El Gremio de Maestros Carpinteros es uno de los antiguos gremios que, desde el siglo XIII, momento de la conquista de la ciudad de Valencia por el
rey Jaime I el Conquistador, articula la ordenación gremial valenciana. En un primer momento además de carpinteros recoge los oficios
de imagineros e incluso pintores y también un pequeño grupo relacionados con los "menesters" de la carpintería. Su santo patrón era
San Lucas, médico de profesión. Sin embargo será en 1497 cuando el rey Fernando el Católico autorice el cambio del patronazgo
pasando a ser San José el nuevo patrón del gremio de carpinteros.
La Casa Gremial se encuentra en el antiguo
barrio de Velluters. Es un gran edificio de planta rectangular construido en el siglo XVIII, aunque su origen es más antiguo. Su
portada adintelada conserva en el centro del dintel
esculpidos en piedra los siguientes
elementos: un tintero sobre un libro, una escuadra, una regla y un compás. En los ángulos
que forman la portada aparece una
sierra en uno de ellos y en el otro ángulo una especie de
hacha (azuela) propio del arte de la carpintería.
En su interior un gran zaguán distribuye el espacio hacia las distintas dependencias. Una escalera sube a la planta noble donde se encuentra
la sala de juntas y la capilla. En la sala de reuniones de planta rectangular (8 x 20 metros),
destaca la armadura del techo de madera, formada por sesenta casetones que según se
dice está realizado cada uno por un maestro carpintero distinto lo que le proporciona cierta singularidad al conjunto, ya que cada maestro quiso
poner su punto genial en cada uno de los casetones. Por debajo del artesonado corre un friso también de madera fechado en el siglo XV.
El edificio exteriormente y por su fachada trasera se divide en dos secciones horizontales de distinto tamaño separadas por una moldura.
Destaca en su parte alta una galería formada por 18 arquillos de medio punto, por debajo del alero de madera. Una cubierta a doble vertiente
cubre el edificio. En esta fachada trasera podemos encontrar además de varias ventanas acristaladas una puerta adintelada de factura
moderna, ya que todo el edificio ha sido rehabilitado en época reciente. Junto a la puerta podemos encontrar una
lápida conmemorativa dedicada a Amalio Gimeno.
En su fachada principal destacan los dos
balcones trabajados en hierro sobre vanos adintelados, uno por cada uno de los pisos de que se
compone el edificio en altura.
En uno de los ángulos de la casa podemos ver en el interior de un escudo en piedra,
un cartabón y otro elemento (una especie de punzón), propios del trabajo de la carpintería.
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