Introducción
Nombre: Iglesia parroquial de la Asunción de Nuestra Señora
Emplazamiento: Cariñena (Zaragoza). Comunidad Autónoma de Aragón
Capital de la comarca: Campo de Cariñena
Ostenta el titulo de ciudad desde 1909 por decisión del rey Alfonso XIII
Gentilicio: cariñenses
Zona vitivinícola por excelencia, ostenta la Denominación de Origen: Cariñena
Historia
Cariñena nació al calor de Roma, para ser posteriormente conquistada por los musulmanes en el 714 y en poder de ellos
continuaría hasta 1119 en que el rey de Aragón
Alfonso I el Batallador la reconquista para las armas cristianas.
Por su cercanía a Zaragoza, Cariñena siempre ha estado en el camino de los conflictos de la zona. En 1357 el rey de Aragón
Pedro IV el Ceremonioso convoca Cortes en Cariñena.
La Iglesia de la Asunción de Nuestra Señora ocupa el mismo lugar que ocupara la antigua mezquita musulmana de Cariñena.
Sobre ella
y una vez reconquistada la ciudad se construyó un templo en estilo gótico que sería destruido por las tropas castellanas de
Pedro I el Cruel el 16-04-1363 en la guerra conocida como la de los dos Pedros (Pedro I de Castilla y Pedro IV de Aragón) fechada entre
1356 y 1369. Con posterioridad
se construyó otro nuevo templo gótico-mudéjar (entre 1363 y 1416)
para sustituir al anterior pero este sería demolido en 1694 para construir el actual templo barroco que
podemos contemplar en la actualidad.
A raíz de la conquista castellana, el rey de Aragón Pedro IV concedió a Cariñena el uso en el escudo de la ciudad, de una
cara sin orejas y sin nariz, según se cuenta porque esa fue la venganza de los castellanos por la resistencia de la ciudad,
el cortar orejas y narices a los defensores de la ciudad.
En la Guerra de Sucesión a la Corona de España, Cariñena se mostró favorable a las aspiraciones del Archiduque de Austria.
Durante la guerra de la independencia se formó en Cariñena varias compañías de escopeteros (1808) y un Batallón de
Cazadores denominado Campo de Cariñena. En la Guerra Civil española (1936-1939) la ciudad se mantuvo fiel al bando nacional.
Características
Los orígenes de la iglesia de Cariñena se remontan a 1277 bajo el priorato de La Seo de Zaragoza.
Ostentaría la categoría de Iglesia Colegial, categoría que perdería con el transcurrir del tiempo. En sus orígenes
estuvo bajo la advocación de Santa María
En el frontispicio de su puerta principal, situada en la fachada sur, podemos contemplar el escudo de Cariñena, una cara sin orejas ni nariz y
con fondo los palos de Aragón (cuatro palos de gules [rojo] sobre fondo de oro [amarillo]). Este escudo tiene sus antecedentes en la concesión que
hizo el rey Pedro IV de Aragón, ya que cuando en 1363 los castellanos de Pedro I conquistaron la ciudad en la conocida como guerra de los dos Pedros
cortaron orejas y narices a sus defensores.
El actual edificio está construido en ladrillo sobre basamento de piedra. También la torre está construida excepcionalmente en piedra sillar, por
ser este el único elemento que se conserva de la anterior fábrica del templo. El ladrillo es el elemento constructivo típico de la zona
de Aragón ya que la zona no es lugar de abundancia de canteras.
La iglesia construida
entre finales del siglo XVII y el
siglo XVIII es obra de los arquitectos Miguel de Velasco y Julián Yarza Romero (1668-1733) natural de Morata de Jalón
y quedó inaugurada en 1734. Con unas medidas de 66,20 metros de largo
x 33,60 metros de ancho, es una iglesia de carácter netamente monumental.
De planta de cruz latina, tres naves de cuatro tramos, más crucero y transepto que no sobresale en planta.
Cuatro capillas laterales en cada
lado entre los contrafuertes cubiertas todas ellas con cúpula y linterna.
