Monasterio de la Zaidia (hoy desaparecido)
Reial Monestir de la Saidia


Este monasterio hoy desaparecido, se encontraba en el chaflán de la actual avenida de la Constitución con la calle Málaga, en su solar se levanta un edificio construido hacia 1965 por el arquitecto Juan Luis Gastaldi Albiol (* Valencia 09-09-1930 † Valencia 04-05-2022).

Recibía el nombre de "Real monasterio de santa María de Gratia Dei" pues se trataba de una fundación real. Convento erigido según acta fundacional de 1265 por la tercera esposa del rey Jaime I el conquistador, doña Teresa Gil de Vidaurre quien cedió la finca de recreo con baños y jardines de la que era propietaria, para la fundación del monasterio.

Después que Jaime I abandonara a Teresa Gil por una nueva amante, con la excusa (parece ser que falsa) de que esta había contraído la lepra, la reina se retiró al monasterio de la Zaidia que ella misma había fundado extramuros de Valencia y donde a la postre fallecería en 1285.

La Zaidia era una casa de campo y zona de recreo del rey musulmán de Valencia Abú Zayd. Sobre esta almunia o palacio de recreo se fundó el monasterio de María Santísima de Gracia o Santa María de Gratia Dei, que la gente acabó por llamar de la Zaidia por ser ese el nombre que recibía el paraje donde estaba situado, y por su dueño el rey musulmán Zayd.

No obstante hay varias versiones para explicar la procedencia del vocablo Zaidia. Una de las más habituales es la que nos dice que el rey Lobo de Valencia se enamoró de una musulmana de nombre Zenobia y que de la relación de ambos nació una hija de nombre Zaida, a quien el rey Lobo cedió la almunia o palacio de recreo de su propiedad que estaba situada en el margen izquierdo del río Turia. Sobre el rey Lobo en primer lugar hay que decir que su nombre verdadero era Muhamad Aben Sad el Gazami Aben Mardenis (* Peñiscola-Castellón 1124 † Murcia 1172), conocido simplemente como Aben Sad. Este rey musulmán era llamado por los cristianos En LLop, que castellanizado es don Lope, pues el rey procedía de una familia de mozárabes. Por una mala traducción se castellanizó el nombre Llop como Lobo y con ese nombre se ha quedado.

Otra versión nos dice que Zaidia (Zaydia o Saïdia) es una palabra árabe que podría entenderse como barrio, entendiendo como tal un conjunto de edificaciones que forman una unidad común, dispondría de escuela, comercios y mezquita propia. Por tanto se trataría de un arrabal de la Balansiya musulmana.

En el llibre del repartiment consta que en un primer momento el palacio de Abú Zayd (denominado Saïdia), fue entregado al arzobispo de Narbona que además era confesor del rey Jaime I, para más tarde recuperarlo y cedérselo a su tercera esposa Teresa Gil de Vidaurre en 13 de abril de 1260 por privilegio concedido en la ciudad de Lérida.

En febrero de 1266 comienzan las obras de adecuación del monasterio. Desde el primer momento el convento se acogió a la orden del Cister, a él se retiraban solo damas nobles que quisieran profesar y vestir hábito de monja. En el convento habitaban las damas junto con sus sirvientas. La primera abadesa elegida en 1268 se llamaba Beatriu d'Anglesola y procedía del Real monasterio de Vallbona de les Monges en Lérida.

En 1708 el rey Felipe V concedió a las monjas del monasterio el privilegio de ostentar el titulo de ilustrísimas señoras, por su lealtad a la causa borbónica.

El monasterio medieval fue demolido en 1810 durante la guerra de la independencia por los mismos españoles, siguiendo ordenes del general José Caro Sureda (* Palma de Mallorca 04-07-1764 † Palma de Mallorca 1813), defensor de la ciudad. El fin último era detener el avance de las tropas francesas del mariscal Suchet y evitar que los mismos pudieran hacerse fuertes en el monasterio. Por el mismo motivo y las mismas fechas sería demolido el Palacio del Real de Valencia.

