La ermita de San Antón se encuentra en el despoblado de Pano en la comarca oscense de la Ribagorza. Administrativamente pertenece al municipio
de Graus que además es capital comarcal. La actual ermita fue la iglesia del ya desaparecido Monasterio de San Juan Bautista de Pano, fundado por el rey de Aragón,
Ramiro I. En las
cercanías se encontraba un castillo conocido como de Pano hoy arruinado.
También es conocida como Iglesia de San Juan Bautista de Pano. Declarada Bien de Interés Cultural en 1983.
Construida hacia 1060 (siglo XI) en estilo románico con influencias lombardas.
La iglesia está realizada en mampostería y sillarejo bastante tosco, se trata de un hermoso templo con un arcaísmo mas que
patente. Destaca la irregularidad en su planta, en los arcos y en los pilares, lo que
nos habla que sus constructores no debían de ser canteros profesionales y tal vez la obra haya que atribuírsela a canteros locales conocedores de las técnicas lombardas
pero sin experiencia.
La ermita desarrolla una
planta basilical de tres naves separadas entre si por arcos formeros en arco de medio punto y cabecera triabsidial
con cilindros semicirculares. Nave de cuatro tramos en la central y tres en las laterales, la nave central un poco mas alta que las laterales. Los cuatro tramos
se dividen con tres pares de pilares, dos de ellos, los centrales de sección cruciforme. El templo se cubre con bóvedas de medio cañón, mientras que los ábsides lo
hacen con bóveda de cuarto de esfera. La cubierta al exterior es única para las tres naves y se cubre con losas de piedra a dos aguas.
La portada se abre en la fachada Sur. Desarrolla un arco de medio punto y por encima del mismo un arco de descarga que a su vez sostiene un
fino dintel de piedra. A la izquierda de la portada una ventana en arco de medio punto geminada, su parteluz central es un pequeño
pilar que divide la ventana en dos vanos. Esta ventana ha sido reconstruida, pues con anterioridad se encontraba cegada, por lo que la disposición de sus
elementos no son originales.
En la misma fachada Sur a la altura del primer tramo se abre
una pequeña puerta hoy cegada e impracticable. Una tercera puerta también cegada se abre en la fachada Oeste, a los pies del templo. Ambas puertas permanecen
tapiadas desde siglos atrás.
La decoración de los ábsides sigue la técnica lombarda, un conjunto de arquillos ciegos en la parte superior y por debajo del alero, un friso de dientes de sierra. En los extremos
del ábside central dos lesenas. Las ventanas de doble derrama se disponen en cada centro del cilindro absidial.
En el interior se han encontrados restos de enlucido y decoración pictórica mural, un fragmento de pintura fue arrancado en 1975 y llevado al Museo
Diocesano de Barbastro donde se conserva. Este conjunto
de pinturas son representaciones de cruces y círculos de distintas formas y tamaños contemporáneas a la fecha de construcción del templo.
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