La casa se levanta sobre una superficie rectangular con ventanas y balcones recayentes a
la calle de Ruaya y a la calle Pepita. Consta de planta baja y piso alto y su construcción se
sitúa a finales del siglo XIX y principios del XX.
La planta baja se conforma a modo de sala diáfana de exposición permanente de
abundante documentación gráfica, objetos personales, materiales discográficos,
recuerdos entrañables, etc., relativos a la trayectoria artística de Concha Piquer López (* Valencia 13-12-1906 † Madrid 12-12-1990) y a su
enorme relevancia pública. Hija de Pascual Piquer Catalá y de Ramona López Ferrandiz. Concha nació en el primer piso de la casa que era el
lugar donde residían sus padres.
Por la escalera originaria de acceso a la planta superior, donde se ha reunido una valiosa
selección de diseños o figurines relativos al variopinto y riquísimo vestuario artístico de
la cantante, se accede a la antigua vivienda en la que nació la artista, recuperando en lo
posible el ambiente y la atmósfera que impregnara la primera infancia de la inolvidable
actriz. Así, un recorrido por piezas tan evocadoras como el dormitorio de sus padres, el
comedor, la salita de estar donde su madre tuviera también el taller de modista, o la
propia cocina, estancias todas ellas rebosantes de luz y muy ventiladas, o el propio
recibidor, sugieren una existencia doméstica laboriosa, pacífica y carente de unos
anhelos fuera de lo común en el seno de una humilde familia trabajadora.
Al exterior la vivienda se articulo en balcones con antepechos de hierro por cada una de las entradas en forma de arco rebajado. El resto de
los vanos son ventanas abiertas al exterior. La edificación realizada en ladrillo rojo cara vista se alza sobre un zócalo de piedra.
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