Pueblos y razas malditas
Los gitanos

Los gitanos son un pueblo o etnia originaria del subcontinente indio y más concretamente del norte de la India, en su frontera con Pakistán. Hacia el siglo X y sin que conozcamos los motivos, el pueblo gitano inicia un proceso migratorio y a través de las fronteras de las actuales Pakistán, Afganistán, Irán, Armenia y por Asia Menor (hoy Turquía), llegan a Europa y a través de los Balcanes se reparten por el continente europeo entre los siglos XIV y XV. En este largo peregrinar el pueblo gitano se dividió en dos grupos, una parte se dirigieron hacia Asia Menor y pasaron a los Balcanes, y otro grupo se dirigieron por Oriente Medio hacia el norte de África, por donde pasarían a España y Francia.

Un largo periplo de varios siglos de duración. En Europa son denominados como zíngaros o romaníes y en España como gitanos. A lo largo de su historia fueron manteniendo una serie de características propias de su cultura: lengua propia, endogamia, vida errante, dedicación al pequeño comercio manual y a industrias artesanales de uso cotidiano. Este tipo de comercio les hacía populares por los pueblos por donde pasaban, aunque en ocasiones eran acusados de pequeños hurtos.

La palabra gitano para referirse a este pueblo, es propia de España, el pueblo gitano hizo su entrada en la península a través del norte de África, los peninsulares creyeron que provenían de Egipto y les llamaron egiptanos de donde cristalizó gitano. En esta falsa creencia no faltó la ayuda de los propios gitanos que creían que así salían beneficiados.

En España las primeras noticias que nos llegan del pueblo gitano, provienen de un documento de 1425 del rey Alfonso V el Magnánimo en el cual dos hombres de raza gitana le solicitan un salvoconducto. De cualquier modo este documento solo prueba que en el siglo XV ya habían gitanos residiendo en la península. La relación entre hispanos y gitanos fue relativamente satisfactoria o al menos no conflictiva. Con la llegada de los Reyes Católicos a la monarquía hispana, la situación tomó un cambio radical. La nueva monarquía no estaba dispuesta a mantener en su territorio etnias, razas o pueblos que no estuvieran en la ortodoxia religiosa y política de la monarquía hispana. Fue a partir de este momento cuando empezaron a dictarse leyes que chocaban con el modus vivendi y el existir de la propia vida gitana. Como consecuencia y ante la negativa o resistencia al cambio cultural, los gitanos empezaron a ser perseguidos y comenzaron a ser considerados como un pueblo maldito. Esta situación se alargó en el tiempo hasta prácticamente la actualidad. En 1978 con la promulgación de la Constitución Española, los gitanos pueden gozar de todos los deberes y obligaciones que el resto de españoles, sin importar su procedencia, raza o cultura en igualdad que el resto de los españoles.

La idea que se tenía de los gitanos quedó muy bien expresada en una pasaje de la obra La Gitanilla de Miguel de Cervantes: Parece que los gitanos y gitanas solo nacieron en este mundo para ser ladrones, críanse con ladrones y finalmente salen con ser ladrones corrientes y molientes a todo ruedo, y las ganas de hurtar son en ellos como accidentes inseparables que no se quitan sino con la muerte.

La lengua propia de los gitanos es el romaní, en España denominado caló. Es una lengua de raíz indoeuropea derivada del sánscrito, una de las lenguas clásicas de la India. El romaní es una lengua que se está perdiendo a marchas aceleradas en favor de los idiomas propios de los países en que se encuentran. También el propio romaní adopta singularidades propias según el país donde se encuentran.

La cultura gitana está asociada a un tipo de vida nómada, poco dados a la sedentarización, el largo proceso de aculturación en los lugares donde han residido, ha llevado de forma inevitable a cambiar sus hábitos de vida. Los gitanos encontraron su mejor acomodo en la zona de Andalucía, que es donde se registra un mayor porcentaje de sedentarización. En el resto de España el proceso aún continúa, pero todo da a entender que no hay marcha atrás.

El pueblo gitano nunca ha tenido un estado ni se han sentido perteneciente a ninguno. Durante siglos fue un pueblo errante que caminaba por las naciones sintiendo como propio, lo mucho o poco que poseían. Es tradicional la figura del pueblo gitano viajando en sus carromatos y durmiendo en los mismos, a la luz de los fuegos de los campamentos. El pueblo gitano ha sido un pueblo ágrafo, no ha plasmado ni ha sentido necesidad de dejar por escrito los avatares de su vida, su origen, sus creencias y el motivo de su migración. Todo lo que se sabe del pueblo gitano es a través de personas interpuestas.

Una leyenda que corre y que citamos solo por lo curiosa que resulta, es que los gitanos fueron los que confeccionaron los clavos con que fue crucificado Jesucristo y como castigo fueron condenados a vagar por la tierra eternamente. Como es fácil de adivinar una falsa creencia que resulta hasta divertida.

Mención aparte y no nos extenderemos por ser de público conocimiento, es el exterminio que tuvo lugar durante la II Guerra Mundial (1939-1945) del pueblo gitano por parte de la Alemania nazi. Se desconoce el número de gitanos que fueron masacrados y las estimaciones que se manejan varían en demasía de un autor a otro. No importa el número de asesinados, pocos o muchos es una tragedia que no se puede volver a repetir.

En 1971 en el I Congreso Gitano celebrado en Londres, entre otros acuerdos, se aprobó el modelo de bandera del pueblo gitano y el himno nacional gitano que lleva por título Gelem Gelem. La bandera está formada por dos franjas, la superior azul simboliza el cielo y la inferior verde, el suelo por donde se mueve el pueblo gitano, la rueda de la carreta es un símbolo de la forma de vida gitana. La bandera guarda cierta similitud con la bandera de la actual India, lugar de procedencia originaria del pueblo gitano. El día internacional del pueblo gitano se celebra cada 8 de abril, ya que el I Congreso Gitano celebrado en Londres fue ese día.