Monasterios de España
Monasterio de Santa María de Moreruela



Introducción

Nombre: Monasterio de Santa María
Emplazamiento: Granja de Moreruela (Zamora). Comunidad Autónoma de Castilla y León
Declarado Bien de Interés Cultural (Monumento Histórico Artístico en 3 de junio de 1931)
Estado: Ruinas consolidadas
En la margen izquierda del río Esla (afluente del Duero). Comarca de Tierra de Campos
Propietario: Junta de Castilla y León

Historia

La fecha fundacional del monasterio nunca ha estado clara, durante muchos años se ha considerado que este monasterio fue la primera fundación cisterciense de España, situando su inicio hacia el año 1131. Investigaciones mas recientes retrasan su fundación en una franja que oscila entre 1158 y 1162 pasando esta fundación cisterciense por detrás de Santa María de Fitero en Navarra que lo fue en 1140 y de Santa María de Sobrado en Galicia que lo fue en 1142.

Probablemente este monasterio fuera continuación de otro fundado por San Froilán y San Atilano en las cercanías del río Esla bajo la monarquía asturiana y que tuvo que ser abandonado por la insalubridad de la zona y por las continuas razzias musulmanas. Este primer monasterio se puso bajo la titularidad de Santiago en el siglo X y se encontraba probablemente en Moreruela de Suso. En el año 1162 y ya en su actual ubicación pasaría a depender del Cister y probablemente cambiaría la advocación de Santiago por la de Santa María.

El territorio donde se ubica el monasterio, Moreruela de Frades en la actual provincia de Zamora fue donado en 1143 a Ponce Giraldo de Cabrera, por el rey de Castilla y León, Alfonso VII el Emperador (♛ 1126-1157 / * Caldas de Reyes-Pontevedra 1105 † Viso del Rey-Ciudad Real 1157).

Ponce Giraldo de Cabrera (* ca.1105 † 1162) era un noble catalán que vino a la corte leonesa en el séquito de Berenguela de Barcelona (* Barcelona ca.1116 † Palencia 1149) que se iba a convertir en la primera esposa del rey castellano-leonés. En pago por los servicios prestados le entregaría el lugar citado con el mandato de apoyar la construcción de un monasterio. El noble lo donaría a la Orden del Cister para fundar un monasterio de la citada orden, siendo uno de los primeros de esta orden en ser creados en España. La fundación del monasterio tenía como principal objetivo repoblar zonas conquistadas a los musulmanes ya que los cenobios eran foco de atracción para repobladores del sur de España que veían en estos lugares, esperanza de futuro, así como liberarse de la tiranía musulmana que les impedía practicar su religión cristiana. Ponce de Cabrera, nacido Poncius Giraldo, fue nombrado conde, por el rey Alfonso VII y hombre de su total confianza. Ponce de Cabrera casó en primeras nupcias con Sancha Nuñez y en 1142 contrajo segundas nupcias con la noble dama gallega María Fernández de Traba.

El monasterio de Moreruela al igual que tantos y tantos monasterios de España ha pasado por diversas etapas: de crecimiento, de mantenimiento y de abandono. Una primera etapa de florecimiento tiene lugar desde el momento de su fundación en el siglo XII hasta el siglo XIII, durante este periodo el monasterio adquiere bienes mediante donaciones y compras que lo convierten en un monasterio muy rico, creando además prioratos para el control de las tierras circundantes. En una segunda etapa que abarca desde el siglo XIV hasta el XVIII, el monasterio que ya había alcanzado el máximo apogeo, rentabiliza las tierras de su propiedad y la administración de las mismas. En 1494 el monasterio se incorpora a la Regular Observancia de Castilla, también llamada Congregación de San Bernardo de Castilla. A consecuencia de esta incorporación, en el monasterio se realiza un gran esfuerzo constructivo, que se verá finalmente plasmado en el siglo XVIII con la erección de una nueva hospedería con su correspondiente claustro, la reforma y construcción de un segundo piso en el claustro antiguo y la construcción de un ala junto a la cabecera de la iglesia y que albergaría los dormitorios que pasarían a ser celdas individuales en lugar de los grandes dormitorios de uso común. El tercer periodo y el más aciago, tiene lugar durante la Guerra de la Independencia y las leyes desamortizadoras, que supusieron un primer mazazo a la vida monacal del convento, pero la desamortización de Mendizábal de 1835 con el obligatorio abandono del monasterio puso punto y final a la vida monacal, pues en los años sucesivos el abandono, el pillaje y la utilización de las piedras como elementos de cantería para otras construcciones lo llevaron hasta prácticamente su desaparición.

