Introducción
Quien no ha visto Granada no ha visto nada
Nombre: Santa iglesia catedral metropolitana de santa María de la Encarnación
Ubicación: Granada. Comunidad autónoma de Andalucía.
Estilo principal: renacentista. Siglo XVI-XVII.
Declarada: Bien de interés cultural desde 1929
Propietaria: Archidiócesis de Granada
Gentilicio: granadino-a
Artistas que se citan en el trabajo
Alonso Cano Almansa (* Granada 19-02-1601 † Granada 03-09-1667) (enterrado en la cripta de la Catedral)
Alonso de Mena Escalante (* Granada 1587 † Granada 1646) padre de Pedro de Mena
Ambrosio de Vico (* ca. 1555 † Granada 22-04-1623)
Diego de Mora (* Granada 30-11-1658 † Granada 16-01-1729) hermano de José de Mora
Diego de Pesquera (* 1530 † 1587)
Diego de Siloé (* Burgos ca. 1490 † Granada 22-10-1563)
Enrique Egas (* Toledo ca. 1455 † Granada 1534)
Jean Michel Verdiguier (* Marsella-Francia 1706 † Córdoba 29-12-1796)
José de Mora (* Baza-Granada 01-03-1642 † Granada 25-10-1724) hermano de Diego de Mora
José Granados de la Barrera († 1685)
José Risueño Alconchel (* Granada 18-04-1665 † Granada 06-11-1732)
Juan Adán Morlán (* Tarazona-Zaragoza 1741 † Madrid 1816)
Juan de Meda (* Cantabria † Granada 25-06-1576)
Juan de Sevilla (* 1643 † 1695)
Melchor de Anachuri Aguirre († Granada 19-06-1697)
Pedro Atanasio Bocanegra (* 1638 † 1689)
Pedro Duque Cornejo Roldán (* Sevilla 14-08-1678 † Córdoba 1757)
Pedro de Mena Medrano (* Granada xx-08-1628 † Málaga 13-10-1688) hijo de Alonso de Mena
Teodoro Ardemans (* Madrid 30-06-1661 † Madrid 15-02-1726)
Historia
Los orígenes de la ciudad de Granada se encuentran en la colina donde se sitúa el actual barrio del Albaicín (frente a la Alhambra).
Sobre un poblado de origen íbero fechado alrededor del
siglo VII ac., los romanos establecieron hacia el 180 ac. un campamento militar al que llamaron Iliberis o Ilbira.
En el 756 el wali (gobernador) de la cora de Elvira (derivación de Ilbira), Ased ibn Abd al Rahman
construye una pequeña fortificación en la colina del Albaicín que empieza a ser conocida como
Medina Garnäta de donde tomara su nombre Granada.
El nombre de Albaicín o Albayzín, deriva de al-baezan (los baezanos) ya que esta colina fue lugar de refugio de los habitantes de Baeza que fueron
expulsados de su ciudad cuando las tropas cristianas del rey Fernando III el santo tomaron la ciudad en 1223.
Con la caída del califato cordobés, un mercenario de origen argelino que había estado a las ordenes del califato,
Zawi ben Ziri construye en 1013 una fortaleza sobre este enclave y crea la Taifa de Granada
con su propia dinastía: la ziri. Para ello desechó la antigua capital de la cora de
Elvira, Medina Elvira y establece su propia
capital en Medina Garnäta en la colina del Albaicín. En 1238 un caudillo musulmán procedente de Arjona (Jaén), Muhammad ibn
Yusuf ibn Nazar (Nasr) entra victorioso y de manera pacífica en Medina Garnäta y establece su propia dinastía: la nazarí, a quienes debemos la construcción de
la Alhambra y que mantendrán su hegemonía hasta la conquista de la ciudad por los Reyes Católicos.
La ciudad de Granada fue conquistada por los Reyes Católicos a los musulmanes el 2 de enero de 1492.
El 21 de mayo de 1492 la mezquita mayor de la Alhambra que ya había sido consagrada al culto cristiano, será erigida como iglesia catedral de la Encarnación,
nombrándose en 1493 al monje jerónimo y confesor de la reina católica, fray Hernando de Talavera como primer arzobispo de la diócesis restaurada.
Actualmente en su lugar podemos encontrar la iglesia de santa María de la Alhambra, edificio del siglo XVI que vino a sustituir a la desaparecida catedral.
Pocos años después, en 1495 los Reyes Católicos deciden que la catedral pase a situarse fuera de la Alhambra, en un lugar
conocido como El Realejo (a los pies de la colina de la Alhambra), antiguo barrio judío conocido
entonces como Garnat al-hayud. Con la expulsión de los judíos en 1492 el barrio había quedado despoblado y empezaba a ser poblado por
personajes importantes de la nobleza castellana.
No sería este lugar el mas conveniente, ya que finalmente los reyes deciden construir la nueva iglesia catedral sobre la mezquita aljama de la ciudad, lugar que
hoy ocupa, y que desde 1499 el cardenal Cisneros había consagrado a santa María de la O. En 1502 el papa Alejandro VI expide una bula autorizando el traslado
de la sede catedralicia desde El Realejo hasta la antigua mezquita aljama musulmana.
Desde el mismo momento de la conquista, la reina Isabel de Castilla quiso
ser enterrada en Granada. Para ello ordenó que después de su muerte, acaecida en 1504, fuera construida una capilla funeraria
donde pudieran reposar sus restos y los de su esposo Fernando
de Aragón († 1516). Entre 1505 y 1517 el arquitecto Enrique Egas construyó la conocida Capilla Real, dedicada a los santos Juan el Bautista y Juan Evangelista.
Al mismo tiempo que se construía la Capilla Real, Enrique Egas elaboraba los planos para construir junto a ella y ocupando el espacio de la antigua mezquita, la nueva
sede catedralicia. Mientras se construía la capilla los cuerpos de los Reyes Católicos fueron depositados en el convento de san Francisco en la Alhambra.
En 1521 sus restos fueron trasladados a la Capilla Real (junto a la catedral), donde reposan en la actualidad.
No obstante los deseos de los Reyes Católicos, la construcción de la catedral se demoró hasta el reinado de su nieto
Carlos I. La erección de la catedral fue impulsada por el rey Carlos I, según proyecto de 1506 de Enrique Egas
pero replanteada y ejecutada por Diego de Siloé.
Características
La catedral de Granada es el segundo templo catedralicio mas grande de España solo superada por la catedral de Sevilla, aunque la de Granada está considerada
como la primera catedral renacentista de España.
Como dato curioso debemos indicar que en
1946 la catedral de Granada fue consagrada ya que existían sospechas fundadas de que la misma no se había hecho en su momento.
Junto a la catedral se levantan dos edificios religiosos de especial importancia, ambos adosados a su fachada sur, por una parte la Capilla Real de la que ya hemos
hablado y por otra parte la iglesia del Sagrario, construida en el siglo XVIII al calor de las disposiciones del concilio de Trento. La Capilla Real fue el primer edificio en
ser levantado, continuo con el edificio catedralicio y finalmente se levanto la iglesia del Sagrario. Los tres forman un solo conjunto aunque independientes
entre sí.
La catedral se estructura en planta basilical de cinco naves, seis tramos y gran cabecera con girola uninave.
