El escritor Julio LLamazares en su libro "Las rosas de piedra" define a la Catedral de Albarracin como
"La Catedral más pobre de España"
"Visite una de las ciudades mas bonitas de España, visite Albarracín" (Azorín [1873-1967])
Introducción
Nombre: Catedral del Salvador
Emplazamiento: Albarracín (Teruel). Comunidad Autónoma de Aragón
Albarracín está declarado Conjunto Histórico Artístíco y su Catedral Monumento Nacional desde el 22 de junio de 1961
A orillas del río Guadalaviar y a 1.171 metros de altitud
Gentilicio: albarracinenses
Diócesis de Teruel y Albarracín
Jaime II el Justo rey de Aragón (1291-1327) concedió a la población el título de ciudad
Historia
Albarracín nace a la historia con el debilitamiento del Califato de Córdoba, cuando una de las familias bereberes asentadas en la zona,
los Banu Razin se erigen en reyes de un reino de taifa, aproximadamente sobre el año 1010. La familia de los Banu Razin serán los que
den nombre a la población.
Por restos arqueológicos sabemos que
la zona debió estar habitada en mayor o menor medida por los romanos que ocuparon la zona de los celtiberos
lobetanos con su capital Lobetum, y que a estos le seguirían los visigodos que llamaron a la población
Santa María de Oriente. De esta época aún subsiste aunque totalmente reformada la Iglesia de Santa María, que sería la principal iglesia de la población y
templo de los pobladores mozárabes durante el periodo musulmán. El apelativo de Oriente que recibía la población servía para distinguirla de
otra población del mismo nombre situada en Portugal y que recibía el nombre de Santa María de Poniente. De época romana se conserva en las
cercanías de Albarracín parte de lo que fue un acueducto romano excavado en la roca. También se han localizado unos pocos sillares de piedra reutilizados
en la actual Catedral lo que nos indica una ocupación romana del lugar.
Hacia el año 1104 los almorávides se hicieron con el control del reino taifa de los Banu-Razin y gobernaron con mano de hierro desde Balansiya (Valencia).
En 1145 los almorávides
fueron expulsados de España y el antiguo reino taifa entró en un periodo de inestabilidad por el control del territorio por parte de los
reyes musulmanes de Valencia y Murcia. Finalmente el control de la taifa pasaría a manos de Abu Abdallah Mohamed ben Merdanis,
de sobrenombre el rey Lobo de Murcia. El rey Lobo (* Peñíscola 1124 † Murcia 1172) reinó sobre un amplio territorio entre 1147 y 1172. Su principal
enemigo fueron los almohades que en vano intentaron apoderarse de su reino.
En 1170 y mediante un pacto con el rey Lobo, Albarracín pasa a manos del noble navarro Pedro Ruiz de Azagra (1170-1186), que se convertiría en el
primer señor de Albarracín. En 1172 se crea el Obispado de Albarracín dependiente de Toledo.
El segundo señor de Albarracín será Fernando Ruiz de Azagra (1186-1196) hermano de Pedro Ruiz de Azagra. Pedro Fernández de Azagra 1196-1246), hijo
de Fernando Ruiz será el tercer Señor de Albarracín, y mientras fue menor de edad quedó bajo la tutela de la Orden de Santiago.
El cuarto Señor de Albarracín sería Álvaro Pérez de Azagra (1246-1260) a quien sucedería su hija Teresa Álvarez de Azagra que estaba casada
con Juan Núñez de Lara de la casa de los Lara de Castilla. Este último sería el 5º señor de Albarracín (1260-1284) que actuaría en nombre de
su esposa.
En 1284 el rey de Aragón Pedro III el Grande (1276-1285) conquista la plaza de Albarracín y le entrega el señorío a su hijo bastardo el infante
Fernando de Aragón (1284-1300) que será el sexto señor de Albarracín.
