Está declarado Monumento Nacional desde 1931 (Bien de Interés Cultural). También se le conoce como Palacio de los
Duques de Gandia por la familia Borja titulares del Ducado. El linaje de los
Borja es oriunda de la población de Borja (Zaragoza) en Aragón y pasaron a establecerse a
Xátiva y Canals donde consiguieron gran poder y prestigio. Baste recordar que dos
miembros de esta familia fueron Papas
(Calixto III y
Alejandro VI)
y otro sería elevado a los altares (San Francisco de Borja). El Palacio hasta hace poco tiempo era conocido como Palacio de
Benicarló, pero recientemente se ha popularizado más su nombre ligado a la familia Borja.
El 3 de diciembre de 1485 el entonces cardenal y futuro Papa,
Rodrigo de Borja, compra a Fernando el Católico para su hijo natural Pedro Luis de Borja, el castillo
de Bairén y el estado de Gandia; el día 20 de diciembre le concede a Pedro Luis de Borja el título de Duque para él y sus sucesores.
El palacio de los Borja se construyó a finales del siglo XV como residencia en Valencia de la
familia Borja, duques de Gandia, sobre unas casas o edificio anterior donde estuvo
instalada la Escuela de Arte y Gramática de la ciudad desde 1408. En este año el "Consell de la Ciudad" había comprado varias casas a Pere
de Vilaragut y Martina Pérez Dorries para instalar en ellas la Escuela de Gramática. En 1414 el "Consell" vende a mosén Aymerich de Centelles,
señor de Llombai las casas. Posteriormente consta que los terrenos eran propiedad de la familia Guillem Catalá. El solar fue adquirido el 24
de agosto de 1484 a Joan Guillem Catalá, barón de Planes para Pedro Luis de Borja (* 1458 † 1488) I duque de Gandia.
Las obras del palacio fueron iniciadas por Francesc Martínez alias "Biulaygua" (maestro en obras de albañilería)
pero murió inmediatamente a finales de 1484. Le sucedieron diversos maestros
como Joan Vilar, Francisco Agras y Juan Agras (albañiles), Joan Perales y Guillem Gilabert (carpinteros), Joan Corbera y Pere Compte (canteros),
este último realizó hacia 1485 la escalera volada de piedra del patio interior. También pintores como Joan Guillem y Pere Guillem.
De este primer encargo de la familia Borja a Pere Compte nacerían otros como sería la construcción de la Sala Capitular del
Monasterio de Santa María de la Valldigna y la ampliación de la
Colegiata de Gandia por parte de la duquesa regente de Gandia, María Enríquez.
Otros trabajos en el Palacio de los duques de nuestra ciudad de los que tenemos constancia son: dos arcos de piedra para la entrada de la casa.
Hacia 1487 Pere Compte trabajaría en la construcción de cuatro ventanas en piedra del palacio: dos en el estudio mayor "dels Raims" y otras dos en
el estudio de la torre. Además realizó otras ventanas en distintas partes del edificio:
dos ventanas para el segundo estudio que daba hacía la plaza y otra
para el estudio llamado de las Rosas que daba al patio. En 1494 el palacio estaba todavía sin concluir, el viajero alemán Jerónimo Münzer escribió:
"València tiene muchas otras magnificas casas, como la del hijo del pontífice actual, Alejandro VI, no acabada aún." Según consta la inauguración
oficial del palacio tuvo lugar en 1520 con un gran banquete, siendo Juan de Borja y Enríquez de Luna (* 1494 † 1543) III duque de Gandia (entre
1497 y 1543) el dueño del palacio. La
inauguración del palacio tuvo lugar el mismo año en que el duque de Gandia fue elevado a la categoría de Grande de España.