Características

El monasterio cisterciense como suele ser habitual tiene dos partes bien diferenciadas, la iglesia abacial y el claustro reglar alrededor del cual giran todas las dependencias monacales que posibilitan la vida de los monjes y su vida autosuficiente. Como norma general los monasterios cistercienses se levantaban en lugares aislados, cerca de cursos de agua y con tierras de cultivo. En un primer momento los monjes cultivaban ellos mismos los campos, pero en la medida en que el monasterio adquiría más propiedades (por donación, compra o trueque), las labores manuales pasaron a ser realizados por monjes legos también llamados conversos, mientras que las labores que requerían cierta especialización la realizaban los monjes reglares, que además se dedicaban a la oración y a tareas organizativas. En el año 1162 tiene lugar el comienzo de las obras, se empieza por la iglesia y particularmente por la cabecera. Esta fue realizada por canteros locales, siendo uno de ellos Pedro Moro (magister operis) que consta como responsable de los trabajos en el siglo XIII. Al mismo tiempo que se construía la cabecera era construida la sala capitular y los dormitorios antiguos que solían estar situados encima de la Capitular y mediante una escalera se podía acceder de forma rápida a la iglesia para los rezos de maitines. Era la iglesia parte muy importante en la vida de los monjes pues en ella pasaban gran parte del tiempo en oración.

El monasterio medieval fue construido en un plazo relativamente corto, entre el siglo XII y XIII. El monasterio a lo largo del tiempo ha sufrido múltiples modificaciones, hasta el punto en que su planta y alzado han variado con el tiempo, desde una primera etapa románica medieval, seguida de un periodo gótico, hasta la configuración más reciente habida en el siglo XVII y XVIII y que se mantuvo hasta el total abandono del convento en 1835 y cuyos restos son los que podemos ver y en algunos casos adivinar.

Iglesia abacial El templo es la parte mejor conservada o por lo menos su cabecera, el resto prácticamente ha desaparecido, las cubiertas se han venido abajo y del desarrollo de su nave central, solo se conserva parcialmente la nave de transepto y el muro Sur de la iglesia, sin embargo sus restos permiten hacernos una idea bastante aproximada de como tuvo que ser la iglesia. Es un templo de gran tamaño, de dimensiones catedralicias, con 63 metros de largo por 26 metros de ancho en la nave del transepto.

La iglesia tiene como fecha fundacional, el año 1162, pues en las excavaciones realizadas en la cabecera se pudo encontrar una inscripción que dice: "ERA:MCC", traducido: año 1200 de la era hispánica, que se corresponde con el año 1162 de la era cristiana. Su construcción comenzó por la cabecera, es por tanto la parte más antigua y por eso se levantó en un estilo románico tardío, y en la medida que avanzaba la iglesia hacia los pies fue cambiando al estilo gótico de la época. Su construcción está realizada con sillares de piedra bien trabajada y en tiempos más tardíos con mampostería.