La habilidad de los Azagra primero y de los posteriores dueños de la ciudad, la familia de los Lara (a partir de 1260)
y del infante de Aragón don Fernando consiguieron mantener Albarracín
como un señorío independiente de sus dos grandes vecinos Castilla y Aragón. No obstante en el año 1300 el rey de Aragón Jaime II el Justo
(1291-1327) incorpora definitivamente el señorío de Albarracín a la Corona de Aragón.
Árbol genealógico de la familia Azagra.xls
Características
La Catedral de Albarracín se levanta sobre otra anterior de estilo románico o mudéjar consagrada sobre el año 1200 por el
arzobispo de Toledo Martín López de Pisuerga (1192-1208). Se construyó sobre la antigua mezquita aljama musulmana.
Sin embargo los escasísimos restos que nos quedan del primitivo edificio, corresponden a un templo del siglo XV construido en estilo gótico y ya cuando
los señores de Azagra había pasado a la historia. El actual templo es renacentista del siglo XVI,
iniciado hacia 1532 por el obispo de la diócesis de Segorbe-Albarracín Gaspar Jofré de Borja (1531-1556) descendiente de una de las hermanas del papa
Alejandro VI.
Es un templo de una sola nave, cubierta
con bóvedas de crucería policromadas y estrelladas de tradición gótica tardía. Fueron realizadas entre 1556 y 1560 por el francés residente en Albarracín,
Quinto Pierres Vedel (* Usbues-Francia † Albarracín 30-05-1567) aunque parece ser que las obras en las mismas ya habían comenzado.
Dispone la nave central de capillas entre los contrafuertes que se abren al interior del templo a
través de arcos de medio punto que descansan en pilastras adosadas al muro.
Entre los maestros de obras de los que tenemos noticias destacan Martín de Castañeda que realizó la cabecera y el coro bajo.
La Catedral distribuye su interior en una amplia cabecera, cuatro tramos y coro bajo a los pies.
La cabecera formada por un ábside poligonal le precede un tramo recto, apoya al exterior sobre altos y grandes contrafuertes
que ayudan a salvar el profundo desnivel del terreno sobre el que se asienta el edificio. En uno de esos contrafuerte podemos ver un escudo
rodeado por una corona de laurel, es el
escudo del obispo de Segorbe-Albarracín, don Pedro Baldó (1461-1473). Pedro Baldó nacido en Albarracín, además
de obispo fue abad del
Monasterio de Santa María de la Valldigna entre 1448 y 1460. Falleció en Albarracín en 1473. Las armas que aparecen en el escudo aunque muy
estropeado son un ajedrezado, un árbol y un ala.
Dispone de un claustro de escaso valor artístico a través del cual se puede pasar al Palacio Episcopal que se encuentra junto a él. El
claustro realizado por Quinto Pierres Vedel en el siglo XVI sería remodelado totalmente al igual que el resto del templo en el siglo XVIII. Este se
encuentra cerrado en sus cuatro pandas y cubierto en su totalidad dejando un pequeño patio interior en el centro. En principio este claustro
servía de paso y unión entre el Palacio Episcopal y la Catedral, lo que permitía al obispo acudir a los oficios religiosos sin tener que salir
al exterior.
El interior del templo y el propio claustro fueron modificados en el siglo XVIII con una fuerte reforma que hizo cambiar su fisonomía gótica
al estilo barroco de la época. En el interior del templo se incluyeron pilastras y cornisas dándole el aspecto que hoy podemos observar.
Nos encontramos pues ante un templo de origen gótico con una fisonomía barroca. En el siglo XIX el interior del templo fue modificado repintando todo
su interior en color gris. Con la rehabilitación del templo habida en este siglo XXI se ha eliminado este repintado y se han devuelto los colores
originales que tuvo en el siglo XVIII.
El último elemento en ser construido fue la torre campanario, realizada en 1595 con planta cuadrangular y tres cuerpos.
