Nacido en Valencia en 27 de julio de 1876 y fallecido en la misma ciudad en 7 de marzo de 1936. Hijo de Bernardo Almenar Llácer y Rosario Quinzá Birgón.
De profesión arquitecto, tiene rotulada una calle en la ciudad con su nombre: Arquitecto Almenar. Contrajo matrimonio con una de las hijas
del también arquitecto
Antonio Martorell Trilles.
Realizó los estudios de bachillerato en Valencia, marchando a vivir en 1893 a Barcelona donde estudió arquitectura en
la Escuela de Arquitectura de Barcelona (1893-1902). Obtuvo el título de arquitecto en la ciudad condal en 27 de abril de 1904.
En 1905 ingreso como arquitecto del catastro en el cuerpo de Hacienda.
En 29 de diciembre de 1906 fue elegido miembro de la
Real Academia de Bellas Artes de san Carlos de Valencia.
Gran aficionado al futbol y a su equipo de toda la vida, fue elegido presidente del Valencia C.F. en 3 de noviembre de 1935, pero a los pocos
meses falleció por lo que su paso por la presidencia del club de futbol fue efímera. En el momento de su muerte, Francisco Almenar era decano del colegio de
arquitectos de Valencia y Caballero de la Orden de Carlos III.
Al arquitecto se deben también una serie de estructuras efímeras que se levantaron en 1908 para la Exposición Regional Valenciana de 1909, fueron: el Pabellón de Agricultura e
Industria, el Pabellón del automóvil, el Teatro Circo y el Gran arco de entrada a la exposición. También se encargó en 1923
de las obras de construcción del estadio de futbol Mestalla, campo
donde jugaba el Valencia C. F. Posteriormente sería el arquitecto Salvador Pascual Gimeno quien remodelaría en su totalidad el campo, dándole su actual
configuración aunque con reformas posteriores.
A Francisco Almenar también se le deben dos salas de espectáculos que no han llegado al día de hoy, el Teatro Martí de 1915 que se encontraba en el actual Paseo
de Ruzafa (antes Pi y Margall) y el Gran Teatro (luego cine Rex) de 1923, situado en la avenida de Marqués de Sotelo nº 6 y que fue derribado en 2003. El Teatro Martí se situaba
donde hoy tenemos los cines Lys, años después el teatro se reconvertiría en una sala de fiestas, con el nombre de Bataclán.