la casa de su nacimiento en el siglo XIV. El actual
edificio se levanta sobre lo que fue la casa paterna del santo, cuya disposición y forma ha ido cambiando totalmente con el paso del tiempo.
La actual casa es un edificio de nueva planta construido en 1950 que solo alberga el recuerdo del nacimiento del santo.
San Vicente Ferrer nació en esta casa o mejor dicho en este lugar,
el 23 de enero de de 1350.
La casa tiene dos entradas, la habitual que tiene acceso por la calle del Pouet, y la secundaria que se abre a la calle del Mar y que
accede directamente a la iglesia. Ambas portadas son idénticas en su estructura. El edificio dispone además de fachada trasera a la calle Garrofa.
A la entrada de la casa por la calle del Pouet encontramos un panel cerámico realizado
en el siglo XX por el ceramista
Jaume de Scals con el nombre de la calle carrer del pouet de sant Vicent.
Su primer propietario después de la familia Ferrer fue el
Gremio de Boneteros (Gremi de Barreters o Boneters) que levantaron una capilla u oratorio en honor a san Vicente ya que este era el santo patrón del
gremio. El gremio de boneters mantuvo la propiedad casi todo el siglo XV para finalmente ser vendida al cercano
"convento de predicadores"
Como datos complementarios recordaremos que san Vicente Ferrer fue elevado a los altares en 1455, que su muerte tuvo lugar en 1419 y que el gremio de boneteros, se
encargaba de la fabricación de un tipo de gorro o sombrero muy utilizado en la época y hoy prácticamente en desuso, salvo en contadas ocasiones
de tipo protocolario.
La antigua capilla tenía una estructura alargada, se cubría con bóvedas de crucería y disponía de una espadaña al exterior. Presidía el
retablo mayor una imagen de san Vicente en madera de ciprés. Según tradición este árbol se encontraba en el jardín de la casa
siendo niño san Vicente, y predijo que de ese árbol le harían una imagen una vez canonizado.
En el año 1573 pasa a ser propiedad de la ciudad de Valencia. En 1915 el ayuntamiento cede
la capellanía a la orden de los dominicos de la provincia de Aragón pero mantiene la propiedad de la casa
y desde 1982 la casa es utilizada además de como iglesia, como casa de formación y estudios de
vida dominicana con el nombre de "casa san Alberto Magno".
Entre las reformas que ha sufrido este edificio cabe destacar la ocurrida en 1677, en la cual de la primitiva capilla solo quedó
la bóveda de la misma. En 1734 se construye el
frontispicio de la portada que miraba a la calle del Mar (hoy desaparecido) y
que se decoraba con tallas, estucos y dorados. En 1755 se agranda la puerta del patio
y se decora vistosamente la fachada. En 1945 el edificio amenaza ruina por lo que se decide reconstruir de nueva planta la casa en estilo
neo-gótico ampliándolo en su superficie y cambiando su estructura por la que actualmente vemos.
La nueva casa y capilla se inaugura y se bendice el 30 de enero de 1955. Las obras fueron realizadas por el arquitecto municipal nacido en Alcoy,
Vicente Valls Gadea.
La actual casa, construida como hemos dicho a mediados del siglo XX, presenta accesos que dan a la calle del Mar y a la del
Pozo de san Vicente (Pouet de sant Vicent). La fachada de la calle del Mar tiene a su izquierda una puerta con
arco de medio punto y grandes dovelas lisas, enmarcada por una especie de alfiz o guardapolvos. Por encima de la portada una pequeña cruz y una
inscripción que dice: "Iglesia Casa Natalicia San Vicente Ferrer". En su parte superior un
ventanal tríforo neo-gótico dividido por dos delgadas y estilizadas columnas. En su parte derecha se abren dos
ventanas adinteladas con rejas de barras de hierro cruzadas
diagonalmente que corresponden a la planta baja, y otras
dos ventanas pertenecientes a la segunda
planta. Todas las ventanas se encuentran protegidas por un guardapolvos o alfiz.
En lo alto una
galería de ventanales separadas por columnas recorre toda la fachada. En la esquina de las dos calles mencionadas, se
alza una
torre de sillería, con tres ventanas correspondientes a los diversos pisos y con almenas en su parte superior.