Los dos primeros cuerpos son macizos mientras que el tercero donde se ubica el cuerpo de campanas, abre al exterior dos ventanas en arco de medio
punto sobre cada uno de sus lados.
Sobre la terraza de este tercer cuerpo, un cuarto cuerpo, más
pequeño y de planta octogonal, con chapitel piramidal cubierto con tejado de cerámica mudéjar. El campanario se atribuye al maestro de
obras Alonso de Barrio Dajo, durante el obispado de Martín Terrer Valenzuela (1593-1596) cuyo escudo se ve en el primer tramo de la torre.
Martín Terrer había nacido en Daroca (Zaragoza) en 1549 y murió en Zaragoza en 1631 tras haber sido obispo de Teruel, Tarazona y de Zaragoza poco
antes de su muerte. Su escudo está formado por un ajedrezado de quince casillas, el Agnus Dei y una torre.
En el piso inferior de la torre podemos ver tres sillares de piedra reutilizados de alguna construcción o memorial romano de las inmediaciones.
Son sillares alusivos a los dioses, homenajes a la majestad imperial y memorias sepulcrales.
En ellas destaca un sillar conocido como
la sartén y la aceitera que por el dibujo que lleva así parecen, pero que en realidad debe corresponder a una pátera y a un
prefirículo usado por los romanos en los sacrificios.
Portadas de la catedral
Dispone de dos portadas de similares características pero completamente diferentes. Construidas con formas clasicistas, la habitual
de entrada a la iglesia se realiza por la calle de la Catedral. Está formada por un arco de medio punto en cuyas enjutas encontramos
dos escudos iguales y en la parte superior un frontón con una pequeña hornacina vacía.
Flanquean el frontón dos esculturas de San Pedro y San Pablo.
Para acceder a esta portada es necesario ascender por una
escalinata de varios tramos que sirve para salvar el gran desnivel del terreno. Frente a esta
escalinata encontramos un bellísimo y amplio mirador desde
donde se puede observar gran parte de Albarracín y sus murallas.
Por esta portada se accede al claustro y desde aquí al interior del templo, al museo diocesano y a la Capilla de la Inmaculada. La portada
se encuentra protegida por un porche de obra cubierto.
Los escudos que podemos ver en la portada corresponden a Gaspar Jofré de Borja, obispo de Segorbe-Albarracín entre 1531 y 1556. Nacido en
Valencia, es descendiente de la familia papal de los Borja. Sus armas es una vaca pastando correspondiente a la familia Borja y seis fajas
horizontales por la familia D'Oms a cuyo linaje también pertenecía. Gaspar Jofré de Borja fue el iniciador de las obras de la Catedral en su
actual estructura.
La segunda portada que también dispone de porche cubierto, está
formada por una sencilla puerta adintelada y sobre ella un nicho con una imagen de bulto redondo. Ambas puertas están
pintadas con los mismos colores (blancos, amarillos y grises). Esta portada se abre a una recoleta plaza llamada de la Seo.
Claustro
Por la portada principal accedemos al claustro.
Adopta planta rectangular, cuatro crujías en sus lados más largos y tres en sus lados más cortos, más los cuatro de los ángulos. Se cubren con
bóvedas de medio cañón con lunetos y bóvedas vaidas. El claustro está completamente cerrado al patio interior, solo practicable por una puerta que
accede al mismo. Fue realizado en el siglo XVIII por Quinto Pierres Vedel y sirve como punto de unión entre el templo y el Palacio del Obispo. Está
construido sobre otro anterior del que desconocemos su estructura.
Nada más entrar, a nuestra izquierda, encontramos una pequeña puerta que da paso a una pequeña habitación que a su vez tiene comunicación visual con
la Capilla Mayor a través de una reja y que servía para que el obispo pudiera seguir el oficio divino, sin tener que entrar al interior de la Catedral.
La reja y ventana es visible desde el interior del templo.
