Espierre es una población prácticamente despoblada, perteneciente al municipio de Biescas y situada en la Comarca del Alto Gállego en Tierras de Serrablo, en la provincia de Huesca. Popularmente es conocida como el nombre de Santa María de Pallariecho. Se encuentra prácticamente en ruinas, habiéndose realizado trabajos de consolidación en el año 2005.

Es uno de los templos más antiguos catalogados en las Tierras de Serrablo, su construcción se sitúa entre los siglos X u XI, según autores. Iglesia de una sola nave con planta rectangular, orientada al Este y con cabecera de testero plano de la misma anchura que la nave central. El ábside en su actual configuración es resultado del ensanchamiento interior de los muros laterales de la cabecera. Esta ampliación de los muros fue realizada en el siglo XVIII con la anexión de dos muretes a los laterales de la cabecera y tenía la pretensión de voltear una bóveda de cañón sobre la cabecera, pero todo indica que el experimento fue fallido. Ausencia total de decoración, solo la puerta de ingreso abierta en la fachada Sur rompe la monotonía del conjunto, así como tres ventanas aspilleradas de dintel recto que iluminan el interior desde la parte superior de la puerta de entrada. Una cuarta ventana es de época posterior.

Lo más característico de la puerta de ingreso es estar realizada en un arco de herradura, con una piedra triangular en la clave del arco algo descentrada del eje de la puerta. La construcción es de sillarejo. Su interior se cubría en su totalidad con armadura de madera, aunque parece ser que en 1889 ya se había perdido la cubierta. El suelo es a base de cantos rodados. Su interior conservaba pinturas murales, pero en la actualidad estas se han perdido irremediablemente.

En esta población aún podemos encontrar dos iglesias más, la Ermita de San Juan y la Iglesia de San Esteban.