Desarrolla su planta en cruz latina, tres naves de nueve tramos, cabecera orientada canónicamente, y tres alturas con girola y siete absidiolos de planta semicircular. Capilla Mayor semicircular algo peraltada. La nave central es bastante más ancha que las laterales. Disponía de pórtico a los pies hoy desaparecido y corta nave de transepto que apenas sobresale del ancho de los absidiolos. Torre campanario en forma de espadaña sobre el tejado de la nave del transepto Norte añadida en el siglo XVIII. El mismo trata una espadaña bífora de dos vanos, sobreelevada por otro cuerpo de un solo vano realizado en ladrillo. Dispone de dos pequeños absidiolos en la nave Sur del transepto, situados en el muro de la nave en su lado Norte y Sur, que al exterior no son perceptibles.

Actualmente la iglesia se encuentra en estado de ruinas consolidadas, se conserva la cabecera y la fachada sur, el hastial (solo media altura) situado a los pies del templo con su portada en arco de medio punto, mientras que la fachada Norte ha desaparecido aunque se conservan lienzos a media altura. Las bóvedas de la iglesia ya no existen. Se conservan las bóvedas de medio cañón apuntados en la nave del transepto con arcos fajones. En el brazo Sur del transepto se conserva una de las portadas del templo, esta se articula en arco de medio punto con tres arquivoltas molduradas que apoyan en capiteles con decoración vegetal. Las columnas en la actualidad se encuentran desaparecidas. En los hastiales de cada uno de los brazos del transepto se abrió un óculo en la parte superior.

• Es la cabecera de la iglesia la parte mejor conservada y la que conserva casi integramente su pureza original. Destaca por la total ausencia de decoración en todos sus elementos como solía ser norma habitual en el Cister. Es la parte mejor conservada aunque ha sufrido modernas rehabilitaciones algo discutibles.

Desde el exterior observamos que la cabecera desarrolla tres niveles o alturas. En el nivel inferior encontramos los siete absidiolos con planta semicircular, abren a ellos una pequeña ventana abocinada acabada en medio punto en cada uno de ellos. Dos pilares adosados en funciones de contrafuerte forman tres paños, abriéndose en el paño central cada vano mencionado. El ventanal situado en el absidiolo extremo del lado Norte es el único que dispone de decoración vegetal, al disponer de columnas con capiteles decorados. El segundo nivel o intermedio se corresponde con la girola semicircular y a ella se abren ventanas en arco de medio punto. El tercer nivel o superior también en forma semicircular se corresponde con la bóveda de cierre de la Capilla Mayor que se elevaba a la misma altura que la nave central y que se ilumina con grandes ventanales en arco de medio punto. Por debajo del alero un friso con arquillos ciegos apoyados sobre ménsulas aristadas.

En el interior, la Capilla Mayor se abre a la nave central a través de un gran arco de medio punto doblado que apoyan en largas columnas. Esta desarrolla un presbiterio con un corto tramo recto cubierto con bóveda de medio cañón y un ábside semicircular cerrado por bóveda de cuarto de esfera. La girola se cubre con bóvedas de crucería simple formadas por gruesos molduras o baquetones de formas aristadas en la parte recayente al tramo recto y trapezoidales en los tramos curvos. En cada uno de los absidiolos se abre un hueco en la pared como credencia para guardar los ornamentos sagrados. Estos se cubren con bóvedas de cuarto de esfera.

El desarrollo de tres niveles por su parte exterior tiene su correspondencia simétrica por el interior. Los absidiolos se abren a la girola a través de arcos de medio punto sustentados en columnas, bóveda de cañón en su tramo recto y bóveda de cuarto de esfera en la parte absidial. Cada absidiolo dispone de un ventanal en arco de medio punto. El segundo nivel dispone de siete ventanales abocinados en arco de medio punto, con arquivoltas molduradas y capiteles lisos que se abren al exterior. El tercer nivel se corresponde con el cierre de la Capilla Mayor que se realiza a través de una bóveda de cuarto de esfera nervada. Seis nervios que a partir de una clave central, se disponen en haces de tres columnillas que apean en ménsulas con formas vegetales y que se sitúan a la altura de la parte superior de la Capilla Mayor.

