En el año 1909 se celebró en Valencia una importante
Exposición Regional que se prolongaría en 1910 con
carácter Nacional, constituyendo un acontecimiento ciudadano sin precedentes en la Valencia de principios del XX.
Casi trescientos expositores de un centenar de localidades mostraron sus productos en un recinto de dieciséis hectáreas
situado junto al paseo de la Alameda. El evento y las construcciones que lo acompañaron, como el
nuevo puente de hormigón armado diseñado por el ingeniero José Aubán Amat en 1909, sirvieron para consolidar la expansión de la ciudad hacia
el norte, dando origen con el tiempo al nuevo barrio: "de la Exposición", en recuerdo de aquella importante celebración.
El palacio municipal de la Exposición se construyó como sede representativa de la ciudad para aquel evento, siendo lugar de fiestas y recepciones de gala.
Construido con carácter efímero en tan solo setenta días, el edificio es obra del arquitecto
Francisco Mora Berenguer y trata
de evocar en un estilo neogótico muy peculiar, el periodo glorioso de la Valencia medieval, plasmando, a modo de compendio,
arquitecturas del gótico civil, religioso y militar.
En su interior se conservan detalles de indudable refinamiento, destacando el gran salón con
vidrieras emplomadas, el
artesonado del techo, los
elementos de cerrajería, los zócalos y suelos de azulejos diseñados expresamente para la ocasión, lo que le
valió el reconocimiento de la crítica y una amplia difusión en las revistas especializadas de la época.
Una
escalera decorada en sus paredes por un zócalo de azulejos, nos lleva al salón noble
y en el descansillo encontramos un
óleo sobre lienzo de temática costumbrista, como es la venta de naranjas por tipos valencianos, obra de 1892 de José Genovés Llansol (* Valencia ca. 1850
† Valencia 21-08-1931). En lo más alto una
claraboya de vidrieras de colores ilumina cenitalmente el hueco de la escalera.
La portada principal formada por un arco de medio punto queda enmarcada por una moldura a modo de alfiz. En su interior
relieves salidos de la mano de Ricardo Tárrega, a los extremos los
maceros del
Ayuntamiento de Valencia y en centro un
gran escudo de la ciudad de Valencia.
Una esbelta
torre prismática sobresale sobre el conjunto, cual Miguelete se tratara.
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