Santa Eulària d'Unha es una iglesia románica, fiel a la configuración arquitectónica de aquella época (siglo XII) con su planta basilical de tres naves y bóveda
de medio punto la central y de cuarto de esfera las laterales. A Levante se erigen tres ábsides externamente decorados al gusto lombardo. Finalmente,
en el ángulo noroeste, se añadió una torre campanario en el siglo XVIII.
Conviene destacar que la iglesia de Unha es la única de la Val d'Aran que, hoy por hoy, conserva parte de sus pinturas románicas, descubiertas
hace pocos años, en el ábside central. Estas pinturas muestran fragmentariamente en la bóveda semiesférica lo que habría sido la figura del
Pantocrátor (del que se conserva parcialmente el rostro), rodeado por la mandorla y el Tetramorfo (mediados del siglo XII).
En el registro inferior debían estar representados
los miembros del colegio apostólico, situados debajo de las arcadas, de los cuales se conservan las caras y el busto de dos figuras, magníficamente
representadas (mediados del siglo XII).
La presencia de pintura mural no termina aquí, también se han restaurado unas pinturas del siglo XVI en el muro lateral norte. En las pinturas con una
secuencia de encuadramientos escénicos, se desarrollan de derecha a izquierda: los episodios bíblicos de la Oración de Jesús en el huerto de Getsemaní, el
Beso de Judas, la Flagelación, Poncio Pilatos lavándose las manos, el Camino del Calvario, la Crucifixión y el Juicio Final con Cristo Glorificado.
El legado románico de la iglesia de Santa Eulària también está constituido por dos pilas bautismales de gran arcaísmo. Una de ellas
de inmersión, si bien podría tratarse
también de un sarcófago reaprovechado. La otra pila bautismal, con vaso circular y pie de sustento.
Texto: Conselh Generau d'Aran
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