• La Capilla Mayor se abre a la girola a través de nueve vanos que acaban en cortos y pesados arcos apuntados en su parte central y arcos de medio punto en los extremos, todos se apoyan en ocho gruesas columnas cilíndricas y dos pilares en los extremos alzadas todas sobre un pequeño basamento pero que dispone de dos zonas paso a la girola.

• En la fachada Sur de la nave del transepto se abre la puerta conocida como de los muertos, porque por ella eran sacados los difuntos para ser llevados al cementerio que se encontraba junto a ella. Formado por un gran paramento liso y en lo alto de la fachada un gran rosetón circular que a duras penas permanece incombustible al desaliento. La portada de estilo románico, en arco de medio punto, dispone de arquivoltas de baquetones y capiteles con decoración de formas vegetales y hojas de acanto. En el extremo del lado Norte de la nave de transepto encontramos una puerta que da paso a la sacristía. Como ya hemos mencionado en los extremos de la nave del transepto Sur se abren dos pequeños absidiolos o capillas de planta semicircular, estas no son apreciables en el exterior pero si por el interior del templo. La nave del transepto se cubría con bóveda de medio cañón apuntada sobre arcos fajones, parte de esta bóveda aun se puede ver en un trozo de cubierta que no se ha desplomado.

• Si avanzamos hacia los pies, nos percataremos inmediatamente que el resto del templo prácticamente no existe, sus bóvedas se han venido abajo y han desaparecido. Solo se conserva parcialmente el muro Sur del templo y los arranques de las columnas del templo. El crucero cuya cubierta ha desaparecido lo hacía con una bóveda nervada octopartita. También encontramos parte de la fachada norte del templo que lo separaba del claustro pero en bastante peores condiciones que su correspondiente Sur. Aunque no tenemos absoluta certeza, creemos que la nave central debía estar cubierta con bóveda de cañón apuntada apoyada en arcos fajones, mientras que las naves laterales lo harían con bóvedas de crucería simple.


Destaca la gran altura del templo, como fácilmente se puede apreciar en el único muro que se mantiene en pie, los muros fueron recrecidos en el siglo XVI con una galería construida de ladrillo con ventanales en arco de medio punto abiertos al exterior. Se puede ver la altura de la nave original por la serie de canecillos que marcaban su altura y que en el recrecimiento de la nave se mantuvieron intactos.

Junto a la nave del transepto en la fachada Norte de la iglesia se conserva una puerta en forma de arco de medio punto y sin tímpano, que es conocida como puerta de los monjes y que comunicaba el templo con el claustro y era la que utilizaban para asistir a los oficios divinos. Los monjes legos o conversos tenían otra puerta mucho mas sencilla pero a los pies del templo, ya que ambas comunidades de monjes reglares y monjes legos hacían en la practica vidas separadas y cada uno de ellos tenían sus zonas privadas. Esta última puerta era conocida como puerta de los legos o puerta de los conversos.

El templo en origen disponía de dos coros: el de monjes que ocupaba los primeros tramos más cercanos al Altar Mayor y el coro de legos que tenían la misma distribución pero ocupaba los tramos a los pies del templo. Obviamente dichos coros ya no existen.

Claustro Se sitúa en el flanco Norte de la iglesia. Con planta rectangular algo irregular tenía unas medidas de 25 x 35 metros. Las ruinas que ahora vemos del claustro son el producto de las reformas que en el siglo XVII se realizaron sobre otro más antiguo. Solo resta una pequeña parte del podium que marcaba el perímetro del mismo y algunas basas y restos de las columnas que lo cercaban. Una serie de arcos apuntados o de medio punto según la época de construcción se abrían a un patio central descubierto.

