Palacios y casas nobles de Valencia
Palacio de los Queixal - c/Caballeros nº 43

El palacio fue adquirido por Francisco de Llano y Vagué (* Valencia 10-10-1792 † Valencia 06-09-1860) a familiares del conde de Castellar. Francisco de Llano fue un importante comerciante que además fue alcalde de la ciudad en dos periodos: entre 1835-1836 y 1859-1860. Con anterioridad la casa había sido propiedad de la familia Queixal de quienes tomó nombre el palacio. El hijo de Francisco de Llano, José Inocencio de Llano White (* 1828 † Valencia 01-05-1906) contrajo matrimonio en 1862 con Elena Trénor Bucelli (* Valencia 1837 † Valencia 15-01-1923), hija de Thomas Trénor patriarca del linaje de los Trénor. El matrimonio tuvo un único hijo, Francisco de Llano Trénor (* 1863 † Valencia 21-05-1915). Francisco murió sin sucesión antes que su madre, por lo que los bienes familiares pasaron a propiedad de una rama lateral de la familia Trénor, por ello en alguna ocasión la casa es nombrada como palacio de los Trénor.

Su último propietario fue Enrique Trénor Lamo de Espinosa Despujol y del Portillo, III conde de la Vallesa de Mandor, II conde de Montornés y VIII conde de Noroña, fallecido en Valencia en 1 de octubre de 2017. Los títulos nobiliarios pasaron por herencia desde 2022 a Francisco Gómez-Torres y Gómez-Trénor.

La casa de origen gótico, fue reformada dos veces, en 1846 y en 1858 ambas por el arquitecto Sebastián Monleón Estellés dotándola en su actual configuración de estilo ecléctico. Dispone de planta baja con semisótano, piso entresuelo, y dos pisos altos. Su portada sin escudo está formada por un arco rebajado que da acceso a un zaguán cubierto y a un patio cerrado por dos arcos góticos en piedra. El patio permanece parcialmente cubierto por una claraboya de cristal. Una escalera de mármol con pasamanos de bronce lleva a las plantas superiores.

La fachada principal se articula con balcones de arcos muy rebajados, balaustradas de hierro y decoración de estuco muy sencilla. Tiene fachada lateral recayente a la calle Abadía de San Nicolás.

El palacio de los Queixal en el recuerdo