Introducción
Nombre: Monasterio de Santa María de Huerta
Ubicación: Santa María de Huerta (Soria). Comunidad Autónoma de Castilla y León
Habitado por monjes cistercienses
Declarado Bien de Interés Cultural en la categoría de Monumento
Dispone de Hospedería y tienda de venta de productos artesanales
En el Valle del río Jalón, afluente del Ebro
Gentilicio: hortenses
Historia
La orden del Cister, los llamados monjes blancos, tuvieron su origen en el 1098 en un monasterio de la Borgoña francesa llamado Citeaux.
Fue fundado por el abad Roberto (* Troyes-Francia ca.1028 † Molesmes-Francia 17-04-1111), que en compañía de veintiún monjes habían
salido del Monasterio de Molesmesen busca de una nueva espiritualidad.
Desde Citeaux establecerían su
influencia por toda la Europa Occidental. Desde un punto de vista artístico, la orden cisterciense abandona la representación escultórica
en sus edificios, lo que hace que sus templos sean austeros y predomine la piedra desnuda sobre cualquier otra consideración. Para los
cistercienses nada debe distraer de la búsqueda de Dios. El nombre cisterciense es una castellanización de la palabra francesa "les
citeauciennes" como los pobladores de Citeaux.
Los primeros monjes asentados en nuestro monasterio
procedían del monasterio de Cántabos (a 15 kilómetros de Santa María de Huerta), a
donde habían llegado un grupo de monjes cistercienses procedentes a su vez
del monasterio de Berdoues (en la Gascuña francesa) y que fueron traídos en 1142 por el rey de Castilla y León, Alfonso VII (♛ 1126-1157).
Estos monjes llegaron a Santa María de Huerta en donde tenían una granja
hacia el año 1162 asentándose en terrenos cedidos por los padres de Martín de Finojosa que en ese
momento profesaba de monje en Cántabos. Su traslado obedeció a la necesidad de buscar una nueva ubicación en terrenos más fértiles y productivos.
Las obras del nuevo monasterio comenzaron hacia 1164.
El monasterio situado en la frontera de los reinos de Castilla y Aragón fue dotado
con privilegios, tierras y exenciones por ambos reinos. Alrededor del monasterio surgió un pequeño núcleo de población que recibió el nombre de "Barrio de Huerta" de donde
tomaría nombre la población y el monasterio.
Uno de los abades más destacados del monasterio fue Martín de Finojosa
a quien el rey de Castilla Alfonso VIII (♛ 1158-1214), estimaba mucho por su papel de mediador y buen
hacer en la defensa de sus intereses. Es por eso que este abad consiguió mercedes del rey para la construcción del monasterio
de Santa María del que era abad. También su hermano mayor Nuño Sancho donó fondos para la construcción del monasterio, lo que hizo que
este caballero pudiera ser enterrado en 1206, fecha de su muerte, en el claustro de los caballeros. Los fondos procedían del botín de guerra
arrebatado a los musulmanes en la conquista de Cuenca (1177).
Martín de Finojosa o Hinojosa, hijo de Miguel Muñoz de Finojosa (Señor de Deza [Soria]) y de Sancha Gómez (Señora de Boñices [Soria]), sería
elevado a los altares con el nombre de San Martín de Finojosa. San Martín nació en Deza hacia 1140 y
falleció en Sotoca de Tajo (Guadalajara) en 16 de septiembre de 1213. Ingreso joven en el monasterio de Huerta (abril de 1158)
cuando este aún se encontraba en Cántabos.
Fue abad del monasterio entre 1166 y 1191, de donde salió para ser obispo de Sigüenza (Guadalajara) entre 1191 y 1192, fecha en que renunció
al obispado para volver a su monasterio como monje de a pie. Su madre que falleció en 1189 sería enterrada en el cementerio del Monasterio
de Huerta.
En el monasterio fue enterrado el arzobispo de Toledo, Rodrigo Ximénez de Rada (* Puente la Reina [Navarra] 1170 † Vienne [Francia] 1247),
sobrino de Martín de Finojosa, que sufragó la construcción del dormitorio de los monjes y fue un gran benefactor del monasterio.
