Su nombre completo sería Convento de la Corona de Cristo y se encontraba en el lugar donde hoy se ubica el
Centro Cultural de la
Beneficencia y frente al actual Convento del Corpus Christi. El mismo se encontraba adosado al muro interior de la
muralla cristiana del
siglo XIV en las proximidades de la Puerta de los Tintes (Tints) o de la Corona, de hecho su fachada principal se abría a una
plaza que hacia de entrada a la ciudad. En este plaza encontrabamos una cruz de hierro sobre una columna de piedra.
Los primeros datos de la existencia de un convento en el lugar datan de 1538 cuando este lo ocupaban las religiosas agustinas, bajo
la titularidad de San José. En 1556 las monjas se trasladan al Convento de Santa Tecla situado en la calle del Mar y que desde entonces
pasaría a llamarse de Santa Tecla y San José. (este monasterio desaparecería en 1868 durante el sexenio revolucionario). El motivo
del abandono por parte de las monjas
agustinas del convento parece deberse a su cercania al barrio de la mancebía, lugar donde se encontraban todos los
burdeles y prostitutas de la ciudad.
Con el abandono del monasterio por las monjas agustinas, el convento sería adquirido en 1563 por Gerónimo Ferrer para la fundación de un
monasterio de la orden franciscana y dedicado a la Coronación del Señor, luego conocido simplemente como de la Corona.
El convento aparte de la iglesia, disponía de un pequeño claustro y una huerta situada a sus espaldas. En lugar de torre tenía
una espadaña y seguramente disponía de altares en lugar de capillas. En su Altar Mayor se podía encontrar un cuadro de la
Coronación del Señor, obra fechada aproximadamene en 1667 salida de la mano de
Jerónimo Jacinto de Espinosa.
Como otros tantos monasterios de la ciudad el Convento de la Corona de Cristo fue demolido en el siglo XIX, quedando de su existencia, sólo
el recuerdo del nombre de la calle.
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