Declarada Bien de Interés Cultural, en la actualidad se encuentra restaurada y es posible su visita.
Mandada construir por el rey Felipe II, siendo virrey de Valencia entre 1575 y 1578,
Vespasiano Gonzaga (* Fondi-Italia 06-12-1531 † Sabbioneta-Italia 26-02-1591).
Fue comenzada su construcción el 30 de marzo de 1576 y
tenía como misión, además de la propia de vigilancia
de la zona costera y de dar el grito de "moros en la costa", evitar que los piratas hicieran acopio de agua potable del río Júcar. Y es que la torre fue
construida en el margen derecho del río, junto a la desembocadura, pero una riada (la gran riada) ocurrida en 1864 desvió la desembocadura
del río hasta su actual emplazamiento dejando la torre un poco desplazada de su ubicación original junto al río.
La construcción se desarrolló entre 1576 y 1577 quedando
constancia de su finalización en la
lápida conmemorativa que campea sobre el dintel de la portada.
Reynando el siempre vencedor D. Fhelippe Segundo, siendo su lugarteniente y Capitán General en este Reyno de Valencia, Vespasiano Gonzaga
Colona, Príncipe de Sabioneda, Duque de Traieto, Marqués de Hostiano, Conde de Fundi y de Rodigo, anno MDLXXVII.
Se tiene constancia que el inicio de las obras fue realizada por el maestro cantero de origen francés Jerónimo Neulat, más conocido como Jerónimo Lavall.
Este cantero es más conocido por las obras que realizó en el Monasterio de San Miguel de los Reyes de Valencia. Jerónimo Lavall, falleció el 17 de junio
de 1576 por lo que solo pudo dar por sentado la base de la torre. El continuador de las obras pudo ser el también francés Juan Ambuesa, aunque no podemos
confirmar su autoría con total certeza. Juan Ambuesa también trabajó en el Monasterio de San Miguel de los Reyes.
Esta torre tenía comunicación visual con las ya desaparecidas Torre del Cap del Far, Torre de la Gola de la Albufera y Torre de Alfandech esta
última todavía en pie. Normalmente
la comunicación se realizaba por señales de humo o fuegos encendidos, pero también podían utilizarse palomas mensajeras para llevar mensajes. La dotación
normal de estas torres, era de cuatro hombres, dos a pie y dos a caballo y ellos eran los encargados de dar aviso a las guarniciones cercanas del peligro
de un ataque o avisar a las poblaciones del peligro.
Adopta forma troncopiramidal, realizada en mampostería con sillares en puertas y ventanas. Tiene 10 metros de diámetro en su base y eleva 20 metros
en altura. Interiormente disponía de planta baja, dos plantas altas y terraza almenada. La puerta adopta forma de arco de medio punto, la planta baja servía
de cuadra para los caballos, mientras que en el primer piso se situaba la zona de hogar, donde se cocinaba. El segundo piso servía de dormitorio y almacén
de pólvora y armas. La terraza podía alojar un pequeño cañón.
Unas pequeñas ventanas
aspilleradas y la puerta era la única comunicación con el exterior. La comunicación interior entre los pisos se realizaba mediante una estrecha escalera de
caracol en piedra.
La vigilancia en la torre era encomendada a soldados que recibían el nombre de "atalladors". Una vez pasado el peligro pirata, la torre fue abandonada y en
1850 fue entregada al cuerpo de carabineros como apoyo en su labor de vigilancia del contrabando.
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