Nueve capillas absidiales, una de ellas usada como puerta de salida de las visitas turísticas y otra como entrada a la sacristía, lo que nos deja un total de siete
capillas absidiales con culto. En la embocadura de la girola encontramos dos grandes retablos: el retablo de Santiago y el retablo de la Virgen de la Antigua.
Dos naves de crucero no sobresalientes en planta pero si destacables, si las observamos desde el exterior en altura. La nave de crucero mayor discurre entre
la puerta del Perdón y la puerta de la Capilla Real, mientras que el segundo crucero de menor tamaño, lo hace entre la puerta de san Jerónimo y la puerta de la iglesia
del Sagrario. Tiene la catedral unas medidas de 115,40 metros de longitud por 65 metros de anchura. Dispone de una torre campanario en el ángulo noroeste, en los planos
debían construirse dos y además de mayor altura por lo que hemos de considerar que este aspecto quedó inacabado.
Los planos de Egas realizados en 1506 configuraban un templo tardogótico de cinco naves y cabecera poligonal. Mientras se construía la Capilla Real, los recursos
económicos iban dirigidos a esta por lo que las obras de la nueva catedral no comenzarían hasta años después.
Finalmente se colocó la primera piedra el 25 de marzo de 1523 (día de la Encarnación) en presencia del arzobispo Antonio de Rojas Manrique
(* Poza de la Vega-Palencia ca.1458 † Astudillo-Palencia 27-06-1527 / arzobispo entre 1507 y 1524).
En 1528 cuando apenas se había comenzado a construir los muros de la cabecera y el perímetro norte del templo, Egas es destituido por el cabildo.
En 1526 había tenido lugar un hecho de especial importancia, la boda en Sevilla del rey Carlos I con Isabel de Portugal. Después de la boda, Carlos I residió unos
meses en Granada y enamorado de la Alhambra ordenó la construcción de un palacio en su interior, el conocido como palacio de Carlos V.
Aprovechando que los restos mortales de sus abuelos los Reyes Católicos reposaban en Granada, el rey Carlos tomó la decisión de
convertir la catedral de Granada en panteón de los reyes de su dinastía hispana: los Austria.
Con este planteamiento del rey y la importancia que cobrada la ciudad, el diseño catedralicio de formas góticas medievales de Egas quedaba completamente arcaico y desfasado,
además existían diferencias con el cabildo que
dieron lugar a que en abril de 1528 el arquitecto fuera destituido. Se encarga a Diego de Siloé que por entonces trabajaba en la misma Granada
en las obras del monasterio de san Jerónimo, que se hiciera cargo de las obras de la catedral.
El sucesor de Egas, Diego de Siloé, aun a pesar de que las obras ya estaban comenzadas logró imprimir un cambio de criterio constructivo en
el nuevo estilo imperante: el renacentista o como se conocía entonces a lo romano. Contó Siloé con la amistad y el apoyo decidido del arzobispo del momento,
Pedro Ramiro de Alba (* Alba de Tormes-Salamanca ca. 1460 † Granada 21-06-1528 / arzobispo entre 1527 y 1528). Siloé estuvo en el cargo hasta 1563, fecha de su
muerte. Para entonces se había levantado la puerta del Ecce-Homo (1531) la mas antigua de la catedral abierta en la girola. Había construido
la puerta interior de entrada a la antesacristía también en la girola (1534), el primer cuerpo de la puerta del Perdón (1536) y sobre todo y mas importante se había dado
forma definitiva a la cabecera y a la cúpula que la cubre. También en 1540 se había cubierta la capilla central de la girola, hoy dedicada a san Cecilio.
Es por ello que el 17 de agosto de 1560 se abre al culto la capilla mayor y el 12 de agosto de 1561 se celebra la
primera misa en la catedral, aun quedaba mucho por construir pero el diseño a lo romano quedaba completamente configurado.
A la muerte de Siloé en 1563 continúa las obras su amigo y discípulo, el cantabro Juan de Maeda quien entre 1563 y 1576 se hace cargo de las obras de la catedral.
Hay un periodo de inactividad edilicia entre 1571 y 1575 por lo que Maeda no puede desarrollar toda la actividad que hubiera deseado. A su muerte,
se había construido el primer cuerpo de la torre campanario, la puerta de acceso al interior de la torre (hacia 1564),
el segundo cuerpo de la portada de san Jerónimo, además del crucero mayor, coro y las primeras bóvedas de cierre.
A la muerte de Maeda en 1576 le sucede un periodo de crisis donde las obras quedan ralentizadas y pasan por ellas un grupo de maestros
de obras de efímero recuerdo. En 1582 es nombrado como maestro de obras Ambrosio de Vico que continuará la labor iniciada hasta 1623, fecha de su muerte.
Vico construye el segundo y el tercer cuerpo de la torre campanario, eleva un cuarto cuerpo de forma ochavada pero este sería demolido años después ante la
inestabilidad que demostraba, por lo que la torre campanario dejaba fijada su actual altura en tres cuerpos y sin completar los seis que se supone debía de tener.
Construye el segundo cuerpo de la puerta del Perdón (1610), se cierran bóvedas y se continúan las obras en el interior de la catedral.
A la muerte de Ambrosio Vico en 1623 las obras quedan paralizadas, solo debemos destacar en este periodo la presencia entre 1636 y 1649
del maestro de obras Miguel Guerrero († 1649) que
realiza obras de menor importancia como son la finalización de la puerta del Perdón y de la puerta de san Jerónimo (1639), por lo que a la muerte de este, las tres portadas
de la catedral estaban terminadas, solo restaba la fachada principal, obra de gran importancia en la que apenas se había trabajado.
En 1667 es nombrado maestro de obras de la catedral, Alonso Cano Almansa quien solo permanece en el cargo
entre el 4 de mayo de 1667 y el 3 de septiembre de 1667 fecha de su muerte. A pesar del escaso tiempo que permaneció en el cargo, Alonso Cano era un viejo conocido
de la catedral ya que había participado como pintor y escultor
en diversas obras de la catedral y además se había encargado de los siete lienzos sobre la vida de la Virgen María de la capilla
mayor. Alonso Cano había presentado un proyecto de fachada barroca, proyecto que fue aprobado por el cabildo, aunque no llegó a verla construida por
fallecer al poco tiempo de su nombramiento. Tuvo el honor de llevar a cabo su construcción, José Granados de la Barrera, sucesor de Alonso Cano como maestro de obras
de la catedral entre 1668 y 1685. Granados levantó la fachada de Alonso Cano a excepción del cierre de los arcos que lo harían sus sucesores.
A Granados le sucede como maestros de obras, dos arquitectos: Teodoro Ardemans (entre 1688 y 1690) y Melchor de Anachuri Aguirre (entre 1688 y 1697) en un claro
ejemplo de bicefalia en las obras.
El 24 de diciembre de 1704 después de 181 años, los arquitectos Francisco Rodríguez Navajas y Francisco de Otero cerraron la bóveda del crucero secundario de la
catedral dando por finalizadas con carácter definitivo las obras de la catedral metropolitana de Granada. En el lugar había sido proyectado una cúpula-linterna que daría
mayor iluminación al templo, pero finalmente se optó por cubrirla sencillamente con una bóveda nervada. Era arzobispo de la diócesis en este momento Martín de
Ascargorta y Ladrón de Guevara (* Córdoba 01-03-1648 † Granada 25-02-1719 / arzobispo entre 1623 y 1719).
