Raimón Gastó, Ramón Gastón o Raimundo Gastó

Raimundo Gastó fue el sexto obispo de Valencia después de la reconquista de la ciudad por parte del rey Jaime I el Conquistador. Fue canónigo de la catedral y elegido obispo de la ciudad entre 1312 y 1348. Repobló con cristianos la población de Villar del Arzobispo y fundó el Estudio de Lectura de Teología, punto de partida del Estudi General (hoy Universidad). Coincidió su pontificado con los reinados de Jaime II el Justo y Pedro IV el Ceremonioso. Ramón Gastón falleció en Valencia el 18 de junio de 1348 a consecuencia de la peste negra que asolaba la ciudad. Había nacido en Millá (Lérida)

La elección de Ramón Gastón sería realizada por los canónigos de la catedral en la cámara secreta llamada reconditorio, en la misma catedral. Por aquel entonces la elección del obispo no dependía de la voluntad de Roma sino del propio cabildo catedralicio. La costumbre era reunirse en la citada cámara con una candela (vela) encendida y la elección del nuevo obispo no debía prolongarse más allá de lo que tardara en consumirse la candela. A título de curiosidad diremos que los compromisarios que se reunieron para la elección del nuevo obispo fueron: Jaume D'Albalat, Pedro de Centelles, Ramón Gastón, Ramón de Montanyana y Arnau de Celma.

Durante su pontificado continuaron las obras en la catedral, en 1339 se terminó la puerta de los Apóstoles y sobre la puerta del Palau se construyó el gran ventanal ojival. En 1345 instituyó la cátedra de Teología que sería regentada por los religiosos dominicos.

En el siglo XVIII con la reforma neoclásica que se realizó en la catedral, su sepulcro fue enterrado bajo el suelo de la capilla de san José, donde pasó al olvido. En 2003 un grupo de arqueólogos que intervenían en la citada capilla localizaron el sepulcro y después de un largo proceso de estudio del cadáver y del sarcófago y previo paso por algunas exposiciones temporales, el sarcófago con los restos del obispo fueron depositados en la capilla del Pilar situada en la girola de la catedral a la vista del público y no en el subsuelo.

Con anterioridad al siglo XVIII y dedicarse la capilla a san José, la capilla gótica aquí existente estaba bajo el patronazgo de san Miguel que había sido fundada por el obispo Gastó, por lo que se tenía la certeza que el sepulcro se podía encontrar en el subsuelo, ya que en el siglo XVIII era habitual enterrar los sepulcros.

El sarcófago gótico realizado en piedra caliza, pesa 3.000 kilos, tiene una longitud de 1,70 metros y una altura de un metro. Al exterior se adorna con relieves con el escudo del obispo (un toro caminando) lo que ha permitido identificar los restos. Además en uno de sus laterales vemos una serie de arcos en cuyo interior vemos distintos personajes. A los pies del obispo un perro durmiendo (símbolo de fidelidad). Sobre la tapa aparece la estatua yacente del obispo en plano inclinado, vestido de pontifical, báculo, mitra y guantes. El rostro del obispo es el mismo que figura pintado en la colección de retratos de los obispos de Valencia realizados por Juan de Juanes, por lo que se considera que la figura del sarcófago sirvió de modelo para el retrato. En el interior del sarcófago se han encontrado el anillo del obispo y un trozo de un báculo de madera.

En el proceso de sellado definitivo del sepulcro en noviembre de 2010, se ha introducido en el interior del sepulcro un bote de cristal con unas monedas de curso legal, un escrito con la historia del descubrimiento del sarcófago y sus paseos por las distintas exposiciones, con el fin de atestiguar de cara al futuro, el periplo y la identidad del difunto. El sarcófago se ha montado en el suelo, sobre dos fragmentos de contrafuertes de estilo gótico.