Cogemos la Autovia de Valencia en dirección a Ademuz (CV 35), después de pasar Liria y Casinos, llegamos a la desviación hacia
Villar del Arzobispo, aquí hay que
coger la comarcal 396 que lleva hacia Bugarra y que nos hace pasar por encima de la autovia. Nada más salir de la rotonda a mano derecha
una señal nos indica que hemos llegado al yacimiento ibérico.
Es un pequeño recinto sin valla de protección y de libre acceso. Hay excavada una zona bastante bien conservada, pero se nota
que el terreno no ha sido investigado en profundidad.
De hecho paseamos sencillamente por encima del lugar donde deben encontrarse restos arqueológicos. El lugar recibe el nombre de La Seña
o La Aceña, topónimo del lugar donde se encuentra el yacimiento.
De lo visible y lo que sabemos es que debió tratarse de una pequeña explotación agropecuaria. La aldea se encontraba amurallada, aunque
escasos restos han quedado de ella. Seguramente las piedras de los bancales que se encuentran a su lado esten construidos con las piedras
de la misma.
El recinto estuvo habitado entre el siglo VI y el siglo II antes de Cristo y dependería de la cercana ciudad ibéra de
Edeta en la actual Liria, capital del territorio de los edetanos.
Lo que ahora vemos es un conjunto de grandes viviendas compartimentadas
que se estructuraban
formando manzanas y que se distribuían a lo largo de una calle central longitudinal. El recinto alargado formaba una planta trapezoidal de 8000 m2
de superficie. Destaca por su situación en una zona llana, debió estar cercada por una muralla sin torres defensivas, cuyos muros formarían parte
de las paredes de las viviendas que se encontraban adosadas a ellas. Las viviendas estarian formadas por dos pisos y terrazas planas y en su
interior habría espacio para un establo o patio para los animales.
En una de las viviendas se ha datado una almazara o prensa para la extracción de aceite, por lo que se cree que este era uno de los
productos que elaboraban en la zona. La industria agrícola se basaría en el cultivo de la vid y el olivo principalmente, mientras que la ganadería
estaría formada por ovejas y cabras principalmente, junto con ganado porcino y animales de carga y monta.
Al igual que en el resto de yacimientos ibéricos lo que nos ha llegado a nosotros son los zócalos de piedra que sustentaban las paredes
de adobe, material con que se construían las casas, e incluso estaría construida la cerca murada, que para ojos inexpertos pasa totalmente
desapercibida. Los restos materiales encontrados en el yacimiento se encuentran en la actualidad en el Museo de Prehistoria en el
Centro Cultural la Beneficencia de Valencia.
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