El palacio de los condes de Peñalba fue construido hacia mediados del siglo XVIII para don Vicente Fernández de
Córdoba y Valderrama (* Cabra-Córdoba 05-04-1721 † Valencia 26-03-1797) y su esposa María Teresa Ferrer de Próxita y Pinós (* 1727 † 1809), V condesa
de Peñalba. El título lo había heredado de su primer esposo: Luis Juan de Torres Mingot de Rocafull, IV conde de Peñalba con el que no había tenido descendencia. Le
sucedería en el título condal su hija María Teresa Fernández de Córdoba y Ferrer de Próxita (* Valencia 23-09-1761 † Torrente 20-02-1825), VI condesa de Peñalba.
La autoría de la construcción del edificio
se desconoce aunque habitualmente se atribuye a los arquitectos Felipe Rubio Mulet o a José Herrero. El palacio está declarado bien inmueble de
relevancia local. El título condal fue rehabilitado en 1970 añadiendo el apelllido Valenzuela, por lo que el actual título es "Peñalba de Valenzuela".
Más tarde el palacio pasaría a manos de los marqueses de Huarte quienes en 1971 lo vendieron a una entidad bancaria, es por ello que el palacio también es conocido
como palacio de los marqueses de Huarte, por ser este linaje su último propietario. Entre 1972 y 1975 el inmueble fue respetuosamente rehabilitado por los arquitectos
Luis Gay Ramos, Juan Segura de Lago y José Joaquín Pérez Alarcón para adaptarlo a la nueva actividad financiera. Entre 2006 y 2010 fue nuevamente rehabilitado por el arquitecto
Joaquín Sanchis Serrano (Ximo Sanchis) al pasar nuevamente la propiedad a otra entidad bancaria.
La construcción muestra un carácter barroco con motivos decorativos rococós, como son el portalón de entrada y el balcón principal de trazado ondulante.
Su fachada, con dos
torreones rectangulares de perfiles curvos mixtilíneos, se rematan con decoración de jarrones llameantes, al igual que otros palacios dieciochescos de la ciudad.
Dispone de numerosos balcones con rejería del siglo XVIII tanto
situados en fachada principal como en la lateral visible. De entre todos ellos destaca el balcón central de mayor tamaño que el resto, que le confiere un
marcado aspecto palaciego.
Destaca además su imponente portada rococó con pilastras situadas en posición oblicua
coronadas por sirenas aladas que sostienen el entablamento, y el recercado de piedra con curvas, además del
gran escudo que se sitúa en el centro del dintel con las armas de los Fernández de Córdoba, Ferrer de Pròxita,
Valderrama y Pinós y la divisa de los Ferrer més que'l que més. Sostienen el escudo dos leones rampantes. Las formas onduladas de los
balcones y las líneas que los enmarcan son de estética francesa.
Tras la puerta se abre un espacioso vestíbulo con un gran arco rebajado en el centro y dos de medio
punto con balconcillos a los lados, presidido todo ello por una pintura al fresco de la Virgen María en la parte superior.
Pasado este espacio, se abre una elegante escalera imperial de diversos tramos con
descansillos, pasamanos de madera y azulejos valencianos en las contrahuellas. En la actualidad permanece en manos de una entidad bancaria.
A mediados del siglo XX, fue ocupado parcialmente por el colegio de arquitectos y como hecho curioso podemos decir que además de ser utilizado actualmente
como sede bancaria, los dos edificios que lo flanquean por los laterales también pertenecen a entidades bancarias.
El Palacio de los condes de Peñalba en el recuerdo
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