Los orígenes del actual Hospital de la Malvarrosa hay que buscarlo el 5 de abril de 1914, cuando se inaugura en una casa residencial de verano cercana a la playa
de la Malvarrosa, de un dispensario y sanatorio con solo cuatro camas para afectados por la enfermedad de la tuberculosis.
Fue su fundador y primer director, el médico Mariano Pérez Feliu (* Valencia 15-08-1883 † Valencia 02-05-1974) y su creación estuvo amparada por
la Junta Provincial contra la tuberculosis. Este primer sanatorio sería clausurado en enero de 1923 por la propia junta provincial.
Casi al mismo tiempo la junta provincial contra la tuberculosis solicita al Ministerio de Fomento,
licencia y terrenos para construir un hospital o sanatorio de mayor capacidad para los afectados por la enfermedad.
El proyecto es obra del arquitecto
Vicente Rodríguez Martín y llevará por nombre Sanatorio Marítimo Nacional de la Malvarrosa (Sanatorio de la Malvarrosa). Se solicita
por parte de la junta la cesión de unos terrenos que habían sido destinados hacia 1908 a un macroproyecto de hotel-balneario y colonia sanitaria
y cuyo proyecto había resultado fallido. La autorización y la cesión de terrenos por parte del ministerio llegaría en abril de 1916.
El motivo de escoger la playa de la Malvarrosa para la atención a los enfermos de tuberculosis, obedece a que desde antiguo
siempre se han conocido los efectos beneficiosos del sol y la brisa marina para los afectados por la enfermedad. Esta afecta
principalmente a los pulmones, también ataca a los huesos y al aparato locomotor, por lo que el sol y el aire limpio del mar ayudaba y solo ayudaba a la curación de la enfermedad.
La cruz de Lorena (cruz con dos brazos transversales) es el símbolo característico de la lucha contra esta enfermedad.
El inicio de las obras tuvo lugar el 14 de noviembre de 1917 y a finales de 1924 comienza la actividad asistencial hospitalaria.
Los enfermos quedan al cuidado de la Hermanas de la Caridad de san Vicente de Paul. Su primer director fue el médico Ramón Gómez Ferrer
(* Valencia 21-12-1862 † Valencia 11-06-1924). Gómez Ferrer fue nombrado director del sanatorio en octubre de 1916, pero por desgracia falleció
unos meses antes de la inauguración del sanatorio. Fue por tanto su primer director efectivo, su sucesor, el médico José Tomás López Trigo (* 1887 † 1975).
El conjunto arquitectónico se conformaba en tres edificios: el primero un pabellón central hospitalario, el segundo un pabellón de colonias y un tercero como pabellón de dirección.
El cuerpo central era el propiamente hospitalario y el más característico de su fisonomía. El sanatorio se distribuía en dos pisos, el inferior con capacidad para 60 camas y el superior
con 80 camas. Distribuía un cuerpo central de mayor altura rememorando una torre y dos alas laterales de menor altura. Tiene dos fachadas, la principal y donde se encuentra
la entrada se encuentra a espaldas al mar, mientras que la fachada trasera (de similares características que su compañera) mira al mar Mediterráneo, nuestro mar.
En fecha indeterminada se añadiría un cuerpo ovalado o salón circular en uno de sus extremos
que hacía de terraza mirando a la playa y a donde se sacaban las camas con los enfermos para su recuperación. Esta terraza ovalada estaba situada en el piso alto y era un
estupendo mirador sobre la playa y el mar. El edificio de colonias (hoy centro de salud) era una estructura que se distribuía en dos alturas, fue
finalizado en junio de 1929 y en total disponía de 124 camas. El pabellón de colonias escolares se dedicaba a residencia infantil, especializado en
materia preventiva de la enfermedad de la tuberculosis. El tercer edificio era el pabellón de dirección con casa para el médico y abierto a cuestiones administrativas.
En 1931 es nombrado director el doctor Mariano Pérez Feliu.
Al doctor Pérez Feliu, le sustituyó en 28 de noviembre de 1932 en la dirección del sanatorio,
el doctor Álvaro López Fernández (* Cuenca 1904 † 1974) que ejerció una meritoria y extraordinaria actividad hospitalaria.
Esta sufrió un brusco parón durante la guerra civil española con la incorporación del doctor López Fernández a las filas del ejercito. Durante este periodo el
sanatorio cambió su nombre por el de Sanatorio Helio-Marino Pablo Iglesias. Tras la guerra civil el doctor Álvaro López es destituido y pasa a ocupar un puesto
de cirujano, es nombrado nuevo director el doctor Antonio Damiá que sin embargo deja la dirección del sanatorio en manos de Álvaro López que lo ejerce de
manera indirecta, siendo años después restituido en el cargo hasta 1974 en que fallece.
Fueron los años de posguerra tiempos difíciles para la población valenciana, y mayor para los enfermos ingresados, con una falta de medios y aún de alimentos para
su recuperación. Solo la buena voluntad y el buen hacer de los profesionales y los cuidados de las hermanas de Paul, lograron sacar adelante el proyecto hospitalario.
En 1944 el sanatorio es ampliado con un nuevo cuerpo (hoy consultas externas). Con el paso del tiempo el sanatorio de la Malvarrosa se incorporó al Sistema Nacional
de Salud y desde 1988 depende de la Consellería de Sanitat de la Comunidad Valenciana, con el nombre de Hospital de la Malva-rosa. En el año 2009 dejan de
prestar servicio las hermanas Hijas de la Caridad de san Vicente de Paul.
El sanatorio de la Malvarrosa en el recuerdo
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