Iglesia de San Andrés (Sant Andrèu) en la población leridana de Salardú, en la comarca de Arán en su Valle. De estilo románico transición al gótico.

Construcción románica del periodo tardío, ya en el siglo XIII. Aparece citada por primera vez en 1313. Planta basilical de tres naves, cuatro tramos y cabecera formada por tres ábsides semicirculares. Coro alto a los pies. En el siglo XV se anexionó a los pies del templo en el ángulo sur-oeste una torre campanario de planta octogonal y cuatro cuerpos de desigual altura. Remata un chapitel piramidal. La torre se refuerza mediante contrafuertes que alcanzan el primer cuerpo del campanario.

La portada abierta en la fachada Sur, articula cinco arquivoltas abocinadas con decoración vegetal que descansan en cuatro pares de columnas con sus correspondiente capiteles decorados con elementos vegetales. Sobre la portada un crismón. Flanquean la portada tres grandes arcos ciegos de medio punto. La rosca exterior que realiza función de guardapolvos descansa en dos ménsulas decoradas con caras humanas de rastros algo grotescos. Los arcos ciegos de esta fachada y la bancada de piedra que corre entre ellos nos da pie a especular que en este lugar debió construir un porche o atrio que además de proteger la portada debía servir como lugar de reunión de los vecinos para tratar cuestiones comunitarias. El hecho que uno de los contrafuertes este abierto al exterior nos ratifica en la posibilidad de que en este lugar se encontrara la puerta del porche. Los mechinales que corren por la parte superior de la fachada entre los contrafuertes ahondan más en esta creencia.

Destaca en estos arcos ciegos que flanquean la portada a razón de uno a la izquierda y dos en la derecha, la columna central que separan los dos arcos pues en su capitel y en el cimacio podemos ver decoración figurada en sus caras visibles, así vemos dos parejas de aves afrontadas atacando a otro animal con sus picos y a una serpiente y unas rosetas en el cimacio.

Los ábsides disponen por debajo de la cornisa de cada uno de ellos, de una línea de canecillos esculpidos con diferentes figuras. Entres estas destacan los de Cristo crucificado, y otro de una mujer que enseña el sexo. El resto de canecillos representan toda una panoplia de elementos vegetales, rollos, máscaras diabólicas y cabezas de animales. El conjunto de canecillos que podemos ver en los ábsides tiene su continuación en las fachadas laterales de la iglesia con igual o similar decoración que la aquí vista.

Los absidiolos tienen cada uno de ellos de una ventana aspillerada en medio punto de doble derrame pero de ejecución muy sencilla. El ábside central se ilumina por tres ventanas, aunque una de ellas la del extremo sur está cegada. Estas ventanas en arco de medio punto apean en columnas de fustes lisos y capiteles decorados con formas vegetales. En la parte superior de la cabecera una espadaña de un solo vano.

La nave central se cubre con bóvedas de crucería que apoyan en pilares de sección cruciforme. La separación entre naves se realiza con arcos fomeros ligeramente apuntados. En el presbiterio y en los muros y pilares de la nave podemos encontrar un conjunto de pinturas murales al fresco del siglo XVII representando a santos y a personajes bíblicos (San Sebastián, San Jerónimo, San Andrés, San Juan, San Simeón etc.)

Preside el ábside central, la imagen de Cristo Crucificado conocido como la Majestad de Salardú o la "Santa Creu", del siglo XII y adscrito a la escuela de Erill la Vall, con ejecución probable del propio maestro de Erill.