El monasterio medieval puede ser visto en el plano dibujado en 1563 por Wijngaerde. A la vista del plano el convento está formado por la iglesia orientada al este, seis tramos y cinco contrafuertes con cuatro ventanas entre ellos. Cubierta plana y espadaña a los pies. Detrás de la iglesia el claustro a cuyo alrededor giraban las diversas dependencias monacales. También se puede observar la huerta del convento.

Terminada la guerra, las monjas que se encontraban dispersas por distintos conventos de la ciudad, volvieron al convento y entre 1816 y 1827 lograron construir un nuevo monasterio bastante más modesto que el anterior. La dirección de las obras fueron llevadas a cabo por el arquitecto Timoteo Calvo Ibarra (* 1799 † 1879) según planos y trazas de su suegro Joaquín Thomás Sanz (* 1769 † 1834). Por falta de recursos la iglesia conventual no llegó a construirse por lo que los oficios se realizaban en el locutorio acondicionado para tal menester. En 1865 dieron comienzo las obras del templo, fue colocada la primera piedra el 19 de marzo por el arquitecto Joaquín María Calvo Tomás († 1889), hijo de Timoteo Calvo. Sin embargo bien pronto las obras quedaron nuevamente paralizadas, pero gracias al empuje y donaciones de los valencianos, las obras pudieron continuar en 1876 y se dieron por finalizadas con la inauguración de la iglesia en 25 de noviembre de 1879. En las obras de la iglesia intervinieron muchos artesanos y obreros de limosna, es decir que regalaban su tiempo, su trabajo y sus productos completamente gratis para levantar el monasterio.

La planta de la iglesia era de nave única, con nave de transepto no muy pronunciada pero con un gran crucero cerrada por una cúpula. A ambos lados de la nave del transepto disponía de dos altares. La iglesia se cubría con bóveda de cañón sustentada por arcos fajones. Seis capillas laterales comunicadas entre si a cada lado de la nave central. Espadaña a los pies y tejado a doble vertiente. En el crucero, cúpula sobre pechinas pintadas por Antonio Cortina Farinós (* Almassera-Valencia 16-02-1841 † Madrid 06-11-1890) que no quiso cobrar por el trabajo. En una de las capillas se encontraban los restos de los hijos de Teresa Gil y Jaime I (Pedro de Ayerbe y Jaime de Jérica junto con sus esposas).

En el interior se disponían dos coros (alto y bajo) y seis tribunas. En la capilla mayor retablo con una imagen de la Virgen de Gracia en el interior de una hornacina. Completaba la decoración del retablo columnas estriadas de orden corintio y diversos grupos de ángeles. La imaginería del retablo mayor era obra del escultor nacido en Albaida (Valencia) Damián Pastor. Los dos coros con un total de 100 sitiales procedían del monasterio de santa María de la Valldigna que tuvo que ser abandonado por los monjes tras la desamortización de Mendizábal de 1836.

En la guerra civil española, el convento fue asaltado y las monjas tuvieron que desperdigarse nuevamente, tres de ellas incluso sufrieron varios meses de cárcel. Aunque el monasterio no fue destruido, los daños causados en los bienes muebles fueron inmensos, la sillería de madera de sándalo del coro fue quemada. Terminada la guerra en 1939, las monjas vuelven al monasterio pero en 1957 la riada que asola la ciudad de Valencia causa estragos hasta el punto de hacer imposible la habitabilidad del convento.

Ante tal situación las monjas deciden la venta del monasterio y encargan a los arquitectos Cayetano Borso di Carminati y Rafael Contel, la construcción de un nuevo monasterio, pero esta vez fuera de la ciudad, el lugar escogido la población de Benaguacil. Finalizadas las obras en 1962 las monjas se trasladan en 8 de abril de 1965 al nuevo monasterio, y sobre el solar del antiguo se construye el actual edificio de viviendas. Las monjas continúan en la actualidad la vida monacal con la misma denominación original de Gratia Dei.