Cabecera muy profunda con dos tramos rectos y ábside poligonal. La nave
central se cubre con bóveda de medio cañón con lunetos. En el crucero la gran cúpula apoya en pechinas y remata en una alta linterna
octogonal. Destacable es la existencia de
dos ábsides, el situado en la cabecera y el contrábside situado a los pies de la iglesia, aspecto relativamente común en iglesias de la zona
de Zaragoza. Además dispone de dos atrios interiores que se corresponden con las puertas de entrada a la iglesia, situadas en la fachada
sur y en la norte.
La nave central es más ancha y alta que las laterales. Las nave central apoya en pilares con capiteles de orden compuesto que apoyan directamente
en los muros de las naves laterales. Sobre ellos voltean arcos de medio punto. El conjunto sujeta el entablamento, arquitabre y friso que a su vez
sujeta la bóveda de medio cañón. En uno de los ángulos del crucero encontramos una tribuna alta cerrada por una celosía.
Al exterior las cúpulas de las pequeñas capillas laterales son perceptibles por la existencia de las linternas, mientras que la cúpula del crucero se
acusa al exterior con un tambor octogonal y su linterna.
Dispone de dos entradas, situadas en los laterales de los pies,
formadas por un arco de medio punto que accede a un atrio cubierto. La entrada habitual es la situada en la
fachada sur en cuya clave se sitúa el escudo de la ciudad. El atrio se cierra mediante una cancela de hierro.
Altar Mayor
En el segundo tramo del presbiterio encontramos un gran baldaquino un tanto desproporcionado por su tamaño,
sustentado por cuatro columnas salomónicas. Realizadas en mármol negro y
madera policromada y dorada; en su interior alberga una gran imagen de bulto redondo de la Virgen María en su Ascensión a los
Cielos transportada por ángeles entre nubes. Se trata de una gran
estructura y una gran escultura plenamente barroca del siglo XVII. En el remate del baldaquino encontramos una gran
figura que simboliza la fe.
Formado parte del conjunto, el sagrario, obra en mármol realizado en 1753 por el artista zaragozano Francisco Azebal.
A ambos lados del presbiterio y sobre dos ménsulas encontramos dos figuras de bulto redondo en madera dorada y policromada
de San Valero Obispo y San Columbano mártir, ambos patronos de Cariñena. Imágenes realizadas en 1750 y atribuidas
a José Ramírez de Arellano, escultor de origen oscense pero afincado y con taller de escultura en Zaragoza.
La separación entre el presbiterio y el coro situado en el trasaltar, se realiza mediante unos paneles dorados decorados con relieves en forma de
tondo con una imagen de San Pedro acompañado por una imagen del sol (lado del evangelio), mientras que en el otro lado encontramos la imagen de
San Pablo acompañado por la representación de la luna (lado de la epístola). Estos relieves los encontramos en la parte que da al
presbiterio, mientras que la parte que da al coro encontramos unos relieves representando al Sagrado Corazón de Jesús (lado de la epístola)
y el Corazón de María (lado del
evangelio). En la parte superior de los paneles dos pequeñas imágenes de ángeles portadores de palmatorias. Este conjunto es obra del mismo
autor que el sagrario, Francisco Azebal.
Coro
Situado en el ábside, detrás del Altar Mayor (trasaltar), no es visible desde el interior del templo.
Realizado en madera de nogal y a un sólo nivel, está formado por 33 asientos en forma de "U", realizados por José Ariza a mitad
del siglo XVIII. Son todos
idénticos a excepción del central cuyo respaldo está decorado con un relieve dorado que representa a la iglesia, flanqueada por las figuras
de San Pedro y San Pablo. Por encima un medallón con la Virgen del Pilar. Además los signos representativos del Papa (la tiara), el Espiritu Santo
y los cuatro Evangelistas envueltos en un pequeño circulo, uno por cada uno de los lados del rectángulo dorado.
En el centro del coro, un gran facistol del mismo autor realizado en 1755 en madera de nogal y boj.
