El título de barón de Vallvert fue otorgado por la reina
Isabel II de Borbón el 3 de junio de 1863 a favor de José Pedro Manglano Ruiz (* Valencia 15-02-1819 † Valencia 05-01-1900).
La casa fue comprada hacia 1918 por su hijo Manuel Manglano Palencia (* Valencia 30-09-1864 † Valencia 08-04-1936), II barón de Vallvert, que la reformó
dándole su actual configuración. Tiene su fachada principal a la histórica calle de Mar y fachada trasera a una calle sin salida que lleva por nombre calle Garrofa.
La casa se encuentra junto a la
casa natalicia de san Vicente Ferrer.
El palacio totalmente reformado por el II barón de Vallvert, se levanta en el solar de una
antigua construcción medieval del siglo XIV, propiedad que era del Gremi de boneters
(sombrereros) que también ostentaban la propiedad de la contigua casa natalicia del santo. Este antiguo edificio se dedicaba a almacén de trigo (almudín) y
fue vendido en 1573 al ayuntamiento de Valencia junto con la casa natal de san Vicente Ferrer.
En las obras de consolidación del edificio realizadas en 2011-2013 han aparecido restos arquitectónicos de este almudín, y quedarán
integrados en el edificio una vez sea rehabilitado en su totalidad. Además en estas obras se han encontrado pinturas murales y un alfarje medieval (techumbre) del siglo XV
que también quedaran integrados en el futuro museo. El barón de Vallvert encargó las obras de reforma al arquitecto
Francisco Mora Berenguer quien realizó una transformación en un estilo ecléctico muy en boga a finales del siglo XIX y principios del XX.
En estas obras además de acomodar el edificio a un estilo de vida burgués, se ocultaron todos los posibles rastros de su pasado medieval.
El edificio se alza en planta baja con patio, piso entresuelo, piso principal y segundo piso.
Bajo el tejado, un alero de madera sustentado en ménsulas recorre toda la anchura de la fachada.
Este alero ha sido policromado en una reciente intervención. El piso principal destaca por la presencia de cuatro balcones de forja de hierro con pequeños
detalles decorativos. En el segundo piso los balcones se transforman en simples ventanales. Los vanos de balcones y ventanales se encuentran
decorados con motivos de guirnaldas y jarrones en los balcones y frisos en los ventanales de arriba. La ventana al exterior del piso entresuelo se cierra con una reja
de hierro con el
escudo familiar también realizado en hierro como elemento decorativo. El mismo escudo se repite en la parte alta de la fachada.
Dispone de una amplia portada adintelada que da paso a un zaguán con techumbre de madera que da a su vez paso a un patio cubierto de estilo gótico.
Una escalera sube hasta el piso principal con acceso a un vestíbulo o distribuidor que a través de una segunda escalera nos lleva al piso superior. En la primera planta
se encontraban las habitaciones principales de la casa y una capilla u oratorio. El segundo piso estaba reservado a despacho, dormitorios y salas de estar
mas pequeñas y acogedoras.
En el primer piso destacaba la cocina de la casa, pues toda ella se encontraba decorada con azulejos de fábrica valenciana del último tercio
del siglo XVIII, con dibujos alusivos a la actividad
culinaria y con la figura de un santo (san Juan de la Cruz)
que parecía bendecir con su presencia lo que acontecía en la cocina. En 2005 todos los azulejos fueron robados pero afortunadamente
la policía los pudo recuperar un año después en un domicilio particular de L'Alcora (Castellón).
El último propietario de la casa fue Ignacio Manglano Urruela († Valencia 10-12-1986), III barón de Vallvert. A su muerte la casa pasó a propiedad de la "Fundación
barón de Vallvert" creada por él mismo con el objetivo de que la misma fuera dedicada a museo. En 1998 la fundación hizo donación del palacio a la
Generalitat Valenciana quedando a la espera de una completa rehabilitación y la decisión final del uso al que se va a destinar, y que según el acuerdo firmado tiene que ser,
museo de indumentaria, con fondos cedidos por el propio barón.
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