La principal característica del palacio es su amplia fachada limitada en uno de sus extremos por una
torre que supera en poco la altura
del cuerpo principal. Sin embargo todo lo amplio que tiene la fachada lo tiene de escaso en profundidad y es que en la Baja Edad Media la
importancia de una familia también se medía por la grandeza de su palacio y esta fachada tan extensa hacía presumir un poder y una nobleza
superior. En origen la torre debía estar almenada, en la actualidad tal defensa ha desaparecido y aparece un tanto desmochada y plana.
A pesar del lujo con que fue vestido el palacio y su importancia, la casa pocas veces estuvo habitado por sus propietarios que tenían
su residencia permanente en el
Palacio Ducal de Gandia. Con la expulsión de los moriscos, el ducado de Gandia entró en franca decadencia lo que
motivo que el palacio fuera paulatinamente abandonado y entrara en fase de abandono.
Del palacio gótico se conserva la portalada con arco de medio punto y la "logia" o
galería de ventanas con arcos mixtilíneos del último piso. Por encima de esta serie de ventanas corre un alero de madera en cuyas
vigas se puede leer "soc del pinar de Campanar", lo que nos indica claramente la procedencia de la madera con que están realizadas.
A mediados del siglo XVIII, extinguido el linaje de los Borja, el ducado de Gandia pasa por herencia a
los condes de Benavente y duques de Osuna, que abandonaron el cuidado del palacio que
quedó en estado ruinoso y utilizado para diversos usos, así entre 1796 y 1797 fue utilizado como cuartel.
En 1846 el XVI duque de Gandia, don Mariano Tellez Girón vendió el palacio a
Francisco Pujals para establecer aquí una fábrica de hilaturas de seda (Pujalt y Cia.). Para adecuarlo a dicha función el arquitecto
Salvador Monmeneu realizó una amplísima reforma interior.
Entre otros usos que tuvo el palacio conviene destacar el de almacén de granos, teatro
operístico o viviendas particulares.
En 1905 Juan Pérez de Sanmillán y Miquel aparece como titular del palacio por su matrimonio con Emilia Fontanals que a su vez había heredado
de la familia Pujals. Juan Pérez de Sanmillán recibe el título de marqués de Benicarló y desde entonces el palacio será conocido como
Palacio de Benicarló.
Este nuevo propietario realizó numerosas remodelaciones en el edificio que
alteraron su fisonomía anterior. En esta etapa renace la vida del palacio que recibirá
ocasionalmente la visita de Alfonso XIII. Durante la guerra civil fue sede del
gobierno Republicano instalado en Valencia. Después de la guerra es devuelto a su propietario Guillermo Pérez de Sanmillán y Fontanals, II marqués
de Benicarló. En 1973 el Estado español compra el palacio como sede de la Jefatura Provincial del Movimiento. En la actualidad
es la sede de las Cortes Valencianas (Corts Valencianes). Para esta función los arquitectos Carlos Salvadores y Manuel Portaceli adecuaron sus salas
para esta función entre 1988 y 1994, además recuperaron en la medida de lo posible los elementos originales del palacio.
En su interior podemos contemplar salones que van del gótico hasta el modernismo pasando
por el neoclásico, así como los cimientos de una casa de época romana del que se conservan
muros, arcos, columnas y dos impresionantes mosaicos descubiertos recientemente. No en vano
su parte trasera linda directamente con la VIA AUGUSTA, actual calle del Salvador.
En la fachada principal se ha colocado una lápida conmemorativa que dice (sic):
En esta casa comprada por los jurados y Junta de Muros y Valladares en 20 de marzo de 1408,
a Mosén Pedro de Vilaragut se instalaron las escuelas de Gramática y Artes de la ciudad y en
1412 las del Cabildo Eclesiástico, mediando para esta unión el consejo de
San Vicente Ferrer. Colocóse, esta
lápida por la Universidad Literaria al celebrarse e IV Centenario de su erección. Año MCMII
Árbol genealógico de los marqueses de Benicarló
El Palacio de Benicarló en el recuerdo
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