Sobre el facistol había una imagen barroca en madera policromada de la Inmaculada pero que en 1981 fue robada por Erik El Belga junto
con otras joyas artísticas de la iglesia.
En un armario de madera empotrado en el muro en el lado del evangelio se guardaban los grandes libros litúrgicos propios del coro.
En la actualidad los libros se conservan custodiados en el Museo parroquial.
A los pies de las dos puertas de entrada al coro desde el presbiterio, dos lápidas sepulcrales donde figuran enterrados los benefactores
que donaron los fondos para la construcción del coro. Las puertas de entrada están realizadas en madera en su color natural.
Crucero
En los pilares del crucero encontramos en su frente cuatro hornacinas (una por pilar) con imágenes policromadas de San Miguel matando al
demonio y San
Pedro siendo liberado de la prisión (los más cercanos al presbiterio) y San Cristóbal con el Niño Jesús sobre el hombro
y San Ramón Nonato, los más cercanos a la nave central. Realizadas por José de Ariza en el siglo XVIII.
Se da la circunstancia que en la imagen de San Miguel falta la figura del demonio, ya que según se dice fue retirada del lugar por el
aspecto terrorífico que tenía y que inspiraba temor a los fieles que asistían a misa.
El crucero se cubre con una gran cúpula con tambor que apoya en pechinas. Se remata con una linterna.
En el interior de la linterna en el lugar más alto del templo, el escudo de la ciudad de Cariñena. Las pechinas la ocupan cuatro óleos
sobre lienzos representando a los cuatro evangelistas con sus símbolos correspondientes.
Órgano
Situado en el lado del evangelio en el primer tramo recto del presbiterio, destaca por estar realizado con diversas partes o tubos del anterior
órgano del siglo XV y diversos añadidos posteriores que se alargaron durante los siglos XIX y XX. No obstante su estética se corresponde
con el siglo XVIII y se considera como su artífice a Bartolomé Sánchez en 1734. Con posterioridad a estas fechas el órgano ha sufrido
diversas intervenciones que no han afectado en lo sustancial su estética dieciochesca. Se sitúa sobre una tribuna con soporte de yeserías
y decoración de rocallas. En ocasiones se ha utilizado para celebrar conciertos de órgano e incluso hay editadas piezas musicales.
Sacristía
En una pequeña antesacristía, encontramos la anterior pila bautismal del templo, de estilo románico, labrada en piedra con decoración
gallonada. Fechada entre los siglos XII ó XIII.
Encima de la pila bautismal, un Cristo de madera en su color natural, realizado en estilo gótico entre los siglos XIV ó XV. Encontrado por
azar en 1985 en la iglesia parroquial, se cree que pertenecía al antiguo templo, aunque se desconoce la ubicación que
tuvo anteriormente.
Una sala de planta casi cuadrada y situada a la derecha del presbiterio, alberga la sacristía barroca de la iglesia.
Cubierta por bóveda de medio cañón con lunetos, dispone además de tres pequeñas capillas situadas a nuestra derecha cubiertas
también con bóvedas de medio cañón. Realizada por José Ariza.
En la sacristía podemos encontrar diversos lienzos como son los de Nuestra Señora del Carmen (siglo XVII), la Inmaculada
Concepción (siglo XVII), el descendimiento de la Cruz, la Virgen del Pilar (siglo XVII), la Virgen de Montserrat (siglo XVII) entre
otros.
Entre la imaginería destacar la escultura de Nuestra Señora de los Dolores del siglo XVIII,
de madera policromada y que ocupa una de las capillas, y además una escultura de
Cristo en la Cruz del siglo XVII también en madera policromada.
La
pila de lavarse las manos está realizada en el siglo XVIII en piedra de Calatorao pulida en negro.
Sobre la sacristía se levanta la Sala Capitular con acceso desde esta. Bajo el suelo de la sacristía se encuentra la
cripta, en la actualidad sin enterramientos y que es usada para guardar los pasos de Semana Santa. Tiene entrada directa desde el
exterior y según se cuenta fue por este lugar por donde accedió el ladrón Erik El Belga para saquear la iglesia.
