La ermita de San Juan Bautista se encuentra en el despoblado de Rasal, perteneciente en la actualidad al municipio de Las Peñas de Riglos, en la provincia
de Huesca y en la comarca conocida como La Hoya de Huesca. La ermita fue la iglesia parroquial de la población que ya en el siglo XVI fue abandonada.
Incluimos este templo entre las iglesias de la comarca del Alto Gállego y las iglesias de Serrablo, ya que aunque alejada de esos enclaves, guarda similitudes
arquitectónicas que nos permiten incluirla dentro del círculo serrablés. El templo fue declarado Bien de Interés Cultural en 1980 y fue rehabilitado entre
los años 2004 y 2005 por el Gobierno de Aragón presionado por entidades culturales y de defensa del patrimonio.
El templo desarrolla una larga nave rectangular que finaliza en un ábside semicircular. La parte más antigua y por tanto original
es el ábside que sitúa su construcción a finales del siglo XI, hacia los años 1060 y 1070. La iglesia debió construirse en dos etapas, en primer lugar la
cabecera y posteriormente la nave que se construyó en mampostería. En su interior el ábside se cubre con una bóveda en piedra de cuarto de esfera, siendo
este precedido por un tramo recto que se cubre con bóveda de medio cañón reforzado con dos contrafuertes al exterior. La nave del templo se cubre
con techumbre de madera de reciente construcción ya que la anterior se desplomó de puro abandono.
La cabecera como suele ser habitual es la parte más interesante del templo, en forma semicircular, dispone en su parte superior del típico friso de
baquetones propio de las iglesias de Serrablo, por debajo de este, una serie de cinco arquillos ciegos descansando sobre seis lesenas y zócalo. En el
centro del ábside una ventana aspillerada de doble derrama.
La puerta abre en la fachada Sur en forma de vano adintelado de época moderna. Por las ménsulas que podemos ver en la fachada, podemos
deducir que un pórtico probablemente de madera protegería la fachada y su entrada.
En su fachada Norte vemos con cierta dificultad un pequeño arco de descarga sobre dintel
que bien podría ser una antigua puerta hoy cegada.
En el interior se conservan restos de pinturas murales, así se adivina un Cristo Crucificado en el interior de una mandorla y el Tetramorfos.
Son pinturas fechadas en el siglo XIII dentro ya del estilo gótico lineal.
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