La advocación al Crist de sant Bult es propia y única del
barrio valenciano de la Xerea. Traducido al castellano como "Santo Bulto", puede parecer un tanto irrespetuosa
al tratar a una imagen religiosa como un bulto, palabra que tiene una connotación un poco despectiva. Nada más lejos de la realidad, bien es cierto que no debería
traducirse al castellano, pero su
etimología hay que buscarla en el latín, ya que su nombre procede de Sanctus Vultus con sentido de "santa imagen de Cristo".
El Cristo de Sant Bult es una talla en madera policromada de Cristo en la cruz. De apenas un metro de altura, va cubierto con una túnica morada anudada
a la cintura, está coronada por una corona papal o tiara pontificia, algo bastante inusual en imágenes de la tradición foral valenciana.
A sus pies encontramos un cáliz que en diversas representaciones adquiere forma que
recuerdan al
Santo Cáliz que se guarda en la
Catedral de Valencia. La iconografía de la imagen guarda características del estilo románico, sobre todo en lo referente a que Cristo
a pesar de estar en la cruz, refleja un aire triste pero sereno, con los ojos abiertos en clara alusión a que Cristo ha vencido a la muerte, detalles todos ellos adscritos a una tipología
románica. Como curiosidad debemos anotar que uno de sus pies (ambos están separados) está descalzo, mientras que el otro está calzado con una sandalia.
La historia del Cristo de Sant Bult con pequeñas o no tan pequeñas diferencias según las crónicas es la que sigue:
En 1239, poco tiempo después de la conquista de la ciudad de Valencia por el rey
Jaime I el Conquistador, un albañil que acudió a sofocar un incendio en unas caballerizas que
se encontraba en el arrabal de la Xerea, encontró en el fondo
de un pozo la imagen del Cristo, probablemente escondido durante la dominación musulmana. El albañil de nombre Manuel Navarro, vecino de la Xerea
se llevó consigo a su casa la imagen del Cristo. Si al principio las autoridades quisieron apropiarse de la imagen, finalmente el albañil con la ayuda de sus vecinos consiguió que
el Cristo se quedara en la Xerea. Los propios vecinos serían los encargados de
su custodia y de las celebraciones festivas de su hallazgo, pues el Cristo de Sant Bult fue elegido como
patrono principal de la vida religiosa del barrio, de ahí que la fiesta se circunscriba prácticamente al barrio de la Xerea.
Otra versión nos cuenta que la imagen del Cristo vendría acompañando a las tropas del rey Jaime I en la conquista de Valencia.
Se trataría pues de una imagen devocional o imagen de campaña; los soldados antes de entrar en batalla se encomendaban al Cristo.
De cualquier manera, nuestro protagonista Manuel Navarro tendría la propiedad del Cristo y la donaría o cedería a los habitantes de la Xerea para su
custodia y veneración una vez libre de musulmanes el arrabal de la Xerea.
Aunque actualmente la imagen está guardada en un local de la calle En Blanch nº 6 (Hogar Escuela de Sant Bult) propiedad de la Junta de Clavarios, el Santo Cristo
ha visitado las parroquias cercanas a la demarcación de
la Xerea, consta que en el siglo XVI le fue impuesta al Cristo la cruz de san Juan en la
Iglesia de san Juan del Hospital. También ha estado en el
Convento de Santo Domingo y
aún después en la
Iglesia de San Esteban. Actualmente la junta de clavarios creada en 1951 depende de la
Iglesia de santo Tomás y san Felipe Neri
y en el día de la fiesta del Santo Cristo, la imagen permanece
durante unas horas en esta iglesia. La fiesta se celebra en el mes de junio y pasa por ser la más antigua de las que se celebran en la ciudad de Valencia ya que al menos se
conocen desde principios del siglo XIV.
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