A la derecha de la entrada
encontramos una capilla puesta bajo la advocación de la Inmaculada Concepción.
La portada de acceso es obra de Juan de Ezpeleta y de Juan López. La capilla perteneció a la familia de los
Ruesta y en su interior se encuentra
la lauda sepulcral de Pedro de Ruesta († 1578) canónigo que fue de la Catedral.
Esta capilla también conocida como "la Parroquieta", destaca porque en
su interior se redescubrieron unas pinturas murales, fechadas en el siglo XVI. La entrada está formada por un arco de medio punto flanqueada por dos
columnas estriadas que se alzan sobre un zócalo. Estas sostienen un entablamento en cuya parte superior encontramos un lienzo de la Inmaculada
Concepción en un marco de obra.
En las pandas del claustro encontramos algunos
retablos colocados en este lugar a los solos efectos expositivos, ya que lógicamente no es
su ubicación original. Además junto a la puerta de entrada a la iglesia se encuentra una
lápida pétrea con un mensaje de difícil lectura.
El ingreso al templo se realiza a través de puerta en arco de medio punto con dovelas muy trabajadas. Aunque la visita turística da comienzo en
otra puerta que permite el acceso a una pequeña sala, en origen sacristía de la Capilla de las Animas.
Capilla Mayor
El Retablo Mayor fue contratado en 1566 con el imaginero Cosme Damián Bas († Cella 17-07-1586), y colocado en el Altar Mayor en 1570, aunque las
polseras no serían colocadas hasta 1582 por el mismo artista. Dorado y policromado por un artista llamado Rillo en 1680.
En el centro del retablo
podemos ver la representación de la Transfiguración del Salvador en el Monte Tabor, a sus pies San Pedro, San Juan y Santiago
y Elías y Moisés junto a él.
En las calles laterales dos pares de hornacinas entre columnas estriadas con su parte
inferior decoradas con grutescos. Ocupan las mismas San Pedro y San Pablo en la parte inferior y en la parte superior la Anunciación con una
figura a cada lado. Desde nuestro punto de vista, el Arcángel San Gabriel a la derecha y la Virgen María a la izquierda.
En los guardapolvos y en bajorrelieve los cuatro evangelistas con sus figuras simbólicas. En el ático
la Crucifixión con San Juan y la Virgen. Flanqueando la escena de la crucifixión dos pequeñas hornacinas con frontones triangulares albergan las
imágenes de Jeremías a la derecha e Isaías a la izquierda. Remata el conjunto el Padre Eterno en un frontón triangular.
En la predela dos altorrelieves que representan la Adoración de los Pastores (La Natividad) y la Adoración de los Magos (La Epifanía).
El sagrario lo costeó el obispo Martín de Funes Lafiguera (1645-1653) en 1647. También debemos destacar la presencia de un gran florón multicolor en la
clave de la boveda de la capilla.
En el suelo frente al Altar Mayor
lauda sepulcral del obispo de Albarracín
Bernardino Gómez Miedes (* Alcañiz ca. 1515 † Albarracín 04-12-1589) obispo entre 1586 y 1589. La lápida lleva
la siguiente inscripción:
D.BERNARDINUS GOMEZ MIEDES /
QUINTUS HUJUS ECLESIAE JAM /
A SEGOBRICENSI /
SEPARATAE EPISCOPUS. EAMDEM A SE /
COMPOSITAM /
RELINQUENS, OBIIT PRIDIE NONAS DECEMBRIS /
ANNO MDLXXXIX
A la izquierda del presbiterio (lado del evangelio) podemos ver el sepulcro del obispo de Albarracín
Gabriel de Sora Arregui (* Zaragoza † 12-02-1622), prelado entre 1618 y 1622.
En el interior de un nicho abierto en el muro, vemos al obispo de rodillas frente a un reclinatorio en posición orante mirando al Altar.