Fachada de la Encarnación La fachada principal, a los pies del templo, está dedicada a la Encarnación de la Virgen, titular del templo,
tiene tres portadas de entrada y fue trazada por Alonso Cano en 1667 en un estilo barroco contenido.
Alonso Cano falleció al poco de presentar el proyecto y no pudo ver su proyecto finalizado.
La obra fue ejecutada por el arquitecto José Granados de la Barrera entre 1670 y 1685.
Se estructura en dos cuerpos horizontales, en el inferior se abren tres portadas en arco de medio punto, mientras que el segundo
cuerpo lo forman tres grandes arcos, en cuyos muros se abren óculos acristalados.
Sobre la puerta central encontramos un gran medallón con un altorrelieve de mármol blanco
con el tema de la Encarnación de la Virgen y encima un tarjetón con la leyenda:
Ave María. El relieve realizado en 1717 es obra de José Risueño.
En el segundo cuerpo, el óculo central acristalado dibuja una estrella de dieciséis puntas.
Por encima de este un jarrón de azucenas, habitualmente considerado como una alusión a la pureza de la Virgen María.
Sobre los pilares del primer cuerpo donde se apoyan los arcos, cuatro esculturas, en el
extremo izquierdo san Miguel y en el extremo derecho san Rafael. Las dos figuras centrales representan la de la izquierda al Antiguo Testamento, figura femenina
que sostiene las tablas de la ley, mientras que la de la derecha representa al Nuevo Testamento.
Sobre las puertas laterales dos relieves en mármol blanco: sobre la puerta de la izquierda la visitación de la Virgen María a su prima santa Isabel y sobre la puerta de
la derecha, la Asunción de María a los cielos. En lo alto de los
frontales de los pilares cuatro medallones con los bustos de los cuatro evangelistas:
san Mateo, san Marcos, san Lucas y san Juan, todos con sus animales simbólicos. Flanqueando la
portada central dos esculturas, san Pedro y san Pablo de Pedro Duque Cornejo. En la parte escultórica también trabajaron los escultores Jean Michel Verdiguier y su
hijo Louis Pierre Verdiguier.
Puerta del Perdón
Situada en el muro de la fachada norte, queda enfrentada por el interior con la puerta de la Capilla Real, uniendo entre sí el espacio que constituía la nave crucero principal.
La fachada norte se abre en la calle Cárcel Baja, lleva por nombre puerta del Perdón y es obra plateresca realizada por Diego de Siloé hacia 1536 quien trabajó en
el primer cuerpo.
Se configura en arco de medio punto descasando en gruesas jambas prismáticas. La portada queda enmarcada por dos grandes columnas corintias de fustes acanalados y otras dos
semicolumnas en los extremos. Los fustes de cada una de las columnas tienen una pequeña cartela con la leyenda: PLVS VLTRA.
En las enjutas del arco dos figuras femeninas sostienen un panel frontal con una inscripción, son las figuras alegóricas de la virtud teologal de la Fe (con un
cáliz) y la virtud cardinal de la Justicia (con una espada). Sus nombres están escritos: FIDES y IVSTICIA.
En los gruesos contrafuertes exteriores que enmarcan la portada se pueden ver, a la izquierda el
escudo de los Reyes Católicos y a la derecha el
escudo del rey Carlos I de España (V de Alemania).
Completa este primer cuerpo un conjunto de cuatro nichos u hornacinas vacías. La decoración plateresca que escapa libremente por toda la portada es a base de:
guirnaldas, hojas, angelillos, jarrones, personajes con caras grotescas etc. La cartela central que sostienen las dos virtudes tiene una inscripción
que alude a la primitiva función del templo como panteón, cosa que como ya hemos visto nunca se llegó a realizar.
El segundo cuerpo es obra de Ambrosio de Vico realizada en 1610. En las enjutas las figuras de David con un arpa y el profeta Isaías con un pergamino, en el tímpano de la
portada la figura de Dios Padre, ambas figuras atribuidas al escultor Martín de Aranda. En el centro del dintel y debajo de Dios Padre, la paloma del Espíritu Santo. Lleva el rey
David una cartela que dice de fructus ventris tui, mientras que el pergamino de Isaías dice: Ecce virgo concipiet / Isaz, que deben traducirse como Bendito
sea el fruto de tu vientre y He aquí que la virgen ha concebido este último del profeta Isaías.
El resto de los espacios y nichos al igual que ocurre con el piso inferior están vacíos.
El hastial superior fue finalizado por el maestro de obras granadino Miguel Guerrero, que lo fue entre 1636 y 1649. Por último indicaremos que la
portada se encuentra protegida por una reja de hierro.
Puerta del Ecce Homo abierta en la girola, es la mas antigua de toda la Catedral.
Construida hacia 1529 según diseño de Diego de Siloé, en 1531 ya estaba finalizada. La puerta es adintelada, tiene un cuerpo superior en cuyo interior hay un medallón con la figura
de medio cuerpo del Ecce Homo, relieve ejecutado personalmente por Siloé. La decoración de la portada corrió a cargo de Sancho del Cerro hacia 1530. El
medallón central se encuentra flanqueado por figuras de bichas y candeleros. La puerta al interior de la catedral es de estructura apuntada ya que corresponde a un momento
en que Enrique Egas todavía era maestro de obras y mantenía su estructura gótica inicial.
Puerta de san Jerónimo en la fachada norte.
Junto a la puerta encontramos una
fuente de tres caños con un relieve de un jarrón de azucenas, realizada en 1667 según se puede leer en el frontón triangular.
La portada es obra renacentista, transformada en la actualidad como ventanal después de la reforma efectuada en 1886 por el arzobispo José Moreno Mazón
(* Málaga 04-12-1825 † Granada 17-01-1905 / arzobispo entre 1885 y 1905).
La puerta se abría en la nave del crucero menor y enfrentaba a la puerta de la iglesia del Sagrario en el interior de la nave lateral sur.
Fue iniciada en 1532 por Diego Siloé quien levantó el primer cuerpo. Diseñó una portada en arco de medio punto entre pilastras con decoración plateresca.
En las enjutas del arco, dos medallones con bustos de ángeles niños.
El segundo cuerpo es obra de su discípulo y sucesor Juan de Maeda.
Se compone de un relieve de san Jerónimo penitente, realizado en 1565 por Diego de Pesquera.
El tercer cuerpo es el mas elaborado, fue ejecutado por el maestro de obras Miguel Guerrero en 1639, según se puede leer en la cartela que remata el conjunto
sostenida por dos ángeles. Se compone de un óculo acristalado, flanqueado por dos grifos y otros tantos jarrones. En la parte superior ángeles portando la
cartela antes mencionada.
Interior del templo
Destaca por las altas columnas de capiteles corintios que en numero de veinte, sustentan un total de treinta bóvedas nervadas estrelladas con terceletes.
