Torre de san Vicente
Benicasim (Castellón)

La torre de san Vicente es el nombre de un fortín defensivo que se ubica en la costa castellonense de Benicasim, en la misma orilla del mar y en la misma población. Sobre la puerta de entrada podemos ver en la actualidad un panel cerámico con una imagen representativa del santo titular, que nos recuerda el nombre de la torre. Era una de las dieciocho torres vigías que llegó a tener la costa castellonense. En 2001 fue declarada Bien de Interés Cultural. El litoral castellonense era lugar frecuentado por piratas y corsarios berberiscos, se construyó entre 1597 y 1599 y junto con la torre de sant Julià, hoy desaparecida ejercía control sobre esta zona del litoral.

Con su construcción, Benicasim que en aquel momento se encontraba prácticamente despoblada por los constantes ataques de piratas y corsarios, volvió a recuperar su población y fe de ello es que en 1603 le fue concedida "carta de población" señal inequívoca de crecimiento de la población.

La guarnición de la torre solía estar formada por cinco hombres: un alcaide, dos soldados torreros y dos auxiliares encargados de dar aviso a la población y poner en guardia o llevar mensajes a caballo a las unidades militares de la zona. Los hombres disponían de armas de fuego ligeras y sobre la terraza de la torre había instalado un cañón. En la actualidad podemos ver un cañón de 6 libras de los usados en el siglo XVIII aunque como es de suponer no es original de la torre.


Las características constructivas de la torre eran la típicas de las torres defensivas de la época. Sobre una base en talud, se alzaba la torre en cuyos muros se abrían escasas aberturas siempre aspilleradas. A la altura de la terraza y sobre la puerta principal, un matacán protegía la entrada. Esta se encontraba a dos metros de altura por lo que precisaba de una escalera adicional para entrar en ella y en caso de peligro era retirada. La torre tiene planta cuadrada y 13,5 metros de altura.

La parte inferior de la construcción es maciza no solo por posibilitar el soporte del peso superior, sino que además ello dificultaba que los asaltantes pudieran hacer labor de zapa y derribar la torre o parte de ella. Los materiales de construcción son mampostería de piedra y trabazón de mortero de cal, arena y grava. La piedra utilizada es la piedra de rodeno de color rojizo extraída del contorno y en las esquinas piedra calcárea de color gris. La terraza con unas excelentes vistas del mar, está almenada y en la fachada que mira a este, se han colocado en sus ángulos dos pequeñas torres o garitas circulares.

La torre perteneció al cuerpo de torreros de costas hasta 1850, fecha en que dicha institución fue suprimida. Su propiedad pasó al cuerpo de carabineros y después de la guerra civil (1936-1939) pasó a la Guardia Civil. En 2004 la torre fue adquirida por el ayuntamiento de Benicasim y se procedió al derribo de todas una serie de construcciones anexas en su parte baja que no eran originales de la edificación. En 2017 fue restaurada y en su interior se ha abierto un pequeño centro de interpretación de torres defensivas costeras litorales. Que por cierto en el interior de la torre se ha instalado un ascensor para personas con movilidad reducida, lo que permite una cierta libertad de movimientos.

La torre de sant Julià a la que hemos hecho referencia anteriormente se hallaba a 2 kilómetros al nordeste de la torre de san Vicente, mantenía contacto visual con esta y con la torre de Colomera de la población de Oropesa del Mar. En el siglo XVI consta su edificación, desapareció a mediados del siglo XX por encontrarse en ruinas.