Por la A-3 (Valencia-Madrid) y ya una vez rebasados Requena y Utiel,
nos desviamos por la salida 270 hacia Caudete de las Fuentes. Desde esta población el yacimiento se
encuentra apenas a cinco minutos en vehiculo. Es muy fácil de llegar, preguntar. El recinto se encuentra vallado, por lo que hay que
concertar visita previa.
La ciudad ibérica de Kelin era la capital de un amplio territorio que abarcaba una zona mayor que
las actuales comarcas de Requena y Utiel. Es una de las
pocas poblaciones iberas de las que conocemos su nombre "Kelin" ya que dispuso de ceca propia (acuñación de moneda) y aunque su
producción fue limitada, queda constancia de su nombre en las monedas allí acuñadas. El yacimiento se alza sobre un suave cerro conocido
en la actualidad como "Los Villares". Kelin estaba habitado por una tribu celtibera conocida como los olcades.
El poblado era muy grande (10 hectáreas o 100.000 m2), pero a pesar del amplio terreno que dispuso sólo se ha excavado una mínima parte
ya que la mayor parte
del terreno es zona de cultivo. Del terreno excavado sólo se han dejado visible dos zonas habitables (conocidas como zona A y zona B),
situadas algo alejadas entre sí y
que se corresponde con una zona de viviendas y otra zona de talleres. Todo el poblado se encontraba rodeado por una muralla de piedra de la
que se conservan algunos tramos dispersos por los alrededores. El poblado tuvo una larga vida con diversas etapas, así se han documentado
estratos que van desde el siglo VII a.c. hasta el siglo II a.c.
Zona A
Tres fases de ocupación se han documentado, la primera de ellas conocida como Primera edad del hierro, abarca un periodo comprendido entre los
años 680 y 550 ac, durante este periodo se utilizaban todavía utensilios de bronce y cerámicas hechas a mano, pero pronto y por influencias
de otros pueblos más cultos (fenicios y griegos) adoptaran los utensilios de hierro y el uso del torno para la fabricación de cerámica, además
se introduce el cultivo de la vid. La segunda
fase comprende los años 550 y 190 ac, se le denomina Segunda edad del Hierro y es la época de mayor esplendor de esta ciudad. Además de la
cerámica a torno y la industria metalúrgica del hierro se abre un periodo de intensa actividad comercial como lo demuestra la aparición de
elementos importados de la cultura griega, púnica y fenicia. La tercera fase de desarrollo se documenta con la ocupación romana a partir del
190 ac, es este momento cuando se producen las primeras acuñaciones de moneda con el nombre de Kelin. En el periodo republicano romano y
durante las guerras civiles entre Sila Y Mario y más concretamente con el general de Mario, Quinto Sertorio,
la población se pone del lado de Sertorio que a la postre
sería derrotado por Pompeyo, por lo que la ciudad es incendiada y nunca más vuelve a ser ocupada. Este hecho se fecha alrededor del año 75 ac.
Zona B
El siguiente periodo ocupacional será el romano, pero estos ya se instalan en una zona más baja en la actual población, la denominan Caput Aquae, los
musulmanes Qabdaq y los cristianos Cabdet que dará origen a su actual topónimo.
La población de Kelin ocupaba un lugar privilegiado cerca del río Madre de Cabañas afluente del Magro. Desde su altura se controla toda la zona de la
vega y junto con otros pequeños poblados situados en las cercanías permitía un control efectivo del territorio y del paso natural entre la
meseta central y el litoral valenciano. Estos poblados defensivos se situaban en zonas altas y se encontraban amurallados (Molón de Camporrobles,
Cerro de San Cristóbal en Sinarcas, Cerro de la Peladilla en Fuenterrobles, la Muela de Arriba y la Cárcama en Requena o la Mazorra de Utiel). Junto
con estos asentamientos defensivos encontramos otros de carácter productivo o agropecuario dedicados al cultivo del vino y el aceite principalmente.
Las viviendas excavadas siguen el mismo patrón que el resto de poblados iberos ya visitados. Sobre un zócalo de piedra se levantaban los muros de
adobe y se usaba un enramado vegetal con una mezcla de barro como tejado, este se hacía un poco inclinado para facilitar el desagüe en épocas
de lluvias. Las viviendas disponían de un sólo piso y según los periodos podían ser simples habitaciones cuadradas o rectangulares sin separación alguna
o bien amplias habitaciones con compartimentación interior para distintos usos para épocas más recientes.
El fuego u hogar se situaba en el interior de la vivienda y la misma techumbre hacía de chimenea o salida de humos. En la parte trasera de las
viviendas se encontraba un pequeño establo para los animales domésticos, las calles tenían la suficiente anchura para permitir el paso de carros
y algunas habitaciones eran usadas para guardarlos. Adosado al muro interior
se situaban unas bancadas en piedra y los muros interiores de las casas
se lucían con cal o con una mezcla de mortero.
En la época de mayor esplendor el poblado pudo contar con cerca de 4.000 habitantes, lo que nos permite hacernos una idea del tamaño de esta
pequeña capital de los olcades. "In situ" se ha reconstruido un
horno de cocer realizado en barro para acercar un poco más al visitante la realidad de este pueblo.
Es conocida la costumbre ibera de incinerar a los muertos y guardar las cenizas en vasijas en el interior de cuevas. No así los niños de corta edad
que eran enterrados en el interior de las casas, de ellos se han encontrado un total de seis enterramientos. La necrópolis de Kelin todavía no ha
sido localizada.
En la cercana población de Caudete de las Fuentes se puede visitar un pequeño pero interesante museo de arqueología y
etnología denominado Colección Museográfica Luis García de Fuentes. En este museo se pueden encontrar objetos encontrados en los alrededores por los propios
habitantes de la zona.
En el museo se pueden encontrar dos tipos de piedra de moler, una en forma de nave llamada
barquiforme que se correspondería con la primera etapa
de la edad del hierro, mientras que la segunda piedra de moler demuestra una clara evolución técnica ya
con la forma circular habitual que se correspondería con la segunda edad del hierro.
|