El Palacio de la marquesa de Colomina está construido en el solar de lo que fue la antigua Casa del
peso de la harina (pes de la farina), cuya función era la que su nombre indica. Por este motivo el palacio se encuentra junto al
Almudín (almacén de grano).
En la actualidad el edificio es la sede de una fundación universitaria de carácter privado y religiosa. Es utilizado para
convenciones, conferencias, exposiciones y actos sociales y culturales. Esto implica que el palacio haya sufrido
una fuerte remodelación en su interior para adecuarlo a su actual función.
El edificio ocupa una extensión de 1.762 m2, se compone de planta baja y dos pisos altos. Fue construido
por el maestro de obras Manuel Ferrando Mora en 1863 para el comerciante José Colomina Arqués.
El interior presenta en su planta baja un zaguán del que parte una original escalera ovalada que sube
al piso principal. En el primer piso encontramos un vestíbulo o distribuidor de forma octogonal que da acceso a las distintas
salas del edificio. En su parte alta podemos encontrar un lucernario o claraboya que permite la iluminación cenital del interior del edificio.
En su estructura original, la planta baja se dedicaba a cocheras, almacenes, cocinas etc., mientras que el
primer piso o planta noble era de uso exclusivo de los propietarios del palacio, la segunda planta estaba dedicada al personal de servicio.
Tiene su entrada principal por la calle Almudín, aunque dispone de otra mas pequeña en uno de sus laterales,
concretamente en la
fachada que recae a la calle Salvador. La disposición de la fachada es bastante sencilla, dispone de
grandes ventanas enrejadas en su planta baja, mientras que en el primer piso las ventanas se convierten
en balcones, para pasar nuevamente a pequeñas ventanas en el segundo piso. La fachada se remata en un frontón curvo liso sin ninguna decoración.
Desde el abandono del palacio por parte de la familia propietaria, la casa ha pasado por diversos usos, uno de los más conocidos nos lleva al año 1983 en que era
utilizado como colegio con el sobrenombre de Nuestra Señora del Socorro. En 1999 lo adquirió la universidad cardenal Herrera para fines educativos.
José Colomina Arqués (* Jijona, Alicante 1809 † Valencia 23-02-1875) fue un industrial y comerciante que amasó una importante fortuna con
el negocio de la fabricación de abanicos. Era un producto de
gran calidad y caro, muy generalizado en los ambientes nobiliarios, lo que le permitió moverse en los círculos de poder de la corte madrileña.
Llegó a alcanzar tanta importancia que el rey
Amadeo I de Saboya
le nombró en 12 de noviembre de 1872, marqués de Colomina. Además llegó a ser nombrado senador del reino.
No obstante el palacio lleva el nombre de marquesa de Colomina, en razón de su hija, María del Patrocinio Colomina y Gómez (* ca. 1830 † Valencia 14-02-1907).
La marquesa de Colomina, mujer muy renombrada en su época, encargó en 1881 al arquitecto
Antonio Martorell Trilles, la construcción de un
panteón funerario en el
Cementerio General. En este panteón, uno de los más famosos del cementerio, reposan los miembros de su familia, no así su padre que lo hace en un nicho. La marca de
abanicos Colomina estuvo en uso hasta los años setenta del pasado siglo XX.
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