Palacios y casas nobles de Valencia
Palacio de Ayora (Palauet d'Aiora)
c/Santos Justo y Pastor nº 98

El palacio de Ayora es un conjunto formado por dos realidades un tanto distintas pero que forman una unidad indisoluble, por una parte el conocido como Palacio o Palacete de Ayora y por el otro parte una zona verde ajardinada que lo flanquea por uno de sus lados y que es conocido como el Jardín de Ayora. Tal vez lo más destacable de este conjunto sea el palacete más que el propio jardín que también tiene su encanto. El palacete ha sido conocido con diversos nombres, Xalet d'Ayora, Palauet d'Aiora o Villa Vergel cambiando el apellido castellanizado o valenciano según el momento. En principio hay que indicar que el sobrenombre de Ayora le viene dado por el apellido del propietario del palacio y no por la población valenciana de Ayora.

El Palacio de Ayora fue construido entre 1899 y 1900 para José Ayora Olcina, industrial de la burguesía valenciana del momento, según proyecto del arquitecto Pelegrín Mustieles Cano, y constituye una de las mejores muestras de lo que podríamos denominar residencia suburbana o villa de recreo, pues en aquel momento esta zona era huerta que discurría alrededor del camino de Algirós que llevaba al Cabanyal. A la muerte en París de su promotor José Olcina († 1927), la finca es heredera por su hermana Dolores Ayora Olcina que la ocupa hasta el momento de su muerte el 01-01-1962. Durante la Guerra Civil su propietaria se exilió en París y el palacio fue ocupado por organizaciones republicanas, después de la guerra el palacio volvería a su legítima propietaria.

A la muerte de Dolores Olcina el palacio pasa por titulo de herencia a propiedad del Cotolengo del Padre Alegre que lo retiene solo unos pocos años. Esta asociación lo vende a una empresa constructora que lo alquilara a una empresa de ocio y que lo dedicará a Discoteca con el nombre de "Le Paradis". Con el cierre de la discoteca muy popular en unos ambientes y no tanto en el barrio, el palacio de Ayora entra en una fase de abandono que lo llevará finalmente a una total ruina. El movimiento vecinal conseguirá con el tiempo que el palacio y sus jardines puedan conservarse y mas tarde fuera rehabilitado en las condiciones en que lo podemos contemplar en la actualidad. Mientras tanto el palacio fue usado para diversas actividades, como guardería, escuelas municipales y retén de la policía municipal. Desde 2017 es sede de la Universidad Popular y "Espai sociocultural".

Ubicado en el barrio de Algiros, el nombre le viene del árabe Al-Zurûb (el canal) en alusión a que "Algirós" era uno de los brazos más importantes de la acequia de Moncada. En el momento de la construcción del palacio, la zona era un gran espacio lleno de huertas y pequeñas casas de labranza y que no empezó a ser urbanizado hasta bien entrada la década de 1960.

Su interior, del que apenas quedan vestigios originales, tuvo una rica decoración de pinturas, relieves y vidrieras. Estuvo a punto de ser demolido en 1983, pero una oportuna incoación como Monumento Histórico Artístico el 30-12-1982, consiguió su permanencia y posibilitó la posterior restauración de sus fachadas e interiores.

Elevado unos metros sobre el terreno para prevenir la humedad, se encuentra rodeado por una balaustrada de obra. Su elegante fachada, precedida de una amplia escalinata y realzada por el pequeño resalte de su cuerpo central, mantiene un comedido tono ecléctico dentro de los cánones clásicos, con detalles modernistas, en el que destaca el frontón curvo, y la torre poligonal, a modo de torre miramar, rematada por una cúpula con tejas de reflejos metálicos de color cobrizo.


Su interior se distribuye en planta baja, piso principal y ático. Se trata de una construcción cuadrangular en cuyo centro resalta la torre cubierta por una cúpula. Al exterior la distribución de su fachada muestra exactamente la estructura interna que aludimos.

Al exterior en sus cuatro fachadas encontramos tres vanos o ventanas por planta. Los vanos son adintelados, a excepción de los centrales del piso principal que tanto en su fachada principal como en la fachada trasera son dobles y formados por arcos de medio punto. Los vanos del piso principal forman balcones con antepechos de obra. Las ventanas del ático son pequeñas y de forma apaisada. En la fachada domina el color del ladrillo rojo, sobre las pilastras y los recercados de las ventanas que son de color claro de piedra natural, al igual que las esquinas, balcones y paredes del ático. Sólo los dos colores citados dominan en su estructura.

En la fachada principal, en su parte superior encontramos un frontón curvo con una imagen del dios Mercurio y abajo la fecha de construcción del edificio 1900. En las paredes que forman el ático encontramos paneles cerámicos con motivos geométricos, menos en la fachada principal en que los paneles cerámicos se convierten en imágenes del caduceo.

La torre se cubre con una cúpula ochavada de escamas con azulejos de reflejos metálicos de color cobrizo. En cada uno de los lados de la torre, dos ventanas formadas por arcos de medio punto. La cubierta del edificio es a cuatro aguas.

El edificio se levanta en el centro de una zona ajardinada, con escasa vegetación y con algunos bancos de cerámica. Una zona de recreo para niños se sitúa en una de las esquinas de esta zona donde se encuentra el palacete.

El verdadero jardín se encuentra fuera del perímetro antes descrito aunque formando cierta unidad con el palacete. A esta zona se accede por un vano abierto en el muro que comunica ambos espacios. El jardín conserva pocos elementos de su configuración primitiva, pero su recuperación ha significado una sustancial mejora de las dotaciones del barrio. Entre las especies botánicas que encontramos destacan los pinos, las palmeras, laureles, chorysias, jacarandas, mimosas, naranjos, limoneros, eucaliptus y un grupo de árboles centenarios de la familia de los ficus, de grandes troncos y raíces retorcidas.

Destaca en el centro del jardín una fuente formada por una pequeña balsa, de cuyo centro una figura femenina realizada en hierro colado levanta sus brazos en alto sujetando una pequeña ánfora. La mujer está vestida con una túnica que deja una de sus piernas al descubierto. De la pequeña ánfora que sostiene entre sus manos, mana un surtidor que deja caer el agua sobre la balsa circular realizada en piedra. La desproporción entre la balsa de agua y la figura de la fuente en más que evidente, lo que evidencia que ambos elementos no son originales entre sí. La figura se alza sobre un pequeño pedestal de mármol blanco. Todo el conjunto de jardín y palacio se encuentra rodeado por un alto muro que circunda todo el perímetro de los jardines de Ayora.