Construido entre 2010 y 2012 por el arquitecto valenciano
José María Tomás Llavador. Se trata de un puente de estilo funcional, es decir con pocos
detalles o mejor sin ningún detalle decorativo. Su objetivo es que cumpla la función para la que ha sido construido y sea lo más
barato posible (tiempos de crisis).
Pintado de color blanco siguiendo la tónica general de los últimos puentes construidos en la ciudad.
Se trata de un puente de dos tableros, el principal permite el paso de vehículos por tres carriles, el secundario se reserva
a los peatones. Este cubre su base con una superficie de madera de teca que nos recuerda su nombre histórico: Puente de Madera. También
son de madera los
laterales y pasamanos del puente. Casi
llegando a uno de los extremos del puente una pequeña ampliación de la plataforma peatonal se abre al cauce del río y cumple
funciones de mirador sobre el antiguo lecho del río. La iluminación se realiza mediante nueve farolas de moderno diseño de tres
brazos cada una. |