La fachada de la calle del Pozo es muy parecida a la que acabamos de describir, aunque
un poco más reducida. La puerta se halla en el centro aproximadamente y a cada lado hay
ventanas adinteladas que guardan similitud con los ventanales de la Lonja y del Palacio de la Generalitat.
A lo largo de toda la fachada por debajo del alero corre una galería con arquillos, como es
típico en algunos palacios de la ciudad, en este caso se compone de arcos rebajados sobre los que vuela el alero de madera.
La entrada a la casa natalicia de San Vicente Ferrer, se realiza por la calle del Pouet. Nada más
traspasar la puerta nos encontramos en un vestíbulo (antiguamente era un patio descubierto), en cuya pared del fondo
hay una ancha pila de piedra con
cuatro grifos, de donde salía agua de un pozo. Este pozo dejó de manar hacia 1975, al ser
cortada la vena de agua que lo surtía cuando se construyó un edificio en la actual plaza de
Tetuán. A partir de entonces el agua procede del suministro general de la ciudad,
bendecida con la oración de San Vicente.
Las paredes del vestíbulo están recubiertas de azulejos del siglo XVIII de Manises, representan diversas escenas
con los milagros de San Vicente Ferrer entre decoración vegetal y de rocalla
(el milagro del mocadoret, el rogle que toca solo, la llegada de las naves al puerto
de Barcelona etc.). Destaca sobre todos los paneles aquel que representa el bautizo del santo y que se encuentra encima de la
gran pila de agua. Los paneles están realizados en 1755 a iniciativa de mosén Nicolás LLoria y Miralles, capellán de la casa.
A la derecha de esta pila, una puerta da acceso al sótano donde se encuentra situado el pozo al que hemos
hecho referencia. Encima de la puerta un panel cerámico con una inscripción alusiva a la epidemia de cólera de 1854 y al pozo
de San Vicente. El texto dice así: Para perpetua memoria / de la piedad de Valencia / durante la epidemia del cólera morbo / en 1854 suministró
este pozo / 159.976 cántaros de agua / transportándose por ferrocarril 45.900 por gratitud colocó ésta taza de mármol / la piedad de los
valencianos / Año 1858. De cualquier modo este panel cerámico vino a sustituir al original realizado en piedra pero con la misma inscripción
que fue destruido en la Guerra Civil de 1936. Este panel cerámico es coetáneo a la gran reforma efectuada en el año 1955 en el conjunto casa-iglesia y
tenía por objeto mantener unificado el tipo decorativo cerámico en el vestíbulo.
El brocal del pozo es de piedra y fue realizado al mismo tiempo que se reconstruía la casa en 1950. La estancia se cubre
con bóveda de cañón sostenida por pilares de las cuales el situado en el centro es reaprovechado de la anterior construcción. Tanto el
solado como los muros se encuentran decorados con azulejos y baldosas a imitación de los que se realizaban en el
siglo XVIII. Las baldosas del suelo ostentan como única decoración el escudo de la ciudad pintado en azul.
Junto a la habitación del pozo encontramos otra estancia de similares características dedicada tal vez a
almacén y que recibe luz del exterior a través de una ventana de la calle del Pouet.
En el muro de la derecha del vestíbulo, una sala
sirve de oficina de información y reunión. A la izquierda de la pila dos puertas, una da acceso a
las dependencias de los pisos superiores
de la congregación dominica que ocupa el edificio (Casa San Alberto Magno), y la otra da paso a una pequeña estancia que sirve
tanto de acceso previo a la capilla de San Vicente Ferrer como a la Iglesia.
La capilla está construida sobre el lugar donde según la tradición nació San Vicente Ferrer,
se cubre la estancia por una
bóveda de crucería octopartita y la preside
un retablo de madera realizado en 1955 por Francisco Hurtado Soto. La capilla se encuentra cerrada por una reja de hierro.
Este artista, además de los elementos puramente ornamentales, esculpió en el retablo, a la izquierda, dos relieves
que reproducen el de arriba la profecía del Santo a Alfonso de Borja, el futuro Papa Calixto III y que es
quien lo canonizaría, y el segundo relieve (abajo) el bautizo de San Vicente Ferrer el 23 de enero de 1350. En el ático del retablo su escudo:
una herradura, símbolo de Ferrer (herrero). A la derecha esculpió otros dos relieves en los que se ven, arriba, al
Santo predicando y abajo el Ángel del Apocalipsis, con el
que tradicionalmente se le suele representar al santo.
