Tal vez uno de los edificios más estrechos que encontramos en la plaza, da la sensación de estar encajonado entre dos grandes edificios
para cubrir el hueco dejado entre estos edificios. De cualquier manera su fachada no desentona en absoluto con el resto de la plaza.
Su fachada se compone de tres líneas de balcones en línea vertical, a excepción de dos miradores en su parte central que acaba en otro
balcón con balaustrada en piedra, ya que el resto es de hierro. Formada por planta baja, entresuelo y seis pisos altos dedicados
integramente a viviendas. Con una sola fachada recayente de la plaza del Ayuntamiento.
Construido por el arquitecto Luis Albert Ballesteros en 1931 para Tomás Sánchez.
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