Debió disponer de una fuente o pila para lavarse las manos antes de la comida y que normalmente se situaba cerca del refectorio, pero no se han encontrado restos de ella. La parte mejor conservada por no decir la única, es la panda Este donde solían encontrarse las salas más importantes: la sala capitular, los dormitorios y la sala de monjes o de trabajo. Junto a la puerta de los monjes que comunicaba la iglesia con el claustro, encontramos un arcosolio en el muro, era el armorium, donde se guardaban los libros de oraciones que usaban los monjes en el claustro.

Ya hemos dicho que la panda Este albergaba las salas más importantes y representativas. Junto a ella en la panda Norte se encontraban la cocina, los refectorios (de monjes y conversos) y el calefactorium, que con las reformas del siglo XVII se situaron en el piso alto. En la panda Oeste se situaban los almacenes. En esta panda un pasillo de comunicación del que subsiste un arco de medio punto hacía de unión entre el claustro reglar y el patio de la hospedería.

Sala capitular Es una sala de planta cuadrangular de 10,60 metros de lado situada en la panda Este del claustro. Se halla muy rehabilitada en su parte superior quedando de la parte original solo la zona inferior. Sobre cuatro pilares cuadrados exentos con las aristas redondeadas se alzaba un espacio formado por nueve tramos que se cubría con bóvedas de aristas, algunas de ellas recreadas en la actualidad.

La fachada que miraba al claustro disponía de una portada central de medio punto abocinada y dos ventanas laterales que permitían el paso de la luz al interior. Tres pequeñas ventanas alargadas se situaban en el testero de la sala. Recorriendo todo el perímetro y adosado al muro encontrábamos un banco corrido en piedra donde se sentaban los monjes en los capítulos. En el suelo de la sala capitular fueron enterrados algunos abades del monasterio.

Dormitorio de los monjes Hoy desaparecido, se encontraba ocupando el piso alto de las salas que miran por su lado Este al claustro, principalmente por encima de la sala capitular. Disponía de dos escaleras, una que bajaba al claustro y la segunda que tenía acceso a la iglesia a través de la nave del transepto. La nave de planta rectangular estaba compartimentada con tabiques de poca altura. La regla del Cister mantenía una norma bastante rígida en cuanto al sueño de los monjes.

Sala de los monjes En el ángulo Nor-Este del claustro. Se trata de una sala rectangular de 14,20 metros x 10,50 metros en cuyo centro se alzan dos gruesos pilares rodeados por cuatro cortas y gruesas semicolumnas adosadas que sostienen las bóvedas que forman seis tramos en dos naves perpendiculares. La sala de los monjes era el lugar de trabajo cuando no estaban dedicados al cuidado de la huerta. Es la estancia que mejor se ha conservado y su estructura es la original de finales del siglo XII. El suelo se encuentra a un nivel inferior por lo que para acceder a ella hay que bajar unos peldaños.

Refectorio de monjes Situado en la panda Norte. Hoy desaparecido. Se ubicaba entre el calefactorium y la cocina, adoptaba planta rectangular perpendicular al claustro. Se cubría con bóveda de cañón apuntada en cuatro tramos. Tenía comunicación con la cocina. En uno de los muros se situaba un púlpito en alto para leer las sagradas escrituras mientras se comía.

Dormitorio de conversos Hoy desaparecido. Seguía una cierta estructura similar a la de los monjes, estaba situado en el lateral del claustro por su panda Oeste encima de la cilla. Una escalera de madera comunicaba con el claustro, pero no así con la iglesia con la que no tenía acceso directo. La puerta de ingreso de los conversos a la iglesia se realizaba a través de la conocida como Puerta de los Conversos y se encontraba a los pies de la iglesia en la panda Sur.

Cilla Situado al lado Oeste del claustro, la cilla era una sala rectangular que servía para almacenar, víveres y alimentos necesarios para el mantenimiento del monasterio. Era atendida por los monjes conversos por lo que se encontraba en zona de su influencia.