Estas columnas acanaladas son en realidad pilares cruciformes a los que se ha adosado cuatro medias columnas que se elevan sobre un pedestal. Las columnas
sustentan trozos de entablamentos que reciben el peso de un segundo cuerpo de soportes que sirven de sustentación a las bóvedas. Este juego columnario
permite una considerable elevación de las naves, una de las principales características de la catedral. Un segundo aspecto a tener en cuenta, es que todo el interior
se encuentra pintado o estucado en blanco, lo que aumenta la sensación de amplitud y luminosidad. En 1929 el coro que ocupaba la nave central fue desmontado lo
que permitió aumentar la sensación de amplitud y diafanidad.
Dispone de dos órganos barrocos de extraordinaria belleza, realizados por Leonardo Fernández Dávila (talla, escultura, dorado, maquinaria y cajas)
entre 1744 y 1749. El órgano de la epístola conserva la maquinaria original. El coro se encontraba bajo los órganos ocupando el centro de la nave principal, pero en
1929 fue desmontado y la sillería trasladada al presbiterio donde permanece.
El traslado del coro fue decidido por el
arzobispo Vicente Casanova Marzol (* Borja-Zaragoza 16-04-1854 † Zaragoza 23-10-1930 / arzobispo entre 1921 y 1930).
El trascoro fue montado en la actual capilla de la Virgen de las Angustias.
Capilla mayor obra de Diego de Siloé, adopta planta circular, con siete vanos en arco de medio punto con intradoses de casetones y permite la
comunicación entre el presbiterio y la girola. La capilla se abre a la nave central de la iglesia a través de un gran arco triunfal de medio punto. En este punto
el presbiterio alcanza 45 metros de altura desde el suelo hasta la cúpula y el diámetro del círculo 22 metros.
La decoración interior es obra barroca de Alonso Cano y se estructura en cinco niveles.
A media altura en cada una de las columnas del arco triunfal bustos insertos en medallones representando a Adán y a Eva, tallas de Alonso Cano y bajo ellos sobre un saliente
con el escudo de los Reyes Católicos, las estatuas orantes de Isabel de Castilla y Fernando de Aragón que miran hacia el altar, tallas de Pedro de Mena realizadas entre
1675 y 1677.
En el primer cuerpo situado a nivel de suelo encontramos
doce grandes semicolumnas que abren arcos de medio punto, en cuyos frontales al nivel del arco
vemos representados los doce apóstoles de Cristo, realizados entre 1611 y 1616 por el
escultor Bernabé de Gaviria (* Granada 20-06-1577 † Granada 1622). A Gaviria se le deben al menos diez de los doce apóstoles, siendo la de san Pablo obra de Alonso
de Mena. Son esculturas de tamaño algo mayor
que el natural y se encuentran doradas y elevadas sobre ménsulas también doradas. Sus nombres: Pedro, Mateo, Matías, Judas Tadeo, Bartolomé, Felipe, Santiago el
menor, Tomás, Juan, Santiago el mayor, Andrés y Pablo.
En el segundo cuerpo encontramos una balconada por encima de cada uno de los arcos y en ellos una serie de catorce óleos sobre lienzos que representan a
padres de la iglesia oriental y occidental así como a doctores de la iglesia. Lienzos pintados entre 1674 y 1676 por Juan de Sevilla y por Pedro Atanasio
Bocanegra. Los efigiados en los lienzos cuyos nombres figuran en la parte superior son: san Atanasio, san Gregorio Nacianceno,
san Ambrosio, san Jerónimo, san Basilio, san Juan Crisóstomo,
san Agustín, santo Tomás de Aquino, san Buenaventura, san Gregorio Magno, san León I papa, san Ildefonso, san Bernardo de Claraval y san Isidoro de León.
Este espacio oculto por los lienzos, debían de estar ocupados por sepulcros, ya que en un primer momento esta
capilla tenía que servir de panteón real de la monarquía hispánica. Con la decisión del rey Felipe II de construir el
monasterio del Escorial y convertirlo en panteón real, la
idea de panteón funerario de esta capilla fue abandonada y los nichos ocultos por los cuadros permanecen vacíos.
El tercer cuerpo y sobre una balconada corrida se disponen un total de
siete grandes lienzos pintados por Alonso Cano entre 1652 y 1654 con escenas alusivas a la vida de María: (de izquierda a derecha)
la Inmaculada Concepción, el nacimiento de la Virgen, la presentación en el templo, la Encarnación (en el centro), la visitación, la purificación de la Virgen y la
asunción de María a los cielos. Esta serie de óleos es una de las obras cumbres de Alonso Cano.
El cuarto nivel está ocupado por un conjunto de siete ventanales formadas por siete pares de vitrales, lo que hace un total de catorce vidrieras.
Realizadas en Amberes (Países Bajos) por Teodoro de Holanda (nacido Dirk Vellert) con escenas de la pasión de Cristo. Narran las siguientes escenas:
el pecado original, la natividad, la matanza de los inocentes, la circuncisión, la adoración de los Magos,
el bautismo de Cristo, la transfiguración de Jesús, la institución de la Eucaristía, el lavatorio de los pies, la oración en el huerto, el prendimiento, la flagelación, la coronación de
espinas y el Ecce Homo.
El quinto cuerpo está formado por otro conjunto de vidrieras insertos en diez arcos de medio punto con sus correspondientes diez vidrieras.
Son obras realizadas entre 1558 y 1561 por el granadino de origen nórdico Juan del Campo y representan escenas de la vida pública de Jesús.
Están representadas las escenas de la predicación
de san Juan Bautista, la decapitación del bautista, la samaritana en el pozo de Jacob, camino del Calvario, la crucifixión, el descendimiento, la resurrección, Noli
me tangere y pentecostés.
Cerrando el círculo de la capilla, cúpula semiesférica pintada de color azul y con estrellas doradas simulando una representación del reino de los cielos.
Preside la capilla un
gran tabernáculo de plata coronada por una imagen de la Fe, obra realizada en estilo plateresco hacia el año 1924 por
el platero José Navas Parejo (* Álora-Málaga 22-10-1883 † Granada
10-03-1953). En el interior del templete el Santísimo Sacramento.
Otros elementos dignos a destacar en la capilla mayor son el facistol realizado en 1652 por Alonso Cano y
trasladado desde el coro de la nave central, obra en mármol, bronce y madera de cedro. Por el interior del templo se pueden ver alguno de los grandes
libros corales que completaban el facistol. Además dos lámparas
de plata que cuelgan del techo con motivos marianos ejecutadas por Diego Cervantes Pacheco (* 1603 † 1679) según diseño de Alonso Cano.
Los dos púlpitos que se abren en la nave central están realizados con mármoles y madera sobredorada. Fueron realizados entre 1713 y 1714 por
Francisco Hurtado Izquierdo (* Lucena-Córdoba 06-02-1669 † Priego-Córdoba 30-06-1725)
El púlpito de la nave de la epístola está coronado sobre el
tornavoz por la figura alegórica de la Esperanza, mientras que en los frontales del púlpito medallones policromados con las figuras de san Jerónimo, san Ambrosio
de Milán, san Agustín de Hipona y santo Tomás de Aquino.
El púlpito de la nave del evangelio está coronado también sobre el tornavoz con la alegoría de la Caridad, y en los frontales del púlpito, los evangelistas: san Lucas,
san Marcos, san Juan y san Mateo.