Con la desamortización de Mendizábal de 1835 los monjes fueron expulsados del cenobio y en 1846 fue vendido en pública subasta. En 1908 era propietario
del mismo don Enrique de Aguilera y Gamboa (* 1845 † 1922), marqués de Cerralbo. A la muerte de este, dispuso que el monasterio volviera a ser ocupado
por monjes cistercienses, cosa que ocurrió en 1930 con la llegada de unos monjes desde la abadía de Cóbreces en Cantabria.
La vida cisterciense es monástica-contemplativa, la jornada se divide entre la oración "la lectio divina", el estudio y el trabajo, en un
clima de silencio y oración, soledad personal y fraternidad comunitaria. El monasterio se encuentra bajo la advocación de la virgen María, titularidad
que aquí es llamada Virgen de las Navas, ya que según tradición no confirmada la imagen que aquí se venera es la que llevaba el arzobispo Ximénez
de Rada en la famosa batalla de las Navas de Tolosa (16-07-1212).
Características
La construcción del monasterio se desarrolla en dos etapas, la primera comprendida entre los siglos XII y XIII y una segunda etapa que abarca los
siglos XVI y XVII. Santa María de Huerta se adhirió a la reforma de la Congregación de Castilla ocurrida en 1469 y que supuso
la reforma de los cistercienses y por tanto la adecuación del monasterio a un nuevo tipo de convivencia.
En la primera etapa se construye el claustro gótico, la iglesia, el refectorio, la cilla, dormitorios, cocina y la antigua sala
capitular, mientras que en la segunda etapa se construye el claustro
herreriano de la hospedería, el sobreclaustro plateresco del claustro gótico y el coro de la iglesia. El monasterio se encontraba rodeado por una cerca con algunos cubos cilíndricos que
reforzaban la seguridad. En la actualidad aún se puede ver gran parte de este recinto murado con sus cubos cilíndricos.
Portada entrada al recinto monacal
La entrada al monasterio se realiza a través de una portada abierta en la cerca medieval. La portada realizada en el siglo XVI en estilo
renacentista está formada por un arco de medio punto entre columnas toscanas que se alzan sobre un podio, y dos hornacinas en la actualidad vacías
que se encuentran en los intercolumnios. Sobre el arco,
un frontón triangular en cuyo tímpano encontramos una imagen de la Virgen María entre dos escudos. Sobre este conjunto encontramos
un frontispicio de líneas curvas realizado en 1771 y que ostenta como único adorno,
un jarrón de azucenas en el centro (símbolo mariano por
excelencia). En la parte mas alta de la portada y alzado sobre un pedestal la
imagen de Cristo en actitud de bendecir.
Junto a la portada podemos ver un lienzo de la
muralla o cerca medieval que rodeaba el monasterio, con sus muros almenados y sus torres circulares, esta cerca
no solo servía para defenderse de un enemigo, sino también para aislarse de su entorno y que nada afectara su vida espiritual. Desde esta portada se
accede al patio del compás o plaza del monasterio, desde donde se accede a la hospedería, la iglesia y el cementerio.
Iglesia monacal Se colocó la primera piedra en 20-03-1179 con la asistencia del rey de Castilla Alfonso VIII (♛ 1158-1214), su esposa
Leonor Plantagenet, el obispo de Osma y el obispo de Sigüenza; sigue el estilo cisterciense y se pone bajo la titularidad de "Sancte Marie de Orta" (Santa María
de Huerta).
La iglesia fue comenzada bajo el abaciato de Martín de Finojosa (* ca.1140 † 1213) y se realizó entre los siglos XII y XIII.
De planta de cruz latina, tres naves y cinco tramos, cabecera semicircular precedido por un tramo recto que crea un
profundo presbiterio, nave de transepto y coro alto a los pies. Dispone de cuatro ábsides de testero
rectangular que se abren a los brazos del crucero. El coro fue trasladado desde el centro de la nave principal hasta el nuevo coro construido
en alto a los pies. Al exterior las naves del transepto rematan su testero en dos hastiales triangulares.
