Edificio público que en origen se construyó como mercado para la venta de productos de huerta, carnicería, volatería y pescadería.
Hoy en día, perdida su función originaria se ha convertido en un
Centro Comercial de Ocio y Restauración de lujo o semilujo. Construido en una
de las manzanas del primer Ensanche, estaba destinado a dar servicio a esta parte de la ciudad que ya se había quedado lejos del otro
gran mercado de Valencia, el
Mercado Central. Se construyó en parte, sobre los solares que ocupaba la antigua fábrica de gas del Marqués
de Campo. Entre 1997 y 2003 el edificio fue rehabilitado según proyecto de Luis López Silgo que contemplaba una nueva planta en sótano con una
pequeña alberca y aparcamientos
subterráneos. La restauración realizada obtuvo el Premio Europa Nostra 2003 y en el año 2007 el edificio fue declarado Bien de Interés Cultural.
El mercado fue construido entre 1914 y 1917 por el arquitecto saguntino
Francisco Mora Berenguer, y se adscribe dentro de la
estética modernista que supo imprimir a sus obras nuestro arquitecto. La inauguración oficial tuvo lugar en la nochebuena de 1916.
Ocupa una superficie rectangular de 3500 m2 distribuida en tres naves, la central más ancha (18 metros) que las laterales (8 metros). Estas
últimas disponen de un
voladizo metálico de 6 metros de longitud por sus lados más largos. Dispone de dos
fachadas en sus extremos mas cortos, mientras que las fachadas laterales no existen, lo que proporciona una amplia visión y una agradable sensación
de diafanidad y transparencia. Rodea todo el conjunto del mercado una
verja de fundición sobre un zócalo de cantería. Se cubre por una
estructura metálica sobre columnas de fundición formada por 9 crujías. La iluminación se refuerza en su parte superior por una alargada
claraboya o lucernario que recorre todo lo largo de la nave central. El mercado a excepción de los elementos de sujeción, está construido en ladrillo
de color rojizo y destaca por su abundante decoración.
Dispone de dos entradas o fachadas, la principal es la recayente a la calle Jorge Juan, entre otras cosas porqué es la más decorada, mientras que
la segunda recae a la calle conde de Salvatierra. Una frente a otra.
La fachada de la calle Conde Salvatierra se resuelve por un gran arco elíptico y en lo que sería el tímpano cerrado por una
gran cristalera y
una
marquesina que protege la entrada. Sobre la clave del arco el
escudo de la ciudad de Valencia en piedra policromada.
La fachada de la calle Jorge Juan es más monumental y sobre todo está más decorada. Este trato decorativo está formado por una serie de
elementos como es la cerámica valenciana, los trencadís, los mosaicos y los relieves. La entrada la forma un gran arco apuntado de 16 metros de
altura. Al contrario
que su compañera que el tímpano queda cerrado por una cristalera, aquí el espacio lo ocupa
una galería que se cubre por cúpulas de teja vidriada.
Esta galería que une ambos lados del arco a modo de paso elevado, se abre al exterior e interior a través de
grandes ventanales.
En origen este lugar estaba reservado para la tenencia de alcadía, hoy en día es usado como restaurante.
Ambas fachadas disponen de estilizadas torres acabadas en un cupulín en cada uno de sus ángulos a modo de pináculos. Remata el conjunto
un gran
escudo de la ciudad realizado en piedra.
Es de destacar los elementos
decorativos, formados principalmente por elementos tradicionales valencianos,
productos de huerta,
animales de granja,
productos de la mar
y la abundancia de
escudos o elementos asociados a ellos. Destacamos entre ellos el
escudo de la ciudad que recae a la fachada de la calle Conde de Salvatierra realizado en piedra policromada o el que campea en la
parte más alta del arco de la fachada principal. Digno de admiración son los mosaicos que ocupan las enjutas y el frontal del arco de la fachada
principal, formados por
imágenes de huertanos vestidos a la usanza regional con presencia de frutos representativos de la huerta valenciana.
Igualmente interesantes son los puestos dedicados actualmente a restauración que mantienen toda su impronta modernista a pesar del distinto uso que tienen hoy día.
También en esta misma fachada encontramos en su entrada un pedestal con un
busto en bronce que homenajea
al arquitecto del mercado. En el frontal del pedestal bajo el escudo de la ciudad de Valencia dice: Arquitecto Francisco Mora. Año
2006.
El Mercado de Colón en el recuerdo
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