Diseñado por el arquitecto
Francisco Mora Berenguer en 1907, el Hospital Asilo de San
Juan de Dios responde a un nueva concepción higienista que se plasma en la disposición
abierta del edificio, con amplias galerías y terrazas, para aprovechar los beneficios del sol y de la brisa marina.
Se construyó por los religiosos de la orden Hermanos Hospitalarios de San Juan de Dios, dedicados tradicionalmente al
cuidado de pobres y enfermos, pero se especializó en el cuidado de niños escrofulosos e
inválidos. Cuando los hermanos hospitalarios dejaron de prestar estos cuidados, el asilo se convirtió en un hospital privado que funcionó
con el nombre de "Hospital de Valencia al Mar", por su cercanía al mar, en el barrio de la Malvarrosa.
En 2021 el hospital fue adquirido por la Generalitat Valenciana para su utilización como local de servicios sociales.
Ligado al Asilo de san Juan de Dios, nos queda el recuerdo del
lienzo de
Joaquín Sorolla que lleva por título "Triste herencia", en el cual vemos a un
hermano hospitalario cuidando de niños enfermos en la playa de la Malvarrosa y que refleja claramente el ambiente que se debía de vivir en el asilo.
Durante la guerra civil (1936-1939) el hospital fue incautado por el Partido Comunista de España. A raíz del asesinato en octubre de 1936 de once hermanos que
trabajaban en el hospital, estos tuvieron que abandonarlo y el mismo comenzó a ser gestionado por Socorro Rojo Internacional, organización
de corte humanitaria ligada a la internacional comunista. Al finalizar la guerra, el hospital volvió a manos de la orden hospitalaria.
La planta general del edificio adopta una disposición simétrica en forma de U, basada en un cuerpo central,
de mayor altura, y dos alas laterales que surgen perpendicularmente de sus extremos. La
construcción hace un uso abundante del ladrillo utilizado con criterios de austeridad, que solo se
varían en la parte superior del cuerpo central en donde se formaliza un remate de corte neomudéjar, con la
utilización de elementos cerámicos de color verde y azul.
En el cuerpo central, en el remate superior formado por un frontón de perfil quebrado y dentro de una hornacina podemos
encontrar una imagen de San Juan de Dios llevando entre sus brazos a un niño enfermo.
Las dos alas laterales están construidas como pandas de un claustro con dos alturas; el inferior formado por arcos de medio punto
y el superior con vanos adintelados; en la actualidad uno de los laterales se ha cerrado para dar mayor capacidad a lo que eran salas de consultas.
Destaca en el conjunto de todo el edificio la gran utilización de balaustradas de ladrillo.
En el centro del espacio que queda entre estos tres cuerpos una fuente permite una ambientación más propia de un jardín que de un centro
sanitario. La cercanía del mar Mediterráneo y el sol junto con los avances de la medicina curaban por si solos.
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