Teresa Gil fundadora del monasterio y monja profesa no quiso ser abadesa, solo acepto el puesto de portera del monasterio y tal cargo ocupó hasta el momento de su muerte. Teodoro Llorente en 1887 en que visitó el monasterio pudo ver un óleo sobre lienzo en la portería del monasterio con una representación de la fundadora con una inscripción que decía: La V. Sª. Rª doña Theresa Gil de Vidaure, fundadora de este real monasterio / para señoras nobles que quisieran ser religiosas cistercienses, cuyo monasterio / consagró a María Santísima de Gracia y en él jamás quiso ser abadesa, pero admitió gus / tosa el empleo de portera, en que murió a 15 de julio de 1260. Hay un error en la inscripción ya que Teresa Gil falleció en 1285.

A su muerte el cadáver fue enterrado en el suelo de la iglesia, pero en 1517 una gran riada del Turia obligó a abandonar el convento precipitadamente, cuando regresaron las monjas encontraron que el cuerpo de su fundadora permanecía intacto e incorrupto, por lo que se dispuso un sepulcro en piedra que fue colocado en el lado izquierdo del altar mayor. En 1655 y a raíz de la curación milagrosa de una monja atribuida a Teresa Gil, el cuerpo fue exhumado de su sepulcro y se comprobó que el mismo seguía incorrupto, por lo se construyó una urna de madera con un lateral de cristal. El interior se forró con terciopelo rojo y orlas amarillas. Al cabo del tiempo al cuerpo le faltaba un brazo robado probablemente para ser utilizado como reliquia, tras lo cual el sepulcro fue resguardado detrás una reja de hierro.

En 1872 Orellana en una visita que realizó al monasterio tuvo ocasión de contemplar la urna de Teresa Gil y daba fe de que el cuerpo continuaba incorrupto. Sobre la cubierta del sepulcro se podía leer: La venerable beata y santa reina doña Teresa Gil de Vidaurre, / despreciando el mundo fundó este monasterio al que dio / el título de Beata María de Gratia Dei, a quien le consagró, y / en él tomó el habito, profesó y vivió santamente entre las / religiosas cistercienses

Desde la muerte de Teresa Gil de Vidaurre su cuerpo ha permanecido siempre en el monasterio o ha sido trasladado en función de las circunstancias del momento pero siempre bajo el cuidado de las monjas. Al poco de instaurarse la segunda república y ante la seguridad de que los restos mortales de Teresa Gil iban a ser profanados, las monjas pusieron a salvo el sepulcro y el 11 de mayo de 1931 día del asalto escondieron los restos en un domicilio particular de Alboraya (Valencia) donde permanecieron ocultos hasta finalizar la guerra civil en que fueron devueltos al monasterio. En la actualidad los restos mortales de la esposa del rey Jaime I se encuentran en el monasterio de Benaguacil. Sus restos permanecen en la iglesia monacal, en una las paredes una lápida en mármol dice: Aqui yace / la reina Dª Teresa Gil de Vidaure / esposa del rey D. Jaime I / el conquistador. Fundadora de este / monasterio cisterciense en la Zaydia / de Valencia. † 15 julio de 1288 (sic).

En 1417 los Reyes Católicos Fernando e Isabel se alojaron en el monasterio durante su estancia en nuestra ciudad. Fue visitado por cuantos reyes y gentes importantes visitaban Valencia y de ello hay constancia escrita.

Hasta el siglo XVI las monjas tenían el privilegio de poder salir del convento y poder llegar hasta la orilla del mar, este privilegio desaparecería a petición propia en el momento en que quisieron establecerse como convento de clausura. En 1954 se ponen bajo el amparo de la Orden cisterciense de la estricta observancia (monjas trapenses), bajo cuya autoridad todavía continúan en su abadía de Benaguacil. Ordo cisterciensis sctrictoris observatiae (O.C.S.O.)