La embocadura del presbiterio se resuelve a base de arcos apuntados. Los cuatro ábsides más pequeños abiertos a la nave del transepto
se encuentran bajo la titularidad de San Miguel y San Pedro (lado del evangelio) y San Martín de Tours y Santa María Magdalena (lado de la epístola).
Cada uno de estos ábsides está ocupado por un retablo dorado y policromado del santo titular, menos el ábside dedicado a Santa María Magdalena que se
conserva sin retablo, encontrándose en sus muros restos de pinturas murales góticas.
Tiene el templo unas dimensiones de 67 x 40 metros.
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San Miguel |
San Pedro |
San Martín de Tours |
Santa María Magdalena |
En el presbiterio encontramos un
retablo barroco realizado hacia 1766 por el escultor afincado en Calatayud Félix Malo (* Barbastro-Huesca 1733 † 1779).
Así mismo encontramos los sepulcros de San Martín de Finojosa en el lado de la epístola y de su sobrino
don Rodrigo Ximénez de Rada en el lado del evangelio.
Las pinturas murales del presbiterio son del genovés Bartolomé de Matarana (* ca.1550 † h.1625), realizadas en 1580 con escenas de la batalla de
las Navas de Tolosa (1212). También encontramos dos nichos vacíos de las que por un tiempo fueron tumbas de los duques de Medinacelli, con sus escudos
señoriales. Bernardo de Bearne († 1381), I conde de Medinaceli, comenzó la tradición de ser inhumados en el Monasterio, después distintos miembros del
linaje de los Medinaceli siguieron su ejemplo.
Los plementos de la bóveda representan
a los cuatro evangelistas, mientras que en los muros laterales representan diversas
escenas de la batalla de las Navas de Tolosa en la que intervino el rey Alfonso VIII.
En la embocadura que forma el arco de triunfo podemos ver al rey Alfonso X el
Sabio y a su hijo el infante Fernando de la Cerda sujetando cada uno de ellos un escudo con las armas de Castilla y León.
Al exterior el ábside destaca por su nula decoración a excepción de unas alargadas arquerías ciegas en cuyos paños rehundidos se abren vanos
que permiten la iluminación del interior. Bajo el alero corre una colección de modillones de lóbulos.
Al interior el ábside se cierra por una bóveda de crucería en el tramo recto, y por una bóveda
de seis nervios que confluyen en una clave común en la zona del hemiciclo. El Retablo Mayor oculta a nuestra vista el cierre de este
trozo de la bóveda.
En el testero del brazo Sur de la nave del transepto, se abre una capilla de planta hexagonal cubierta con bóveda octopartita, es la conocida como
capilla de las reliquias o capilla de Nuestra Señora del Destierro, de mediados del siglo XVIII.
El primer y segundo tramo de la nave central se cubren con bóvedas de crucería simple, mientras que el tercero, el cuarto y el quinto lo hacen con
bóvedas de crucería con terceletes. Las naves laterales se cierran con bóvedas de arista en yeso realizadas modernamente
en el primero, segundo
y tercer tramo, mientras que el cuarto y el quinto son bóvedas de crucería. La bóveda del sotocoro se resuelve con una bóveda nervada con
terceletes combados.
Aunque pueda parecer una iglesia gótica, su planta,
los muros y la fábrica responde a cánones románicos. Los arcos de separación
de las naves y las bóvedas apoyan en cinco parejas de pilares con sencillas ménsulas de repisas escalonadas o de rollos.
Los cuatro ábsides menores se cubren con bóvedas de crucería que descansan sobre ménsulas. Estos se
encontraban decorados con pinturas murales de carácter geométrico, según se puede ver en algún resto conservado en dos de los ábsides. La nave
del transepto se cubre con bóvedas de crucería apoyadas en ménsulas.
Los arcos de separación de las naves son de medio punto y otros apuntados.
Las claves de las bóvedas se decoran algunas de ellas con grandes florones de madera policromada.
La iluminación del templo se realiza a través de vanos abiertos en los muros laterales de la
nave central con forma de arcos de medio punto.