En la parte superior podemos ver el escudo del prelado con sus armas: siete abetos, un brazo en movimiento con el puño cerrado y un escudete con
bordura y dos lobos pasantes.
Junto al sepulcro del obispo Sora podemos ver una ventana enrejada que se corresponde con el cuarto que comunica con el claustro y que permitía al
obispo quedar oculto mientras escuchaba misa.
Abandonando la Capilla Mayor seguimos por la nave central y sus capillas laterales.
Comenzando por la cabecera y por el lado del evangelio encontramos las siguientes capillas:
Capilla de San Antonio Abad y San Sebastián con un retablo de los titulares de la capilla, realizado
hacia 1678. En la actualidad el retablo está medio desmontado y se encuentra pendiente de restauración.
Capilla de María Magdalena destaca por el retablo de San Pedro, obra atribuida a Cosme Damián Bas y realizado en 1573. Según otros autores
es obra de su maestro Gabriel Yoly († 1538) o incluso de Juan de Salas. Realizado en madera de pino
en su color natural. Procede de la iglesia de Santa María de Albarracín y pertenecía a la Cofradía de San Pedro.
En el centro del retablo San Pedro sentado en la Cátedra, con tiara pontificia, cruz de tres brazos y en actitud de bendecir. En la parte
superior San Pedro encadenado (San Pedro ad Vincula), en el ático Cristo Crucificado con San Juan y la Virgen María y en lo más alto
la figura de Dios Padre. En las calles laterales y en la predela siete escenas de la vida del Apóstol de Jesús.
Las diversas escenas realizadas en altorrelieves en el interior de hornacinas se encuentran separadas entre si por columnas estriadas
cuyo tercio inferior se adorna con motivos vegetales. Algunas escenas son: curación de la suegra de San Pedro (predela) curación del
hijo del centurión (predela), y la escena de Quo Vadis (predela). En las calles laterales el prendimiento, el encarcelamiento, el magullamiento y la
crucifixión.
Puerta de entrada / salida a la Catedral desde el claustro Antigua Capilla de San Vicente. A la izquierda podemos
ver una
hornacina abierta en el muro en el siglo XVIII
y pintada con vivos colores. En la parte superior de la hornacina, a mayor altura, un vano con puerta del siglo XVI realizado en yeso pero
imitando la piedra. Esta puerta comunicaba el claustro con el interior del templo.
Capilla de las Animas (las Almas)
Esta capilla es producto de una reforma posterior a la fábrica de la iglesia.
Se cubre con una
bóveda vaida circular, decorada en estuco, esta decoración es obra de Juan de Ezpeleta y Juan López.
Es una gran capilla abierta en el muro y que hace
frontera con el claustro. Por detrás de esta sala encontramos una habitación actualmente sin uso pero que bien pudiera ser la sacristía de la
capilla. Esta pequeña habitación tiene comunicación con el claustro y habitualmente es utilizada como punto de entrada al interior del templo para las
visitas turísticas. La capilla está fechada en el siglo XVII mientras que la sacristía lo está en el siglo XVI. Una
pequeña puerta comunica ambas salas que se encuentran a distinto nivel.
En la actualidad encontramos un retablo de corte clásico formado por predela, un cuerpo de tres calles y ático.
En el centro del cuerpo, una hornacina en la
actualidad vacía y junto a ella, dos lienzos. Bajo el altar un imagen de la Virgen yacente, aquí conocida como
Virgen de la cama pero que en realidad representa el misterio de la Asunción de la Virgen (la dormición de la Virgen).
En la sacristía contigua, la sala se cubre con
bóvedas nervadas de crucería con terceletes y claves decoradas con escudos y que apoyan directamente en los muros,
cuyos puntos de unión
lucen escudos. Preside la sala un
Retablo de la circuncisión de Jesús. Los muros están decoradas con
pinturas murales de tonalidades monocromas que hasta el presente momento eran completamente desconocidas, habiéndose redescubierto en las
últimas obras de rehabilitación.
