Este palacio de siniestro recuerdo estaba situado en la actual calle Navellos nº 14. Una vez el palacio dejó de cumplir funciones de
casa inquisitorial, el edificio fue transformado en pisos de viviendas. Finalmente el palacio fue demolido y el solar es adquirido en 10 de junio de 1886 por
Tomás Trénor Bucelli (* Valencia 06-08-1835 † Valencia 10-09-1914).
En 1890 Tomás Trénor encarga a
Joaquín María Belda Ibáñez la construcción del actual edificio como residencia familiar.
A la muerte de Tomás Trénor Bucelli en 1914, hereda la propiedad de la casa su hijo Vicente Trénor Palavicino (* Valencia 25-09-1865 † 1938) casado con
María del Carmen de Arróspide y Álvarez de Villamañán, IX marquesa de Cerdanyola. El inmueble pasaría por herencia a José María Trénor y Arróspide (* Valencia 25-01-1906
† Valencia 28-10-2000), X marqués de Cerdanyola. De la unión de ambos linajes, hace que en ocasiones el edificio sea conocido como casa de los Trénor o más propiamente
como casa palacio del marqués de Cerdanyola.
El actual marqués de Cerdanyola que hace el número XII, es José María Trénor Löwenstein.
La inquisición fue creada por los Reyes Católicos en 1478 y perduraría en la historia de España hasta 1813 en que las Cortes de Cádiz proceden
a su disolución. No obstante y por avatares históricos que no vienen a cuento su disolución definitiva no sería efectiva hasta el 15 de julio de 1834.
La inquisición o Tribunal del Santo Oficio tenía su sede originalmente en el
Palacio del Real, pero en 1527 se traslada hasta este emplazamiento y construye su propia casa palacio, justo al lado del
Palacio de Benicarló o de los duques de Borja, donde permanecería hasta su disolución definitiva y su posterior derribo en 1863.
A título anecdótico podemos decir que el último ajusticiado por el Santo Oficio en España fue precisamente en Valencia,
siendo el maestro de escuela de
Ruzafa, Cayetano Ripoll quien tuvo este inmerecido honor. Ripoll fue ajusticiado el 31 de julio de 1826 en la horca. Su cuerpo
ya sin vida sería introducido
en un barril y quemado en el cauce del Turia en el llamado "crematorio de la inquisición" y que para más señas se encontraba cerca del
Portal de San José o más modernamente enfrente del centro comercial Nuevo Centro.
Gaietà Ripoll, natural de Solsona (Lérida) nació en 1778, era maestro de escuela en Ruzafa, fue detenido en 1824 por "deista" (una herejía muy de moda en la época) y por inculcar entre
sus alumnos esta forma de pensar. Encerrado en la
cárcel de San Narcís (en la actual calle del Salvador, cárcel ya desaparecida), fue ahorcado
después de ser juzgado por la inquisición
el 31 de julio de 1826 en la plaza del Mercado de nuestra ciudad. Si hemos de ser muy puristas, hemos de decir que su ejecución no fue realizada por el Santo
Oficio ya que como hemos indicado en esas fechas ya no existía, pero en su lugar existían los "Tribunales de la Fe", con
atribuciones similares a la desaparecida inquisición.
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