Nuevos dormitorios Es una gran construcción que corre en dirección Este-Oeste y que tiene su punto de arranque a la altura de la cabecera de la iglesia pero con comunicación con la panda este del claustro. Fueron realizados a inicios del siglo XVII ya que consta que las obras fueron firmadas el 16 de agosto de 1606 con los maestros y además hermanos, los canteros Hernando y Juan de Nates Naveda. Las obras se dilataron en el tiempo por las dificultades económicas del monasterio que alargaban los pagos a los operarios y originaban continuos pleitos que dificultaban la construcción. Al final las obras fueron finalizadas por el monje fray Pedro García hacia 1640.

Es un gran sala rectangular que disponía de dos pisos, en la parte superior se encontraban los dormitorios de los monjes que se encontraban separados por un largo pasillo. En realidad estos dormitorios eran celdas individuales que venían a sustituir la anterior concepción de dormitorios donde los monjes dormían en una gran sala común separados por pequeñas paredes de separación pero al fin y al cabo dormitorio común. La sala inferior estaba dedicada a dependencias generales del monasterio como bodegas o almacenamientos. Se ha podido comprobar que el edificio estaba preparado para poderse construir un piso intermedio pero que parece que por las dificultades económicas nunca se llegó a efectuar.

En el extremo Este de los dormitorios encontramos una pequeña sala protegida por dos pequeños cubos semicirculares y cuya finalidad era guardar las herramientas de trabajo, los carros y los aperos de labranza, ya que la huerta del monasterio quedaba en esta zona.

Reformas del siglo XVII y XVIII Una vez finalizadas las obras de los nuevos dormitorios en 1640, empezó la reforma del claustro reglar o de los monjes. Dieron principio por la panda Este que era el lugar donde se encontraba la sala capitular y los antiguos dormitorios. Se comienza la construcción de un piso alto en el claustro. Este se configura en una arquitectura de corte clasicista abriendo sus arcos al interior mediante arcos de medio punto. Al suprimir los viejos dormitorios sobre el espacio libre se construye una nueva sala capitular (conocida como alta) y un calefactorio que vendría a ocupar aproximadamente el espacio que en el piso inferior ocupaba la sala capitular (conocida como baja), la escalera de subida a los dormitorios (escalera de día), el locutorio y el pasaje de salida a la huerta que sería cegado.

Completadas las obras sobre la panda Este del claustro, se continúo por la panda Norte y restantes, siendo contratadas las obras con los maestros canteros Juan Ortiz, Antonio de la Puente y Alberto López (albañil). Las obras del claustro alto comenzaron en 1679 y siguieron fielmente el modelo que ya había sido construido en la panda Este.

También en la panda Norte del claustro se realizaron fuertes reformas, el antiguo refectorio que corría perpendicular al eje del claustro fue suprimido y en la actualidad prácticamente no queda ningún resto del mismo. La planta inferior de esta panda se reservó para cilla (almacén de provisiones), así como para la cocina y el horno, mientras que la parte superior fue utilizado como refectorio (comedor de los monjes).

En la panda Oeste se construyó una gran escalera de dos tiros (escalera imperial) que permitía el acceso al piso alto del claustro. La panda Sur no sufrió ninguna reforma por que en este lado se encontraba la iglesia.

En el siglo XVIII comenzó la reforma del segundo claustro (el de la hospedería), con la adición de un segundo piso y diversas salas relacionadas no tanto con la vida monacal propia como la de prestación de servicios a la hospedería. Así entre las salas abiertas en este lugar se encuentran la portería, la enfermería, la botica, la abadía etc.

Si hacemos una abstracción, de todo lo dicho vemos que pocos elementos se mantienen en pie, las salas altas todas han desaparecido y de las situadas al nivel inferior su estado de conservación es bastante irregular. De la iglesia solo se conserva en aceptable estado la cabecera, así como el muro Sur del templo y parcialmente el perímetro murario del templo.

El Monasterio de Moreruela en el recuerdo

Ficha técnica

Fecha de realización página: 3 de Octubre de 2.018
Fecha última modificación:

Lugares de interés de Granja de Moreruela

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