Este portal fue el último que se abrió en las murallas, guardaba cierta semejanza con las Torres de Quart y a lo largo de su historia
recibió distintos nombres: Nuevo (por ser el último en ser abierto en la muralla de 1356), de Santa Cruz (por un retablo que hubo en la
misma y por la cercanía a la iglesia del mismo nombre), de Campanar (por su orientación a este poblado) y de San José (desde el siglo XVII)
por situarse junto a ella el
Convento de San José y Santa Teresa de carmelitas descalzas. Al final serán los nombres de San José y Nou los que más predicamento han
tenido y por cuyos nombres es conocido este portal.
En origen el portal era una simple apertura en el muro, pero hacia 1419 el rey de Aragón autorizó la construcción de un nuevo portal
acorde a la necesidad del mayor tráfico de personas y carros que procedentes de Campanar así lo demandaban. Se construyó un nuevo
portal flanqueado por dos torres circulares que sería acabado en 1474. Frente a esta puerta se construiría en 1606 el puente en piedra que lleva
por nombre
Puente de San José.
En 1707 el rey Felipe V ordena el cierre de algunas de las puertas de la ciudad, entre ellas ésta de San José, pero la necesidad de dar salida
al continuo tráfico de viajeros y personas provenientes de Campanar, obligó a las autoridades ciudadanas en 1780 a la reapertura de la puerta.
Existió en este portal una lápida ya desaparecida que decía: "... por este portal entraron las tropas invasoras francesas el día 14
de enero de 1812, capitaneadas por el futuro duque de la Albufera, general Suchet". Se da la circunstancia que en el cercano Convento
de San José profesaba una monja que era sobrina del general Suchet y gracias a este parentesco el convento fue respetado por las
tropas francesas. En él se habían refugiado las monjas del convento del Corpus Christi de la calle de Guillem de Castro y dos monasterios
más procedentes de Zaragoza y Calatayud.
Nuestro portal enfrentaba con el puente -también de San José- comienzo del itinerario hacia
la histórica Liria, a través de Burjassot. El que fue gran crítico de arte Elias Tormo, después
de mencionar la restauración de este puente de San José en 1607, comenta: "Posteriormente ha
sido feamente ensanchado, perdiendo las grandes esculturas".
Efectivamente, las esbeltas imágenes de San Luis Bertrán y Santo Tomás de Villanueva fueron
retiradas al museo y, desde hace pocos años, adornan el acceso al puente de la Trinidad, por
la parte de la calle Pintor López; mientras que el viejo puente de San José -destruido por la
riada del año 1957- fue nuevamente restaurado y sobre el pretil izquierdo campea una bien
esculpida imagen de San José realizada por el escultor Octavio Vicent, ofrenda de la Junta Central Fallera.
Hoy día el portal ya no existe, fue derribado en el año 1868 al igual que el resto de las murallas y torres que completaban el cerco de la
ciudad. Cerca del desaparecido portal, en el túnel subterráneo que pasa por debajo de la plaza, podemos ver una ruina integrada en el túnel, y que es
una de las torres que aquí se encontraban y que formaban parte del aparato defensivo de las murallas.
En la plaza que ocupaba este portal hay levantado en la actualidad, sobre una columna toscana
renacentista, una imagen de la Virgen del Carmen ya desde este lugar tiene se tiene paso a este histórico barrio de Valencia.
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