En el brazo norte del transepto encontramos la puerta de la sacristía, la escalera de acceso a los antiguos dormitorios con la puerta que conducía a
los mismos y el acceso a la torre campanario. En el brazo sur una puerta de medio punto da paso a la Capilla
del Relicario del siglo XVIII.
La sacristía fue realizada en el siglo XVII sobre el lugar que ocupó la antigua Sala Capitular del siglo XIII y la antigua
sacristía. Sobre el tejado de este mismo brazo encontramos una pequeña torre con una vano abierto a cada uno de los vientos que hace la
función de torre campanario.
La sacristía es una sala de planta rectangular, con dos tramos separados por un arco
fajón que apoya en pilastras y cubierta con bóveda de medio cañón con lunetos y decoración de yesería.
Realizada en el siglo XVII, para su construcción hubo que demoler la antigua Sala
Capitular del siglo XIII. Preside la estancia un
retablo presidido por un lienzo de la Lapidación de San Esteban, copia de autor anónimo sobre un óleo
de Giulio Romano (* Roma ca.1499 † Mantua 01-11-1546).
El coro situado en alto, tiene una sillería comenzada en 1557 y finalizada en 1578, destacan en ella un relieve de la Virgen con el Niño flanqueada por San Benito y
San Bernardo de Claraval que preside el coro. El órgano de 1633 y de estilo renacentista asoma al interior del templo por el lado del evangelio. El coro ocupa los dos últimos
tramos del templo y se encuentra como hemos dicho en alto. El sotocoro o parte inferior del coro se cierra por una reja de hierro forjado y dorado
al fuego de gran belleza, realizada en 1775, que se alza sobre un zócalo de jaspes.
En este espacio se encuentra el
sepulcro vacío del arzobispo de Toledo, don Rodrigo Ximénez de Rada, cuyos restos en la actualidad se encuentran
en el Altar Mayor junto con los de su tío el abad San Martín de Finojosa. Este sepulcro está fechado entre el siglo XIII y XIV, está
realizado en piedra y conserva restos de policromía.
En el lado del evangelio encontramos dos puertas de salida al claustro, la situada en el primer tramo es de arco apuntado y por ella salían los
monjes reglares al claustro, en el quinto tramo una puerta con arco rebajado permitía la salida de los conversos aunque en este caso la salida
se realizaba al conocido como pasillo de conversos, junto a la cilla.
La portada situada a los pies, está fechada en el siglo XIII al igual que el gran rosetón de 8 metros de diámetro que corona la fachada. En origen esta
portada estaba precedida por un nártex, galilea o pórtico de conversos hoy desaparecido, solo se conserva a la derecha de la portada la forma de
un gran arco apuntado en el muro y los mechinales de la techumbre. Este nártex fue destruido en 1581 al construirse la actual hospedería.
La portada formada por seis arquivoltas apuntadas
están decoradas con
motivos geométricos (dientes de sierra, arquillos, baquetones) y puntas de diamante para el guardapolvos.
Estas apean en un total de doce columnas cuyos capiteles se decoran con
motivos vegetales
de hojarasca.
El
rosetón formado por cuatro circunferencias concéntricas, está adornado con puntas de diamante enmarcando doce arquillos
trilobulados. Este es una reconstrucción de 1965 del original que estaba muy deteriorado y además cegado.
En el intradós de la portada se puede leer "Domus mea domus orationes vocabitur" (Mi casa será llamada casa de oración). La portada de acceso conserva
todavía restos de policromía del siglo XVI. Bajo el alero de toda la fachada podemos ver todo un conjunto de canecillos planos sin decoración, solo alguno de ellos
adoptan forma figurada, como el situado en el extremo derecho del alero.
Claustro reglar o Claustro gótico llamado de los caballeros y fechado en el siglo XIII.
Desde una puerta abierta en el primer tramo de la iglesia de la nave del evangelio, se accede al claustro. Esta puerta era la utilizada por los
monjes de coro ya que los conversos accedían por otro lugar. La puerta en forma de arco de apuntado se encuentra exenta de decoración, siendo unicamente los capiteles, los
decorados con formas vegetales.