En el centro del retablo un óleo sobre lienzo de
Vicente López Portaña discípulo de Goya que lleva por titulo el
Nacimiento de San Vicente Ferrer y que fue pintado en 1808.
Desde esta estancia se pasa a la iglesia, de estilo neo-gótico y planta octogonal
regular de dos cuerpos superpuestos. El primer cuerpo está determinado por
arcos apuntados rebajados de gran abertura. Cada uno de los ocho
paramentos que forman la base cumple una función, así uno de ellos da salida a la calle del Mar, el que le enfrenta hace de presbiterio, otro
alberga el púlpito, otro permite el acceso a las dependencias interiores y los que no cumplen función alguna es una arquería ciega.
En el segundo cuerpo vemos en cada uno de los paramentos una ventana trífora formada por tres arcos apuntados cerrados con celosías de
madera, excepto en el paramento que hace de presbiterio y el que le enfrenta que es un balcón que asoma al interior.
Por encima de ellas una
pequeña ventana circular calada u óculo ilumina la sala. En total ocho óculos. Se cubre
todo el conjunto con una
bóveda estrellada con fuertes y recios nervios de piedra que en realidad son un haz de tres columnas que apoyan en ménsulas en el muro. En el suelo del octógono
podemos ver el
escudo de la orden dominicana y la palabra veritas, lema usado por el fundador de la orden, santo Domingo de Guzmán.
El
retablo del altar, en madera
tallada y patinada, es de estilo neo-gótico y es obra del escultor valenciano
Vicente Rodilla Zanón (siglo XX), así como también la
imagen de San Vicente que lo preside, talla
en madera, realizada en estilo barroco, presentándolo en actitud de predicar con el dedo índice elevándolo hacia arriba.
Alrededor de la imagen central, tallado en la madera podemos ver diversos atributos propios del santo.
Todo ello fue inaugurado y bendecido el 30 de enero de 1955, V Centenario de su canonización.
El púlpito, a la izquierda del altar, es obra de Francisco Hurtado Soto (siglo XX), y es
una réplica en madera de la trona de piedra que utilizó el Pare Vicent en sus predicaciones
en la
catedral valenciana, donde aún se conserva a la izquierda de su Altar Mayor. Junto a la mesa del altar y sobre una peana de madera,
escultura de santo Domingo de Guzmán, fundador de los dominicos.
Esta casa natalicia,
como todas las de aquella época, tenía el ya mencionado pozo. Según una tradición,
siendo todavía niño realizó en él, el milagro de la sabateta (zapato). Según se nos cuenta San Vicente Ferrer siendo niño hizo subir el nivel
del agua del pozo para recuperar un zapato que se le había caído a un amigo suyo. Y según otra, antes de partir
definitivamente de su Valencia natal en el año 1413, pronunció estas palabras: "Os dejo este
pozo, que jamás se agotará y cuyas aguas os serán de gran consuelo"; y efectivamente no faltó
el agua en dicho pozo, aunque la sequía hiciese desaparecer el agua de las demás fuentes de la
ciudad.
San Vicente Ferrer nació en Valencia en 1350 y con 16 años entra en el
Convento de Santo Domingo (dominicos).
En el periodo comprendido entre 1380 y 1390 realizó diversas misiones encomendadas por el cardenal
Pedro de Luna así como por el rey
Juan I de Aragón. Durante este periodo comenzó su época de
predicación por el sur de Francia y el norte de Italia, mientras apoyaba al Papa Luna en Aviñón.
A partir de 1399 comienza su gran periodo de predicación, combatiendo el Cisma de Occidente dejando
de apoyar al papa Luna (antipapa Benedicto XIII). Viajó por la Granada musulmana, por Suiza, Holanda
e Inglaterra.
Murió en Vannes (Francia) el 5 de abril de 1419 y allí en su catedral está enterrado. Fue canonizado por
el papa Calixto III el 29 de junio de 1455 y en la actualidad es patrono del reino de Valencia.
La Casa Natal de San Vicente Ferrer en el recuerdo
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