El sepulcro gotico o más bien osario, está fechado a mediados del siglo XIV y apoyaba en dos molduras en forma de canes.
La figura yacente del difunto se encuentra
sobre la tapa del sepulcro en plano inclinado. Viste ropa talar de pliegues rectos y paralelos, con amplias mangas. Lleva espada al cinto y su cabeza barbada
se encuentra apoyada sobre un cojin. A sus pies descansa un perro, animal totémico alusivo a la fidelidad.
Sobre el frontal del sepulcro vemos la escena del entierro, veintisiete figuras ordenadas jerárquicamente en dos niveles. Los hombres
delante, las mujeres detras, frailes, niños, plañideras, esclavos y sirvientes. Las figuras conservan restos de policromía.
Arnau de Valeriola era un acaudalo banquero del siglo XIV con oficina abierta en la calle de los Cambios de Valencia, perteneciente a la
Parroquia de Santa Catalina. El sepulcro en la actualidad se encuentra depositado en el
Museo de Bellas Artes de Valencia.
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