Nada más salir al claustro encontramos un nicho en el muro en la actualidad vacío, pero
que fue usado como lugar de enterramiento por los Señores de Molina de Aragón (Manrique Pérez de Lara, su hijo Pedro y familia). La inscripción que figura al
fondo del nicho hace referencia precisamente a Pedro Martínez de Lara, II señor de Molina y nos informa de la fecha de su muerte:
LUX PATRIAE CLIPEUS POPULI GLADIUSQUE MALORUM SUB PETRA PETRUS TEGITUR COMES INCLITUS ISTA. OBIIT IIII IDUS I ERA MCCXL. Que se
corresponde con el año 1202 de la era cristiana.
Sin embargo este nicho en origen era el antiguo "armariolum", o lo que es lo
mismo, un espacio reservado para guardar los libros que leían los monjes mientras paseaban por el claustro. Los libros no podían salir del claustro y
era obligatorio dejarlos en su lugar después de haberlos utilizado. El actual espacio se desarrolla en un doble vano con arcos apuntados (geminados)
que apoyan en tres columnas con capiteles con decoración vegetal y con un óculo entre los arcos.
Junto a este nicho, encontramos un
segundo nicho. Abre a la panda Este a través de un arco apuntado con una columna parteluz central y dos laterales que forman dos vanos con arcos
trilobulados. En el interior podemos encontrar pinturas
murales de época bastante posterior. Destaca por su gran óculo que podemos ver en la parte superior del arco.
El claustro de planta cuadrada (20 metros por lado),
se abre al interior del patio central a través de seis arcos apuntados por panda apoyados en columnas con capiteles de hojas de acanto.
Las pandas se cubren con
bóvedas de crucería simples. Los nervios apoyan en ménsulas en los muros interiores mientras que en al exterior apean en columnas.
En el muro de la panda de Levante podemos encontrar dos nichos que en su momento alojaron los sepulcros de nobles caballeros, los
Condes de Molina y de don Pedro de Manrique. Los arcos que se abren al patio fueron reformados en el siglo XVII con pequeños
arcos de medio punto al que cobijan los apuntados, además de abrir óculos en la parte superior, esta modificación fue realizada
siendo abad fray Pedro de los Herreros (entre 1695-1698).
Más tarde en el siglo XVIII la parte inferior de los arcos fueron cegados por un murete y así permanecen algunos de ellos en la actualidad.
En la panda de Levante se encontraba la Sala Capitular y sobre esta el dormitorio de los monjes
que tenía comunicación directa con la iglesia. La sala capitular fue suprimida en tiempos del abad fray Mateo Nava (entre 1599-1602).
Solo se conserva la puerta y las dos ventanas laterales que la flanquean. Esta sala capitular era un espacio de planta cuadrada, con cuatro columnas
centrales exentas que sustentaba una bóveda formada por nueve tramos de crucería. La sala capitular se fechaba hacia el siglo XIII.
En la actualidad esta dependencia ha desaparecido para construir en su lugar una gran sacristía en el siglo XVII y a continuación la
"sala de profundis".
A continuación de la antigua Sala Capitular se encontraban distintas dependencias como eran: la escalera de subida al dormitorio, el locutorio y el
pasaje que salía a la huerta del convento. A continuación de estas dependencias se hallaba una gran sala rectangular paralela al refectorio que era
la Sala de Monjes. Todos estos espacios han desaparecido, sobre ellos y sobre parte de lo que fue la sala de monjes se levanta en la
actualidad la conocida como "Sala de Profundis", que era la sala donde los monjes cantaban un salmo antes de cada comida. Esta sala fue mandada
levantar siendo abad fray Mateo Nava (entre 1599-1602). El locutorio en los monasterios era el espacio donde el monje encargado repartía las tareas
cotidianas a los monjes, mientras que la Sala de Monjes era el lugar donde los monjes de coro realizaban su trabajo diario, como podría ser
el "scriptorium" u otras actividades de corte más intelectual, ya que las manuales estaban reservadas para los monjes conversos.