Capillas de la nave de la epístola comenzado por los pies (según entramos):
Capilla de San Antonio Abad
con retablo barroco de madera dorada y policromada. Realizado entre 1690 y 1720.
Se compone de dos pisos, tres calles separadas por columnas salomónicas con decoración vegetal y ático.
En el piso inferior en el centro San Antonio Abad y en los laterales San Lamberto (izquierda) y Santa Ubaldesca
(derecha) patrona de los viticultores. En el piso superior en el centro San Gregorio Ostiense, a la izquierda
San Crispín y a la derecha San Crispiniano. En el ático San Miguel Arcángel matando al demonio.
Frente a esta capilla encontramos el retablo de Nuestra Señora de los Dolores. Lo más destacable es la imagen del siglo
XVII de un
Cristo yacente que en realidad no lo es. El Cristo procedente de la Iglesia del Convento de Santa Catalina,
recibía el nombre de Cristo de los Gayanes, y era un Cristo típico clavado en una cruz. Desde el convento pasó a una
casa particular para finalmente quedar en 1886 en propiedad de la iglesia
parroquial. En el transcurso del tiempo había desaparecido la cruz, y se dispuso el cristo en forma yacente,
teniendo que romper los brazos y articularlos
para que cupiesen en la urna donde se encuentra. Este Cristo es el que sirve para hacer las representaciones de la Semana
Santa de Cariñena, ya que al tener los brazos articulados, se baja de la cruz y los brazos se recogen para depositarlo
en la urna que hace de sepulcro.
Capilla de San Valero
con un retablo dorado que alberga una imagen del santo oscense, patrono de Cariñena.
Capilla del Cristo de la Peña
que alberga una imagen de Cristo Crucificado del siglo XVII y que procede por donación
del monasterio de San Juan de la Peña, de donde le viene el nombre.
El retablo es obra neoclásica del siglo XIX, en su parte inferior podemos ver los elementos de la Pasión y en el
ático la cruz. En el retablo encontramos una imagen de Santa Ana realizada en escayola en el siglo XX y procedente
del Colegio de Santa Ana.
Capilla de San Juan Bautista
dedicada a este santo, pero que con anterioridad y hasta 1960 había sido la Capilla del Santísimo.
El retablo es obra barroca de 1747. En el centro la imagen de San Juan Bautista y en el ático la Inmaculada
Concepción. En el retablo figura una inscripción que dice: a expensas de mosén Jerónimo Fraxno vicario
de la parroquial.
Detrás del retablo se encontraba la Puerta de San Juan que era la entrada al anterior templo gótico-mudéjar.
En la nave frente a la capilla de San Juan, encontramos la imagen conocida como Virgen del Coro.
Realizado en
alabastro policromado es obra gótica realizada en el siglo XV. Según algunos autores se atribuye
a Franci Gomar, escultor de origen catalán afincado en Zaragoza.
Procede del desaparecido convento de Santa Catalina en cuyo coro se
encontraba y de donde la viene el nombre.
Esta imagen tiene una curiosa historia, y es que la misma fue llevada por un arzobispo español en el año
1960 al Colegio Español de Roma para una exposición en calidad de préstamo. Terminada esta no hubo voluntad por parte de unos
en devolverla
y por parte de otros en reclamarla y la misma se quedó en Roma hasta 1993. En dicho año unas monjas de Cariñena que se
encontraban de visita en Roma se percataron que la imagen era la de su parroquia, por lo que puestas en contacto
con la parroquia urdieron un plan para sacar la imagen de Italia envuelta en sacos de dormir, cosa de todo punto
irregular por no decir ilegal. Al llegar a la frontera los guardias fronterizos se pusieron a registrar el equipaje pero no juzgaron
conveniente registrar los sacos de dormir y asi la imagen pudo volver a su ciudad de origen.
• Capillas de la nave del transepto
Altar y retablo de la Virgen del Pilar, procedente de la Iglesia de San Andrés de Zaragoza. Se encuentra
en el testero de la nave de la epístola. Realizado en madera por Manuel de Mena en 1721 y dorado por Joseph Royo en 1724.