Coro bajo
Situado a los pies del templo, es una gran espacio abierto en 1538. Se cierra por una
reja de forja de 1669 realizada en sufragio del obispo de Albarracín Martín de Funes Lafiguera (1645-1653).
La sillería de estilo gótico manierista se dispone en tres de los muros y en dos hileras. La silla central que mira al Altar Mayor es la reservada al
obispo. En el centro de la sala un
facistol de la misma época y estilo. Es obra realizada en el siglo XVII con
madera de roble de la Sierra de Albarracín y su decoración es muy sencilla a base de motivo geométricos y angelitos niños.
En el muro testero podemos ver un conjunto pictórico y en la parte superior por encima de la ventana, el escudo de
Gaspar Jofré de Borja Llançol de Romaní, obispo que dio inicio a las obras catedralicias y cuyo escudo se repite en la portada de la
Catedral desde la calle. En el conjunto pictórico vemos a dos personajes
San Jerónimo y San Esteban con distintos atributos y alegorías de sus personas.
La capilla se cubre con una
bóveda estrellada policromada con medallones pintados en los espacios vacíos que forman los nervios de la bóveda. También las paredes laterales
de los muros se encuentran pinturas murales con balconadas fingidas. Sobre el arco de entrada a la capilla del coro, una pintura de la Inmaculada
Concepción y una fecha 1800.
Encima de la reja que cierra la capilla encontramos el escudo del ya citado obispo Martín de Funes, nacido en Bubierca-Zaragoza y enterrado en la
Catedral de Zaragoza. Las armas del obispo son cinco armiños, en este caso sobre un óvalo representando las cinco llagas de Cristo. Escrito en la
verja un salmo en latín dice: "Anno Funes ceciderunt mihi in praeclaris 1669".
En la nave de la epístola
Capilla del Bautismo antiguamente Capilla de La Piedad.
En esta capilla han aparecido unas
pinturas tardo-góticas con escenas representativas al Descendimiento de la Cruz, con la Virgen a los pies del madero
sosteniendo a su hijo muerto (La Piedad). Las pinturas con la técnica al seco se fechan en el siglo XV, son por tanto de la primitiva iglesia antes
de la obra del siglo XVI.
Destaca en esta capilla una curiosa construcción de madera, pintada en vivos colores que sirve para ocultar la pila bautismal como si de un
armario se tratara.
Sobre la capilla se sitúa el órgano del siglo XVIII.
Capilla de San Juan Bautista Esta capilla es la más antigua de toda la Catedral. Actualmente hace funciones de
paso hacia otras dependencias de la Catedral y además desemboca en la salida recayente a la plaza de la Seo, donde se encuentra
la segunda portada del templo.
Capilla del Pilar Mandada construir en 1657 por el obispo Jerónimo Salas Malo de Esplugas
(1655-1664) en la cual está enterrado. La misma fue ampliada entre 1735 y 1739 por el obispo Juan Francisco Navarro Salvador y Gilabert
(1727-1765) configurándola en su actual aspecto. Decorada a base de mármoles y estucos es la más
decorada de todo el templo. Destaca su retablo barroco fechado en el siglo XVIII
en cuyo transparente se encuentra la imagen de la Virgen del Pilar, traída desde
Italia por el obispo Salas Malo de la cual era muy devoto. En la parte superior del arco encontramos
el escudo del obispo
Juan Francisco Navarro atribuido al escultor Juan Mora en 1748.
La capilla desarrolla una planta cruciforme precedida de dos tramos rectos que se
cubren con
bóvedas de medio cañón con lunetos, en el
tramo de la cruz encontramos una
cúpula octogonal con tambor en el que se abren ventanas y rematado por una linterna.
El obispo Juan Francisco Navarro (* Calatayud-Zaragoza † 12-05-1765) y dispone su escudo con las siguientes armas: un castillo, un brazo armado
con un puñal en la mano, un león rampante y las cadenas de Navarra.