Sobre la sala capitular se encontraba el dormitorio de los monjes, fue suprimido en el siglo XVII por el abad fray Mateo Nava en el proceso
renovador de esta parte de la panda que hemos venido comentando. El dormitorio era una gran sala utilizada como dormitorio común y vestidos tal como
ordenaba la regla cisterciense. A horas regladas tenían que acudir a la iglesia a las distintas oraciones.
La sala-dormitorio fue costeada por Nuño Sancho, hermano de San Martín de Finojosa y por el arzobispo de Toledo, Rodrigo
Ximénez de Rada.
El claustro recibe el apelativo de caballeros, porque fue lugar escogido por muchos caballeros para ser enterrados, en la esperanza de que
descansar en un lugar santo les hacía más fácil el camino al paraíso. Así en los muros de las pandas del claustro podemos ver una serie de
lucillos funerarios, todos ellos vacíos.
En 1531 (siglo XVI) se construyó un
sobreclaustro en estilo plateresco siendo rey Carlos I (entre 1517-1556) cuyo escudo efigiado en medallones aparece representado en el antepecho
en repetidas ocasiones.
Este se construyo durante el abadengo de fray Pedro de Espinosa (entre 1531-1535) y fray Ignacio de Collantes (entre 1536-1539).
Junto al escudo Real aparecen otros escudos, cabezas de reyes, obispos y caballeros (David, Salomón y Alfonso X el Sabio entre otros) y también
religiosos de la orden del Cister (San Bernardo de Claraval y San Genaro). También podemos ver una
serie de medallones en las enjutas de los arcos con
diversos personajes, entre ellos los Apóstoles, en la panda oriental. En 1547 quedó terminado el claustro alto.
Las pandas de este nuevo claustro se abren el patio interior a través de doce arcos carpaneles por panda que
apoyan en columnas. La techumbre es de madera. La escalera de acceso al sobreclaustro se encuentra sobre el antiguo calefactorio, en el ángulo que forman
las pandas Este y Norte,
es del siglo XVI, terminada en 1600 y al exterior la caja de escalera termina en una pequeña torre cuadrangular sobremontada sobre la techumbre y que hace
funciones de
torre campanario.
Refectorio de Monjes o Comedor, es de estilo gótico del siglo XIII.
Construido hacia 1215 con el mecenazgo de Martín Nuño de Finojosa, sobrino del abad Finojosa y mayordomo del rey Enrique I de Castilla
(entre 1214-1217). De
planta rectangular y cuatro tramos; se cubren con
bóvedas de crucería sexpartitas que apean directamente en ménsulas y en una imposta corrida.
Tiene unas medidas considerables, 34 metros x 9,5 metros y 15 metros de altura. Empotrado
por el interior del muro encontramos la escalera de acceso al
púlpito del lector, abierta al interior por una arquería rampante de un
cuarto de circunferencia que apoyan en columnas octogonales. La bóveda que cubre la escalera es de medio cañón.
El púlpito se sustenta sobre una columna adosada al muro. Sobre este
púlpito un monje leía pasajes de la biblia mientras el resto de los monjes comían. En el techo encontramos cuatro claves, tres de ellas con
decoración vegetal mientras que la cuarta que se corresponde con el tramo donde se encuentra el púlpito cuenta con un Cristo en Majestad.
La entrada al refectorio situada en la panda norte del claustro gótico, se realiza a través de una
portada apuntada con tres arquivoltas decoradas
con baquetones y dientes de sierra en su arquivolta central, estas
apoyan en columnas con capiteles de decoración vegetal. Sobre la portada un gran rosetón de doce vanos formados por columnillas radiales que
en la actualidad permanece semi-oculto al ser levantado el sobreclaustro.
La sala se ilumina con dieciséis ventanales de perfil apuntado separados por pequeñas columnas situados a ambos lados de los
muros laterales; destacan sobre todo los vanos del hastial del fondo, que se desarrolla
en dos niveles, en el inferior cuatro ventanales sencillos de perfil apuntado y en el nivel superior dos ventanales de perfil
apuntados que cobijan dos menores también de perfil apuntados sobre los que hay sendos óculos de seis lóbulos (hexalobulados).