En la embocadura de la capilla mayor, en el muro que cierran las naves intermedias del templo, se alzan dos altares realizados por
Diego de Siloé. Ambos altares se estructuran en dos niveles separados por una cenefa con una inscripción en latín. El altar de la izquierda (nave del evangelio) está
puesto bajo la titularidad del Santo Cristo y dispone de dos lienzos, en la parte superior: el martirio de san Cecilio, obra de Pedro Atanasio Bocanegra, el lienzo del
nivel inferior la Flagelación, de Juan de Sevilla. A la derecha (nave de la epístola), el conocido como altar de san Bernardo,
en la parte superior, Milagro de san Benito de Juan de Sevilla, en el nivel
inferior, la lactancia de san Bernardo de Pedro Atanasio Bocanegra. En el lienzo de san Bernardo
y en el ángulo inferior derecho, la pequeña figura del donante, el arzobispo Francisco de Rois y Mendoza (* Madrid 16-03-1611 † Granada 16-03-1677 / arzobispo
entre 1673 y 1677).
Recorrido interior de la catedral
Comenzando nuestro recorrido por los pies de la catedral, en el lado de la epístola o lo que es lo mismo tomando el camino de nuestra derecha encontramos las
siguientes capillas o accesos:
Antigua puerta de la contaduría en la nave de la epístola.
Puerta en arco de medio punto entre pilastras levantadas sobre altos zócalos. Construida en 1699 daba paso a la sala donde se
administraban las cuentas de la catedral, de donde toma su nombre. Destaca por su balcón situado sobre la parte superior, y por que
en las enjutas de los arcos encontramos dos relieves de la Prudencia y la Justicia que flanquean una cartela sin ninguna inscripción. Unas pocas
hornacinas vacías completan el conjunto.
En el muro hastial cerca de esta puerta, un pequeño altar con un
óleo sobre lienzo de Pedro Atanasio Bocanegra con una representación de la Virgen de Belén, con una escena del descanso de José y
María en su huída a Egipto.
Capilla de san Miguel en la nave de la epístola.
Retablo neoclásico realizado con mármoles de distintos colores por Francisco Romero de Aragón, a iniciativa del arzobispo Juan Manuel Moscoso Peralta
(* Arequipa-Perú 06-01-1723 † Granada 24-07-1811 / arzobispo entre 1789 y 1811).
Según la lápida fundacional que se puede ver en la capilla fue comenzada en 1804 y terminada en 8 de mayo de 1807.
Centra el retablo un altorrelieve en mármol blanco
de san Miguel Arcángel luchando con una espada flamígera contra seres infernales derrotados a su pies, relieve realizado por el escultor
Juan Adán Morlán. En el ático relieve de la Santísima Trinidad entre una gloria de nubes y ángeles, obra
de Manuel González y Narciso Miguel Bueno (bronces).
En el muro lateral derecho, retablo con un gran lienzo de Nuestra Señora de la Soledad, obra de Alonso Cano. En el muro lateral izquierdo monumento funerario
del arzobispo mecenas Moscoso Peralta, obra realizada hacia 1795 por el catalán Jaime Folch Costa (* Barcelona 1755 † 1821).
En el mismo podemos ver al arzobispo en posición orante y arrodillado encima de la
urna sepulcral. Tiene la mitra episcopal apoyada en la tapa del sepulcro.
Puerta de acceso a la iglesia del Sagrario en la nave de la epístola.
Esta capilla alberga la puerta de acceso a la iglesia del Sagrario, con tal motivo solo está decorada a nuestra izquierda
por un pequeño altar cerrado por una verja de hierro que alberga un
gran lienzo de Cristo con la cruz a cuestas, conocido como Cristo del paño,
algunos asientos del antiguo coro desmontado y una serie de lienzos distribuidos en sus muros a modo de pequeño museo pictórico.
Capilla de la Santísima Trinidad en la nave de la epístola.
El retablo principal que preside y da nombre a la capilla es obra barroca de 1737 realizado en madera por el granadino Gregorio Salinas, siendo arzobispo Felipe de los Tueros
y Huerta (* Valle de Trucios-Vizcaya 16-03-1675 † Granada 12-09-1751 / arzobispo entre 1734 y 1751).
Destaca el retablo por las nueve pinturas que lo decoran, en el piso superior y en el centro, óleo sobre lienzo de autor discutido representando a la Santísima Trinidad.
Lo flanquean dos pequeñas pinturas, una de la Virgen con el Niño y el segundo con
un rostro de la Virgen, debajo de ellos María Magdalena y san Francisco de Asís, las cuatro obras,
del pintor italiano Carlo Maratta (* Camerano-Italia 13-05-1625 † Roma 15-12-1713). En los tres lienzos del piso
inferior, escenas del descendimiento de la Cruz, la muerte de san José y los desposorios de María y José, obras atribuidas a Carlo Maratta.
En el ático del retablo pequeña talla de Cristo crucificado.
En la puerta del Sagrario pintura de san Juanito con el cordero, obra de Eugenio Gómez Mir (* Granada 1877 † Granada 1938).
Los muros laterales están ocupados por dos retablos, a la izquierda retablo de san José y a la derecha retablo de san Francisco de Paula, ambos realizados
entre 1774 y 1775 por el retablista Francisco Villoslada.
Capilla de Jesús Nazareno en la nave de la epístola.
Retablo barroco realizado entre 1722 y 1725 por Félix Rodríguez († 1724), continuado a la muerte de este por José Pablo Narváez según
trazas de Marcos Fernández de la Raya y dorado en 1730 por Francisco Moreno. Retablo caracterizado por toda una serie de lienzos donados a la
catedral por José Gutiérrez de Medinilla Venegas.
Distribuidos por todo el retablo un total de nueve óleos sobre lienzos de distintos autores y calidades. En la línea central y de arriba a abajo: Aparición del Niño Jesús a
san Antonio de Padua (atribuido a José de Ribera), Jesús Nazareno o Encuentro de Jesús con su madre camino del calvario (atribuido a Alonso Cano) y san Pedro
arrepentido (copia de José de Ribera). En el mismo orden pero en el flanco izquierdo: El Salvador (atribuido a Alonso Cano), María Magdalena (atribuido a José de Ribera)
y san Francisco de Asís. En el lado derecho: la Virgen María (atribuido a Juan de Sevilla), el martirio de san Bartolomé (copia de un lienzo de
José de Ribera) y san Agustín (atribuido a Pedro Atanasio Bocanegra).
Portada gótica acceso a la Capilla Real en el crucero mayor lado de la epístola.
Esta puerta normalmente cerrada permitía el acceso desde la catedral a la Capilla Real, lugar donde se encuentra los enterramientos de Isabel de Castilla y Fernando
de Aragón. Esta portada es una de las obras maestras que guarda la catedral, obra de Enrique Egas y ya estaba construida antes de iniciarse las obras catedralicias.
Puerta peraltada en arco de medio punto festoneada, construida hacia 1517. Por encima un arco mixtilíneo en cuyo tímpano encontramos el escudo real de los Reyes Católicos con el
águila de san Juan y flanqueándolo las divisas de los reyes, el yugo (por Ysabel) y las flechas (por Fernando). En el ático escena con la adoración de los Magos y a izquierda
y derecha: san Miguel y Santiago apóstol peregrino. En la arquivolta del arco seis apóstoles sentados y en las jambas donde se apoya la arquivolta san Juan Bautista y san
Juan Evangelista, patronos de la Capilla Real. Flanquean la portada dos maceros con la heráldica de los Reyes Católicos. Todo el conjunto se remata con pináculos y decoración
claramente de estilo gótico.
