La casa museo de Blasco Ibáñez fue inaugurada en el verano de 1997.
El chalet de
Blasco Ibáñez es un magnífico ejemplo de arquitectura burguesa de principios de
siglo XIX, obra del maestro de obras
Vicente Bochons Llorente. De todo su alzado destaca la terraza del piso principal con
cariátides y pilares jónicos de claro historicismo neogriego.
La playa de la Malvarrosa fue desde mediados del siglo XIX lugar de
esparcimiento estival de la burguesía valenciana, que se desplazaban hasta ella en tartana, trenet
o tranvía para tomar los baños, rigurosamente separados por sexos, o disfrutar de la brisa
marina bajo la protección de entoldados y sombrajes, escenas mil veces pintadas por
Joaquín Sorolla. Los más pudientes, sin embargo, se hicieron construir villas junto a la
playa, en las que pasaban los calurosos meses de verano.
Esto es lo que hizo Vicente Blasco Ibáñez, el famoso novelista, quien se construyó su
chalet en 1902, un edificio de tres plantas rodeado de un jardín. En su primer piso destacaba la gran terraza abierta al Mediterráneo
sostenida por dos cariátides de inspiración griega y nueve pilares de estilo jónico.
En su día los muros estaban pintados con frescos de estilo pompeyano.
Desde ella, instalado en una soberbia mesa de mármol de Carrara estilo imperio, escribió Blasco Ibáñez algunas de sus obras
mas conocidas.
La casa fue incautada por el ayuntamiento franquista después de la guerra civil (1936-1939) y utilizada por las "Flechas Navales del Movimiento".
El edificio cayó en desuso y fue abandonado, quedando en ruina en la década de los
ochenta y siendo derribado en su totalidad en 1995. El ayuntamiento encargó en 1997 al arquitecto José María Herrera García la reedificación de nueva planta respetando su
fisonomía original, e instalando en él la casa museo de Blasco Ibáñez, que acoge
retratos y esculturas del escritor y su familia, así como muebles, documentos y objetos
entrañables de su vida. La empresa valenciana Gaia Restauración SL procedió a reconstruir fielmente
las dos cariátides que decoran la terraza del piso principal así como los capiteles jónicos de los pilares. Además el
escultor Jesús Castelló Mollar (* Valencia 07-07-1952 † Valencia 29-12-2010) labró nuevamente la mesa de mármol que con el tiempo y el abandono se había perdido
o expoliado.
La mesa es un gran tablero de mármol sostenido por cuatro animales mitológicos (grifos), de los cuales solo uno es original y que sirvió de modelo para completar el resto
del conjunto. La única
pata original de la mesa se encuentra expuesta en una de las salas del museo.
En la actualidad la casa museo consta de tres plantas: en la planta baja se encuentran el salón de actos y la sala de
exposiciones, en la primera planta el museo propiamente dicho y en la segunda planta: el centro
de investigación. Además dispone de un amplio jardín en su parte posterior y una vista espectacular al mar Mediterráneo desde su frontal. A título
de curiosidad hay que decir que en el momento de la construcción del chalet, la costa estaba mas cercana a la casa que en la actualidad, ya que con la construcción
de la escollera del puerto la arena colmatada se ha comido parte del mar y ha alejado la costa unos cuantos metros.
Los fondos de este museo están integrados principalmente por el legado de Libertad Blasco-Ibáñez (hija del novelista)
y de su marido Fernando Llorca Díe. Entre los fondos del museo destacan:
retratos y esculturas de Blasco Ibáñez, de su esposa María Blasco, así como de sus hijos
y otros familiares muy allegados. Muebles, porcelanas valiosas, miniaturas, colecciones de
grabados, documentos, fotografías, objetos tan entrañables (entre muchísimos más) como juegos de
tocador, bolsos de fiesta y abanicos de la esposa y la hija de Blasco. Recuerdos de los
numerosísimos viajes realizados por el incansable viajero que fue Blasco Ibáñez a casi todos los
países del mundo, incluso a lugares poco frecuentados por lo exóticos e incluso peligrosos para
los visitantes. Hay un espacio dedicado a los muebles procedentes de la redacción del diario
El Pueblo, así como otro a todo lo relacionado con Argentina, nación que tanta impresión causó en
el escritor, incluida en su obra: Argentina y sus grandezas. Entre los artistas representados en
esta sala se encuentran, José Benlliure, Juan Antonio Benlliure, Ramón Stolz, Ricardo Verde,
Cuñat, Segrelles o Antonio Ballester y Tonico entre otros.
En la planta dedicada a centro de investigación, hay documentos relacionados con la vida de Blasco
Ibáñez, manuscritos y, sobre todo, a las numerosas ediciones de sus obras (muchas de ellas
ediciones príncipe), traducidas a casi todos los idiomas. Cabe destacar, también, las obras de
Fernando Llorca Díe, director que fue de la editorial Prometeo.
En la sección de libros se encuentran obras de autores que influyeron en Blasco, las suyas
propias, como ya hemos dicho, y editados por él, y otras resultado de la influencia que el
literato ejerció sobre otros autores. Es un centro dirigido de manera especial, a los estudiosos de la vida y obra del gran Vicente Blasco Ibáñez.
En el jardín de la parte trasera de la casa, podemos encontrar sobre un alto pedestal, un busto de Blasco Ibáñez, obra del escultor
Victor Hino (olim Victorino Gómez López * Azuébar, Castellón 1890 † 1974) por encargo de
Mario Blasco, hijo del escritor. La escultura es propiedad del Museo de Cerámica González Martí (Palacio del marqués de Dos Aguas) y se encuentra
en estos jardines en depósito.
El chalet de Vicente Blasco Ibáñez en el recuerdo
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