Un
pequeño ventanuco abierto en el muro medianero de la cocina, permitía la entrada de los alimentos desde la misma, es el conocido como pasaplatos.
Cocina siglo XIII.
Situada junto al refectorio, es de planta cuadrada dividida en nueve tramos cubiertos con bóvedas de crucería, excepto el central que está ocupada
por un hogar en forma de templete y una gran chimenea central con arcos apuntados en tres de sus lados.
La entrada a la cocina se realiza a través de un arco apuntado y doblado sin decoración alguna.
Domus Conversorum también conocida como refectorio de conversos, es de estilo románico, de finales del siglo XII o principios XIII.
Es junto con la cilla una de las partes más antiguas del conjunto monacal. De planta rectangular, 30 x 13 metros,
con doce tramos cubiertos con bóvedas de crucería simples.
La planta se divide en dos naves separadas por cinco gruesas columnas centrales exentas. La bóveda apoya en ménsulas de rollos directamente sobre los
muros laterales y en las columnas centrales. Los capiteles se decoran con motivos vegetales muy esquematizados con adornos
de bolas y piñas. La sala se ilumina con ventanales abocinadas en arco de medio punto. El acceso se realizaba a través de una puerta de
medio punto con las iniciales "AS" al exterior
y mediante arco rebajado al interior. La sala está construida en mampostería en su nivel inferior y en sillería en su parte superior.
La entrada al refectorio de conversos, que también era utilizada como Sala de Reunión de los mismos, se realiza a través de un doble
arco de medio punto sin decoración que apoya directamente en el suelo.
Este espacio además de sala de trabajo, era el refectorio de los conversos o legos y en el piso alto se encontraba el dormitorio de
conversos.
Los conversos o legos eran monjes que se ocupaban de las tareas manuales, en contraposición a los monjes de coro que se encargaban de los temas
litúrgicos e intelectuales. Muchos de ellos eran iletrados y por ese motivo no podían acceder a cargos eclesiales. Ambos grupos de monjes hacían
vidas separadas en distintas partes del monasterio y solo hacían vida en común en contadas ocasiones.
Cilla o Almacén de estilo románico del siglo XII-XIII.
De planta rectangular, se cubre con un alfarje de influencia mudéjar de madera
y cinco arcos de diafragma de medio punto que apoyan directamente sobre los muros laterales y llegan al suelo.
En cada uno de los tramos se abre una ventana de medio punto abocinada.
Sobre esta planta se encontraba un segundo piso que cumplía la misma función. Se cree que la cubierta de este segundo piso fuera de madera a doble
vertiente sobre arcos de diafragma. A partir de 1620 este espacio superior fue utilizado como biblioteca.
La cilla servía para el almacenaje de víveres, principalmente agrícolas. Ha sufrido
modificaciones con el paso del tiempo, la más importante fue el acortarla por ambos lados para abrir unos pasillos de comunicación entre
ambos claustros en el siglo XVII. Hoy es usada como sala de audiovisuales.
Claustro de la Hospedería o Claustro herreriano
En la actualidad forma parte de la hospedería y es lugar de residencia de los monjes, fue levantado hacia 1581 en estilo herreriano terminándose en 1630. En el jardín central hay
dos estatuas en piedra, la primera del abad que fue del monasterio, San Martín de Finojosa y la segunda de don Rodrigo Ximénez de Rada, ambos
enterrados en el monasterio.
El empedrado con sus variados escudos, cruces y simbolismos, es moderno de 1962. Tal como marca su estilo es un claustro muy sobrio con una total ausencia de
decoración.
El Monasterio de Santa María de la Huerta en el recuerdo
Ficha técnica
Fecha de realización página: 3 de junio de 2.014
Fecha última modificación:
Lugares de interés de Santa María de Huerta
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Bibliografía básica utilizada:
Monasterios de España de Pedro Navascués Palacio. Editorial Lunwerg
Monjes y Monasterios de Isidro Bango Torviso
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