En las columnas que enmarcan la capilla dos grandes escudos: a la izquierda, escudo de los Reyes Católicos con el águila de san Juan, a la derecha
escudo de Carlos I con el águila bicéfala de los Austria. Fueron mandados colocar por Diego de Siloé.
Capilla de Santiago o del Triunfo de Santiago en la embocadura de la girola en la nave de la epístola.
Retablo realizado entre 1707 y 1708 por el lucentino Francisco Hurtado Izquierdo y dorado por Pedro Romero entre 1712 y 1713.
Centra el retablo una talla ecuestre de Santiago matamoros con un musulmán caído a los pies del caballo, obra de Alonso de Mena. Encima de la
figura del santo un pequeño icono conocido como Virgen de las Penas, regalo del papa a la reina Isabel en reconocimiento por la conquista de
Granada.
En la parte superior preciosa escultura de la Inmaculada Concepción atribuida a José Risueño. Flanqueando a Santiago apóstol, tallas de san Cecilio de José de Mora
y san Gregorio de Elvira de Diego de Mora. A ambos lados de la Inmaculada, en el piso superior, dos óleos sobre lienzos ovalados de san Pedro Nicolás Pascual y
santo Tomás de Villanueva, ambas pinturas de José Risueño.
En el suelo, lauda sepulcral del arzobispo Martín de Ascargorta, mecenas de la capilla y arzobispo bajo cuyo pontificado se terminó la catedral. Adosado
a la columna de la derecha, fuera de la capilla, una inscripción-epitafio en latín loando las virtudes del arzobispo Ascargorta.
Sacristía Con entrada a través de la primera capilla absidial del lado de la epístola.
La sacristía está formada por un conjunto de varias salas: antesacristía, sacristía, sala capitular y oratorio.
La actual sacristía fue construida en el siglo XVIII en sustitución de una anterior que fue destruida por un incendio. La antesacristía y la sacristía se cubren con bóvedas
de cañón con lunetos y está presidida por la figura de Cristo en la cruz, obra realizada en 1600 por Juan Martínez Montañés
(* Alcalá la Real-Jaén 16-03-1568 † Sevilla 18-06-1649). Ambas salas están vestidas con cajoneras y armarios de madera de nogal.
Aloja la sacristía una escultura de la Inmaculada, obra de Alonso Cano, en un principio estuvo dispuesta en la parte alta del facistol, pero dada la gran calidad de la escultura se
decidió su traslado a esta sala para su mejor custodia. La talla fue realizada en 1656 en madera de cedro y está considerada como una de las principales obras de arte de
la catedral.
La entrada se realiza por una sala denominada antesacristía, para ello hay que atravesar una puerta en forma de arco medio punto que sostiene un entablamento
renacentista, obra maestra de Diego Siloé realizada en 1534.
En la parte superior del entablamento y en un segundo cuerpo un gran medallón circular con un altorrelieve de la Virgen María
y el Niño Jesús algo crecidito. Flanquean el medallón esculturas en piedra de bulto redondo de san Pedro y san Pablo. En las enjutas del arco podemos ver relieves de
ángeles trompeteros. Las batientes de madera de la puerta están formadas por veinticuatro casetones labrados en madera, con bustos de apóstoles y personajes
bíblicos. En las labores de madera de la puerta trabajaron los carpinteros Miguel de Espinosa y Baltasar de Arce.
Capilla de santa Ana en la girola.
Retablo barroco realizado entre 1615 y 1616 por el retablista Gaspar Guerrero a expensas del gremio de sastres.
En el centro del retablo, conjunto escultórico formado por santa Ana, la Virgen y el Niño Jesús, tallas de Diego Pesquera.
Completan el retablo en el ático: la coronación de la Virgen, en el segundo cuerpo: la presentación de la Virgen en el templo, Virgen con Niño y el nacimiento de la
Virgen María. En el nivel inferior y flanqueando a santa Ana: el ofrecimiento anual en el templo y el abrazo de san Joaquín y santa Ana ante la puerta dorada. Todos óleos sobre
tablas del pintor Pedro Raxis (* Alcalá del Real-Jaén 16-02-1555 † Granada 05-06-1626).
En los muros laterales, dos grandes óleos sobre lienzos con la Aparición de la Virgen a san Juan de Mata y la Visión de san Félix de Valois, obras de 1674 del pintor
Pedro Atanasio Bocanegra.
Bajo el suelo de esta capilla hay una cripta abovedada cuyo destino era lugar de enterramiento de arzobispos y prelados de la diócesis.
Capilla de san Sebastián en la girola.
Con anterioridad la capilla se encontraba bajo la titularidad de san Miguel. Aunque visualmente no se perciba, esta es una de las tres capillas conocidas como menores, ya que
su parte posterior está ocupada por una estancia que hace de sacristía de la capilla vecina de san Cecilio. Por tanto esta capilla es de reducidas dimensiones.
En 1732 se construye el retablo barroco centrado en el personaje en forma de escultura de san Sebastián, realizada en el siglo XVII. Flanquean al
titular de la capilla: san Roque (siglo XVI) y santa Bárbara (siglo XVIII). En la parte superior del retablo y por encima de la escultura del titular, óleo sobre lienzo del artista
Juan de Sevilla en una escena del martirio de san Sebastián aunque en una iconografía distinta que la que podemos visualizar en la escultura inferior.
Completa la decoración de la capilla dos pequeñas esculturas iguales del Niño Jesús. Sobre peanas adosadas al muro testero encontramos las dos tallas, en ambas
los niños aparecen desnudos y de pie. Además lienzos de san Pedro, otro de san Agustín y esculturas de san Juan evangelista y san Esteban.
Capilla de san Cecilio ocupando el centro de la girola. Fue de las primeras en ser construidas por Diego de Siloé en 1540. Dispone de una pequeña sacristía,
robada en parte a la vecina capilla de san Sebastián por detrás del retablo.
La actual capilla de estructura neoclásica fue realizada en 1787 por el arquitecto Francisco Aguado (* ca.1748 † ca.1816) en mármoles blancos de diversas tonalidades.
La capilla se decora con tres retablos, el central mucho mas grande que los laterales. En el retablo central escultura de san Cecilio, titular de la capilla y
patrón de Granada, obra en mármol blanco de Macael del escultor Jean Michel Verdiguier.
En los retablos laterales mucho mas sencillos, están representados: a la izquierda san Emigdio, obispo de Ascoli (Italia) y a la derecha san Juan de Dios, con esculturas de mármol
realizadas por Jean Michel Verdiguier. La figura de san Juan de Dios, está representada en el momento de cargar a un enfermo al que salva de un incendio. San Emigdio de
Ascoli ejerce su patronazgo-protector contra los terremotos.