En la capilla dos lienzos: San Agustín y Nuestra Señora de las Lagunas ambos del siglo XVIII.
Encima de la inmediata Capilla de la Inmaculada un lienzo representando a la Virgen con el Niño, del siglo XVIII y encima de la puerta
de la sacristia un lienzo de San Antonio de Padua.
Retablo de la Virgen del Rosario
Uno de los mejores retablos que tiene la iglesia y que se sitúa en el testero de la nave del transepto
por el lado del evangelio. Pertenecía a la anterior iglesia gótica-mudéjar medieval. Dedicado
a la Virgen del Rosario es obra renacentista en madera del escultor Juan Miguel Orliens realizado en 1624, dorado y policromado por
Juan Domínguez y Cristóbal Pardo en 1626 según consta en una inscripción en el lateral del retablo.
Se divide en sotobanco, banco, dos pisos y ático. En el centro una hornacina donde se
encuentra la Virgen del Rosario. A su alrededor se representan las diversas escenas de los misterios de la
Virgen. Sobre la imagen central de la Virgen del Rosario un relieve representando la Coronación de la Virgen.
El cuerpo superior se compone de tres elementos en el central la imagen de Cristo Crucificado y a ambos lados sendas
hornacinas barrocas con imágenes de santos en su interior como en el exterior. La separación entre calles se realiza mediante grandes
columnas de orden corintio con fuste estriado.
Tres de sus tablas fueron robadas en 1981 por Erik El Belga, y recuperadas en 1985 en la ciudad italiana de Bérgamo.
• Capillas de la nave del evangelio
Capilla de San Columbano mártir
Realizada en el siglo XVII es la única capilla que se conserva de la antigua construcción gótica, por lo que conserva parte de
su estructura original. Esta capilla es un poco más profunda que el resto, circunstancia que se aprecia claramente en planta pues sobresale
de la planta del edificio.
Preside el retablo una gran escultura de San Columbano.
Cuenta con una hornacina con un relicario que contiene los restos del santo mártir traídos desde Roma en el
siglo XVII por el obispo de Tarazona pero natural de Cariñena, Pedro Manero. San Columbano es co-patrón de
Cariñena.
En la capilla podemos encontrar dos lienzos del siglo XVIII representando a San Pedro y San Pablo. Y frente a esta pero junto a la
nave central una imagen de Cristo Crucificado, conocido como el Cristo de la Buena Muerte, que es una talla barroca del siglo XVIII procedente
del cementerio de la población.
Capilla de San Joaquín
Preside la capilla un retablo procedente de la antigua iglesia y se fecha a mitad del siglo XVII.
En el centro del Altar rodeado por columnas salomónicas un gran lienzo de San Joaquín con la Virgen en brazos, a quienes rodean un
conjunto de ángeles músicos. El retablo lleva el escudo de la villa, por lo que nos induce a pensar que el retablo fue sufragado por el
ayuntamiento de la población.
En la capilla podemos encontrar una urna de cristal con una imagen conocida como la Dormición de la Virgen, que representa el momento de la
muerte de la Virgen.
Capilla de la Virgen del Carmen
Obra de principios del siglo XVII, el retablo procede al igual que el anterior de la desaparecida iglesia gótica.
En el centro del retablo lienzo con la representación de la Virgen del Carmen entre columnas salomónicas decoradas con ramas
de vid, a ambos lados dos lienzos de San Blas y San Esteban protomártir. En el ático Santa Lucia, mientras que en el banco cuatro lienzos
de la Visitación de la Virgen a Santa Isabel, Santiago, San Clemente papa y Santa Águeda.
También en la capilla encontramos una imagen de bulto redondo de San Roque, obra fechada en el barroco del siglo XVIII.
Capilla del Sagrado Corazón de Jesús
Preside la capilla una imagen del Sagrado Corazón de Jesús, obra en madera policromada atribuida a Francisco de Borja en 1898.
Anteriormente existía en esta capilla el retablo de Santa Ana pero en 1917 desapareció sin que hasta la fecha sepamos su destino. La imagen
de Santa Ana con la Virgen el Niño si que se conserva en el museo parroquial.