El Retablo Mayor está presidido por una imagen del siglo XVII de la Virgen del Pilar
en una iconografía no habitual en ella, pero alzada eso si, sobre el clásico pilar. Esta imagen probablemente proceda del anterior retablo
del siglo XVII.
Flanqueando la hornacina central San Joaquín y Santa Ana, padres de la Virgen María. En dos hornacinas laterales situadas
en los extremos del retablo, los santos San Abdón y San Senén, conocidos como "los santos de la piedra" por ser patronos de la
agricultura. Distribuidos por todo el retablo algunos bajorrelieves y pequeñas pinturas con escenas relativas a la aparición de la
Virgen del Pilar, la muerte de San José, la dormición de la Virgen e imágenes de santas y mártires. En lo más alto la
Santísima Trinidad junto al apóstol Santiago y a un Papa, más
los cuatro evangelistas. Las imágenes del retablo son atribuibles al escultor Juan Mora talladas en el siglo XVIII.
Capilla de Santa Ana
se encuentra sobre una de las zonas de la primitiva Catedral. En las obras de restauración ha aparecido un nicho o arcosolio formado por un arco
apuntado polibulado fechado en el siglo XV. En el muro enfrente del arco, encontramos una ventana de medio punto abocinada y con parteluz
que corresponde con otro de los
elementos de la antigua fábrica, lo que nos indica claramente que nos encontramos en la zona más antigua del templo. Esta ventana
comunicaba con la capilla contigua y se encontraba cegada desde el siglo XVIII hasta la actualidad en que ha sido redescubierta.
En esta capilla se encuentra la
puerta de acceso a la torre. El retablo es obra de 1857, en su nicho central encontramos un lienzo de San Joaquín
y Santa Ana haciendo la presentación de la Virgen en el templo de Jerusalén.
La capilla tuvo como mecenas en el siglo XIX a la familia Asensio de Ocón quienes costearon el retablo mayor de esta capilla según reza una
inscripción en el frontis del mismo: "Este retablo con sus ymagenes se hicieron a expensas de don Juan Francisco Asensio, se doraron y pintaron
a las de la M.y S.D. Joaquina Dolz de Asensio Año 1857". En lo alto del retablo podemos ver escudo de la familia Asensio De Ocón con algunos entronques
familiares.
En esta capilla encontramos
tres lápidas sepulcrales de la familia Asensio De Ocón: Joaquín Asensio De Ocón y Toledo fallecido el 10 de junio de
1829, José María Asensio De Ocón fallecido el 26 de octubre de 1847 y Manuela Asensio De Ocón y Catalán fallecida a los 22 años el 20 de agosto
de 1816.
Museo Diocesano
Habilitado parcialmente en el antiguo Palacio Episcopal del siglo XVIII. Tiene su entrada desde el claustro. Entre las piezas más
importantes podemos encontrar:
• Siete
tapices flamencos y parte de un octavo, regalo del obispo Vicente Roca de la Serna (1605-1608), con escenas referentes a la historia
de Gedeón. Trabajo realizado en el siglo XVI por Francisco Geubels (1534-1571) de Flandes.
• Incensario en forma de
pez realizado en cristal de roca, probablemente de origen veneciano.
•
Portapaz de oro y piedras preciosas con una representación del Ecce-Homo, atribuido sin base documental a Benvenuto Cellini (* Florencia 1500
† Florencia 1571). Regalo del Papa de Roma al obispo de Albarracín Vicente Roca de la Serna (1605-1608).
•
Cáliz de plata
•
Cruz procesional de Noguera con esmaltes de los siglos XI y XII. Estilo románico.
La Catedral de Albarracín en el recuerdo
Ficha técnica
Fecha de realización página: 15 de Octubre de 2.009
Fecha última modificación: 27 de Septiembre de 2.015
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