San Cecilio es desde 1599 patrón de Granada y de su archidiócesis, de ahí que ocupe un lugar preeminente en la capilla central de la girola. Sin embargo la existencia de san
Cecilio no está totalmente demostrada. Según la leyenda es uno de los siete varones apostólicos que el apóstol Pablo envío a predicar por Hispania. San Cecilio natural
de estos pagos se convirtió en el primer obispo de la diócesis de Elvira (hoy Granada). Fue martirizado en la hoguera y sus restos se encuentran depositados en la
abadía del Sacromonte, cerca del lugar donde fueron encontradas las cenizas. Hasta que fue elegido patrón de Granada en 1599, el patrón titular fue san Gregorio de
Elvira, obispo del siglo IV del que si está confirmada su existencia .
Capilla de san Blas en la girola. Es la segunda de las capillas pequeñas ya que también se encuentra reducida por tener la sacristía de su vecina
capilla de santa Teresa ocupando parte de su espacio. Visualmente esta reducción no es perceptible, solo puede llamar la atención que se trata de una capilla
muy pequeña.
Retablo de estilo barroco realizado en 1738 y dorado en 1750. Lo preside una talla de san Blas obispo de Sebaste (Armenia) con un Niño, en alusión a un milagro del
santo. En los laterales del retablo dos óleos sobre lienzos de Juan de Sevilla, representando a san Onofre y a san Jerónimo. En la parte superior del retablo,
en el interior de una hornacina escultura policromada de santa Teresa de Jesús.
Completa el programa iconográfico de la capilla dos óleos sobre lienzos de autores desconocidos La Sagrada Familia en compañía de san Juan y san Francisco
de Asís.
Capilla de santa Teresa de Jesús en la girola.
Retablo exponente de un primer barroco todavía con trazas clasicistas,
realizado por Gaspar Guerrero entre 1618 y 1620 a expensas del arzobispo Felipe de Tassis y Acuña (* Valladolid 1548 † Granada 20-07-1620 /
arzobispo entre 1616 y 1620) y años después dorado en 1647 por Pedro de Raxis el joven.
Centra el retablo una escultura de santa Teresa donada por la orden carmelitana en 1617 cuando la santa todavía no había sido elevada a los altares y ostentaba solo el
título de beata. Completan el retablo cinco óleos sobre lienzos
con escenas alusivas a la santa carmelita: en el centro del piso superior, santa Teresa entre san Pedro y san Pablo con la Santísima Trinidad, a la izquierda santa Teresa
en éxtasis y a la derecha santa Teresa escribiendo. En el piso inferior a la izquierda de la talla de la santa titular: la imposición del collar a santa Teresa por la Virgen y san José y
a la derecha la transverberación de la santa. Lienzos realizados entre 1620 y 1622 por el monje carmelitano Adriano. En el frontón curvo del ático, Dios Padre con la esfera del
mundo.
En los muros laterales dos altares con dos
grandes lienzos de la Inmaculada Concepción (a la izquierda) y el Ángel Custodio (a la derecha), realizados en 1691 por Juan de Sevilla.
Capilla del Cristo de las Penas o Cristo de las Ánimas. En la girola. Es la tercera y última de las capillas pequeñas, pues también tiene robado un trozo
de espacio para servir de sacristía a su vecina capilla de santa Lucía.
Preside la capilla un retablo de corte renacentista formado por un conjunto escultórico presidido por Cristo en la cruz y a sus pies la Virgen María y San Juan, conjunto
fechado en el siglo XVI pero muy restaurado en el siglo XVIII. Es el retablo mas antiguo de la catedral.
A ambos lados y sobre peanas adosadas a la pared con un fondo en forma de arco, esculturas
de la Virgen de la Guía del siglo XV y san Juan Bautista del siglo XVIII. En lo alto del retablo
un conjunto escultórico formado por Cristo muerto en presencia de la Virgen María, Nicodemo y José de Arimatea. En actitud orante y presenciando
la escena anterior: María Magdalena y María Cleofás. En el frontón superior la presencia de Dios Padre con la esfera del mundo.
Capilla de santa Lucía en la girola. Antes conocida como Jesús a la columna.
Tiene sacristía robada a su vecina capilla del Cristo de las Penas.
La capilla dispone de tres retablos. El central que la preside está dedicada a santa Lucía, obra realizada entre 1620 y 1624 por Gaspar Guerrero. Preside el mismo
una talla de santa Lucía de Alonso de Mena, a la cual flanquean san Roque a nuestra izquierda y al rey de Castilla Fernando III el Santo a nuestra derecha.
En lo alto del retablo, en el frontón, la figura de Dios Padre.
En el muro lateral izquierdo pequeño retablo barroco de san Francisco de Borja y en el muro lateral derecho retablo de similares características
de san Luis Gonzaga. Ambos retablos realizados en 1761 por Nicolás de Mayo, las esculturas son de autor anónimo donadas por la compañía de Jesús.
Junto al retablo de san Francisco de Borja, escultura en madera policromada de Jesús atado a la columna del siglo XVI.
Capilla de Nuestra Señora de la Antigua en la embocadura de la girola por la nave del evangelio. Tiene su correspondencia frontera con la nave de la epístola con
la capilla de Santiago.
Retablo barroco realizado entre 1716 y 1718 por Pedro Duque Cornejo Roldán a expensas del arzobispo Martín de Ascargorta.
En el centro del retablo en el interior de un baldaquino con cortinajes, escultura de
Nuestra Señora de la Antigua, obra anónima de madera policromada
del siglo XV probablemente procedente del norte de Europa. Según es tradición
fue regalo de los Reyes Católicos que la portaban en la toma de Granada. La Virgen de pie, sujeta con su brazo izquierdo al Niño Jesús
mientras que con la derecha sujeta un lirio, el Niño Jesús lleva en su mano
izquierda una granada, mientras que con la derecha hace ademán de bendecir. Ambas figuras están coronadas aunque tal añadido es de fecha bastante
posterior.
Junto a la hornacina donde se alberga la imagen mariana, esculturas de san Cecilio y san Gregorio de Elvira, ambos patrones de Granada y obispos con siglos
de diferencia. En lo alto del retablo esculturas de los arcángeles: Rafael, Miguel y Gabriel vistos a contraluz por la presencia de tres óculos abiertos
a la luminosidad exterior.
En los muros laterales de la capilla dos grandes arcos semicirculares cuyo interior albergan dos óleos sobre lienzos,
con los retratos honoríficos de Fernando de Aragón a nuestra izquierda e Isabel de Castilla a nuestra derecha, pintados en
1649 por Francisco Alonso Argüello († 1664).
En el suelo cripta con el enterramiento de Julio Quesada Cañaveral Piédrola (* Madrid 30-10-1857 † Madrid 15-07-1936) duque de san Pedro Galatino en compañía
de su esposa y varios miembros de la familia. Julio Quesada fue un acaudalado
industrial que desarrolló una importante labor cultural y turística-empresarial en Granada y Sierra Nevada. Sus restos fueron traídos desde Madrid al poco de su muerte
y en razón a que era canónigo honorario de la catedral pudo ser enterrado en lugar tan sagrado.
Puerta del Perdón Nave del evangelio.
Situada en la nave crucero mayor de la catedral, enfrenta en su interior con la portada de la Capilla Real en la nave de la epístola.
Capilla de Nuestra Señora de las Angustias nave del evangelio.