A los pies del templo podemos encontrar diversos lienzos: San Francisco de Asís (siglo XVIII), Santa Clara (siglo XVIII); ambos procedentes
del convento de Santa Catalina. Encima de la pila bautismal barroca un lienzo representando el bautismo de un morisco (siglo XVII).
Otros lienzos son: Santa Teresa de Jesús orando, San Pedro Arbués y San Jerónimo, estos dos últimos en la parte superior de las
puertas de entrada al templo.
Pila Bautismal
realizada por Tomás LLovet en 1807. Consta de la pila de bautizar y una tapa semiesférica policromada. En la misma un bajorrelieve
dorado con la representación del Bautismo de Cristo. En la parte superior de la tapa una gran imagen de la Fe, y a sus pies un dragón que
sale huyendo (simbolizando al demonio o al pecado) y en el otro lado un ángel portando el libro de los siete sellos del Apocalipsis. Por debajo
de este conjunto dos ángeles. Las imágenes están realizadas en madera policromadas imitando el mármol.
Torre Campanario Declarada Bien de Interés Cultural en 2003.
Es lo único que resta de la anterior fábrica gótica-mudéjar del templo (siglo XIV). Situada a los pies del templo,
destaca su solidez y estructura defensiva sobre todo en su último cuerpo, que
queda rematado por matacanes. Tal vez esa funcionalidad defensiva fue lo que le salvó de la piqueta destructiva. De planta octogonal y
construida en estilo gótico en el siglo XIV, está fechada en 1375, al mismo tiempo que el rey de Aragón optaba por reconstruir las murallas
de la ciudad que habían sido destruidas por el rey castellano. Por su interior corre una escalera de caracol.
Tiene una altura de 38 metros y un total de 152 escalones.
Consta de cuatro cuerpo separados por impostas. El cuarto aloja el cuerpo de campanas y sobre el mismo queda la terraza protegida por
una línea de matacanes.
El cuerpo de campanas se abre al exterior por un vano de arco medio punto, uno por lado. El resto de los tres cuerpos restantes inferiores
destacan por la ausencia de vanos. Por su estructura y solidez tal vez pudiera haber formado parte del conjunto defensivo murado de la ciudad.
Las campanas llevan por nombres: Ángeles (1881), Rosario (gótica), María de los Ángeles (1691) y Valera (1881).
La entrada a la torre se realiza por una puerta situada en el interior de la iglesia, a sus pies.
Junto a la nave de la epístola, encontramos un capilla, que en realidad es una iglesia independiente solamente que
unida a la iglesia parroquial. Es la antigua parroquia de San Martín y Santa Catalina de Alejandría y hoy capilla de la Inmaculada Concepción.
Tiene entrada por el interior de la iglesia y puerta al exterior.
Capilla de la Inmaculada
Con forma de cruz latina de una sóla nave central, corta nave de transepto y cúpula en el crucero que apoya en pechinas .
Preside la capilla el retablo de la Inmaculada Concepción, realizado en madera en el siglo XVIII. En el centro en una hornacina la imagen
de la
Inmaculada Concepción. En origen ese lugar lo ocupaba un lienzo representando a Santa Catalina de Alejandría. A ambos lados de
la Virgen, dos lienzos: San Nicolás de Bari y San Gil. En la parte superior un lienzo con la historia de San Martín de Tours.
Destaca este retablo por haber sido restaurado en épocas pasadas con un color azul celeste que no se corresponde con el color original y
por la mala restauración sufrida por los lienzos del retablo.
En los testeros de la nave del transepto, dos retablos uno de Santa Clara del siglo XVII procedente del convento de San Cristóbal y el segundo
a
Santa Rita de Casia, realizado en el siglo XX.
Ficha técnica
Fecha de realización página: 15 de Diciembre de 2.009
Fecha última modificación:
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Fuentes base consultada:
http://www.parroquiadecarinena.com
Gran Enciclopedia Aragonesa (GEA) en Internet
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