El retablo fue realizado entre 1736 y 1741 en estilo rococó por José Marcelo de Bada Navajas
(* Lucena-Córdoba 16-01-1691 † 26-12-1755) con mármoles policromos de diversas tonalidades.
Originalmente se trataba del altar del trascoro, al ser desmontado en 1929 de la nave central
se trasladó a esta capilla donde se rinde culto a Nuestra Señora de las Angustias, patrona de la ciudad de Granada.
Preside el retablo la imagen en mármol blanco de la Virgen de las Angustias que tiene frente a ella a su hijo muerto. La acompañan en el retablo cuatro esculturas
también de mármol blanco de san Cecilio, san Gregorio de Elvira, san Pedro Pascual (obispo de Jaén y monje mercedario, muerto en 1300 en Granada por predicar la
religión cristiana) y santo Tomás de Villanueva. Todas las esculturas son obra del escultor Agustín José Vera Moreno (* Granada 07-09-1697 † Granada 29-02-1760)
realizadas entre 1741 y 1742.
En el suelo enterramientos de los arzobispos: José Moreno Mazón (* Málaga 04-12-1825 † Granada 17-01-1905 / arzobispo entre 1885 y 1905),
Balbino Santos Olivera (* Hospital de Órbigo-León 27-03-1887 † Granada 14-02-1953 / arzobispo entre 1947 y 1953) y
Rafael García y García de Castro (* Miranda del Castañar-Salamanca 18-10-1895 † Granada 03-02-1974 / arzobispo entre 1953 y 1974).
Capilla de la Virgen del Carmen nave del evangelio.
Con anterioridad esta capilla estaba dedicada al Lignum Crucis. El retablo que preside la capilla está realizado entre 1770 y 1773 por el escultor Juan Serrano, mientras
que el dorado corrió a cargo de Francisco Salmerón en 1773. Fue construida a expensas del arzobispo Pedro Antonio Barroeta Ángel (* Ezcaray-La Rioja 25-10-1701 † Granada
20-03-1775 / arzobispo entre 1759 y 1775).
El centro del retablo está ocupado por una imagen
de Nuestra Señora del Carmen, obra atribuida a José de Mora. Flanqueando a la titular, esculturas de san Elías obra de Pedro de Mena y san Simón
Stock, ambos ligados a la tradición carmelitana. Las tres figuras se encuentran protegidas por un cristal en el interior de hornacinas.
Bajo estos tres santos y en el interior de una urna acristalada, la figura yacente de santa Casilda, obra de
Torcuato Ruiz del Peral (* Exfiliana-Granada 16-05-1708 † 16-07-1773).
A ambos lados del retablo y sobre peanas adosadas a la pared,
esculturas en madera policromada de santa Teresa de Jesús y san Juan de la Cruz, ambos ligados al mundo carmelitano.
Puerta de san Jerónimo nave del evangelio. Tiene su correspondencia en la nave de la epístola con la puerta de la iglesia del Sagrario. En el espacio
ocupado por ambas puertas se encuentra la nave crucero menor.
Capilla de la Virgen del Pilar nave del evangelio.
La Virgen del Pilar es una advocación con mucha historia en España. La tradición relata la aparición al apóstol Santiago
de la Virgen María sobre un pilar o columna a orillas del río Ebro en la actual Zaragoza. Santiago volvía a Jerusalén desanimado por la poca aceptación que había tenido su
predicación en Hispania cuando a orillas del Ebro, la Virgen María se le apareció para infundirle nuevos ánimos con las que cumplir su misión evangelizadora.
Preside la capilla un retablo neoclásico realizado entre 1782 y 1785 por el escultor Francisco Aguado. Construido en mármoles de distintos colores y con detalles y capiteles
en bronces dorados. La bóveda que cubre la capilla es de medio cañón con casetones. Completa la decoración de la capilla cuatro relieves en estuco con cuatro rogativas de las
letanías lauretanas: Consolatrix afflictorum (consolación de los afligidos), Stelle maris (estrella del amanecer), Mater divine gratiae (madre de la
divina Gracia) y Vas spirituale (vaso espiritual).
Además dos altorrelieves en mármol blanco de san Jerónimo y san Isidoro de Sevilla. La capilla fue dedicada el 12 de octubre de 1785
(día del Pilar).
Centra el retablo un relieve en mármol blanco de Carrara con
La aparición de la Virgen del Pilar al apóstol Santiago, obra del escultor Juan Adán Morlán.
En el muro lateral izquierdo retablo de san Antonio de Padua y en el muro de enfrente mausoleo en mármol blanco
del arzobispo mecenas de la capilla Antonio Jorge y Galbán (* Zaragoza 27-04-1717 † Viznar-Granada 02-09-1827 / arzobispo entre 1776 y 1787), obras
todas ellas realizadas por Juan Adán Morlán. En este mausoleo el arzobispo está representado en actitud orante y arrodillado sobre el sepulcro.
En el suelo de la capilla losa funeraria del arzobispo Bienvenido Monzón y Martín Puente (* Camarillas-Teruel 14-10-1820 † La Zubia-Granada 10-08-1885 / arzobispo
entre 1866 y 1885).
Torre campanario y sala museo
La sala museo ocupa la planta baja de la torre campanario.
La torre alza 57 metros de altura y se sitúa en el flanco del evangelio. Los planos originales diseñaban dos torres de 81 metros, pero por problemas económicos la
obra quedó en una sola torre y además la construida quedó inacabada con solo tres cuerpos en lugar de los que estaban proyectados. Los
problemas de estabilidad de la torre fue lo que llevó finalmente a dejar inacabada su construcción. Las tres cuerpos de la torre son de planta cuadrada y aún se levantó un
cuarto cuerpo de planta octogonal pero por problemas de estabilidad hubo que demolerlo hacia 1602 y la torre quedó sin acabar definitivamente en su
estado y altura actual.
En la base del campanario se encuentra el museo (antigua sala capitular). Fue creado en 1929.
Sus fondos se componen de todo un conjunto de piezas de orfebrería, bordados, pinturas, esculturas y vestimentas desde el siglo XVI hasta el presente.
En ella se encuentra la custodia procesional donada por la reina Isabel de Castilla a la catedral, aunque la donación de la reina Isabel se refiere solo al viril de la
custodia. Otras piezas del museo son: un portaviático del rey Carlos I, tapices con escenas de la vida del emperador romano Constantino, reliquias de la torre
turpiana, lienzo de la Virgen de Belén de Alonso Cano, Inmaculada de Alonso de Mena, busto de san Pablo de Alonso Cano y un lienzo de la Virgen de la leche de
Francisco Pacheco, entre otros muchos objetos.
La puerta de acceso es obra renacentista de 1565 en la que intervinieron Juan de Maeda y Diego Pesquera. Un arco de medio punto sostiene un entablamento
que levanta un segundo cuerpo. En las enjutas del arco las virtudes cardinales de la Prudencia (con una serpiente enroscada) y de la Justicia (con una espada) que sujetan
una cartela sin ninguna inscripción.
En el segundo cuerpo, altorrelieve de la virtud teologal de
la Caridad, obra de Diego Pesquera. La Caridad está representada como una matrona rodeada de cinco niños.
Ficha técnica
Fecha de realización página: 16 de noviembre de 2020
Fecha última modificación:
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