Introducción
Nombre: Real Monasterio de Santa María de Guadalupe
Ubicación: La Puebla de Guadalupe (Cáceres). Comunidad Autónoma de Extremadura
Monasterio declarado Monumento Histórico-Artístico Nacional en 1879
Declarado Patrimonio de la Humanidad el 8 de diciembre de 1993
Nuestra Señora de Guadalupe es Patrona de Extremadura desde 1907 y es conocida como Reina de las Españas desde 1928
En la corona que porta la Virgen lleva grabada la inscripción: Hispaniarum Regina (Reina de las Españas) obra de Felix Granda
Nuestra Señora de Guadalupe fue coronada canónicamente el 12 de octubre de 1928 por el cardenal arzobispo de Toledo Pedro Segura Saenz
Declarada Basilica Pontificia en 1955 por Pio XII
El monasterio se encuentra regido por la Orden de los franciscanos
Etimológicamente Guadalupe quiere decir "rio escondido"
Gentilicio: guadalupenses
Fecha de construcción: entre los siglos XIV al XVIII
La población de Guadalupe está declarado Monumento Histórico-Artístico desde 1943
Historia
La imagen de Nuestra Señora de Guadalupe fue encontrada a finales del siglo XIII o principios del XIV por un pastor llamado Gil Cordero en las
cercanías del rio Guadalupe de donde tomó el nombre. Su aparición milagrosa llevó a la construcción de una pequeña ermita que fue puesta bajo
la advocación de la Virgen Maria con el sobrenombre de Guadalupe. Ermita que con el tiempo
ha llegado a ser uno de los santuarios más famosos de España.
La imagen, obra románica del siglo XII, debió ser escondida problablemente por mozárabes hispanos temerosos de la radicalidad musulmana que les
llevó a enterrarla en un lugar apartado para ser encontrada por nuestro pastor un siglo después. Al pastor se le conoce con el nombre de
Gil Cordero, pero seguramente será nombre apócrifo ya que en el siglo XVI se le conocía como Gil de Santa María, para posteriormente en el
siglo XVIII ser conocido simplemente como Gil Cordero.
Imagen de la Virgen de Gudalupe
Tallada en madera en el siglo XII según canónes románicos, pertenece al grupo de las conocidas como Virgenes negras. Tiene una altura
de 59 cm. y 4 kilos de peso. Se trata de una imagen sedente con el Niño Jesús sentado en las piernas. Realizada madera de cedro policromada. En la
actualidad la imagen se encuentra vestida con una gran capa triangular ricamente decorada dejando sólo visible la cara de la Virgen.
La talla original policroma viste túnica de color verde azulado, se cubre con un manto y la cabeza con un velo de color blanco.
El vestido se adorna con cuatro flores tretralobuladas, dos en el pecho, otra debajo de la mano derecha y la última en la parte inferior
del vestido.
El Niño en actitud de bendecir se encuentra sentado sobre las rodillas de su madre, mide 23 cm. de largo y pesa 200 gramos. La mano derecha
del niño es de plata tallada en el siglo XVI en sustitución de la original que se perdió.
El origen del monasterio se situa en el siglo XIV, cuando el rey de Castilla Alfonso XI el Justiciero (1312-1350), de paso
por la zona, tuvo conocimiento de la existencia de la ermita e inmediatamente puso bajo su protección el templo que para
entonces estaba semiderruido. En
contacto con el papa Benedicto XII este expidió una bula en 1335 para la creación de un santuario y encargó
su desarrollo al cardenal Pedro Gómez Barroso.
Alrededor del santuario nacería la actual población de Puebla de Guadalupe, considerandose su fundación el año
1337 cuando el rey manda establecer el termino territorial del monasterio.
En 1340 después de la victoria de la Batalla de Salado (30-10-1340) sobre los benimerines (musulmanes del norte de Africa) y para agradecer a la
Virgen de Guadalupe la victoria,
el rey ordena ampliar el santuario con distintas dependencias y obtuvo la creación de un priorato secular poniendolo
bajo su real protección. El primer prior secular del monasterio sería el cardenal Pedro Gómez Barroso. Es también en esta fecha cuando
el rey otorga terrenos a aquellos vecinos que se habian instalado junto al monasterio.
Cuatro priores seculares tuvo el monasterio de Guadalupe entre 1340 y 1389; el primero el ya citado Pedro Gómez Barroso, le siguen Toribio
Fernández de Mena, Diego Fernández y Juan Serrano, último prior secular.
En 1347 se tiene constancia documental del nombre de la villa como "Puebla del dicho lugar de Santa María de Guadalupe", es zona de
realengo y además pocos años despues el mismo rey otorgaría al prior del santuario el "Señorio de la Puebla" titulo que ostentarian
ininterrumpidamente hasta 1820 en que Puebla de Guadalupe se constituye como pueblo independiente.
El 22 de octubre de 1389, el rey Juan I (1379-1390) una vez ya acabada la iglesia,
entrega el santuario a la Orden Jerónima, siendo su primer prior regular fray Fernando Yáñez de Cáceres. Los primeros monjes
vendrían desde el Monasterio de San Bartolomé en Lupiana (Guadalajara) casa madre de los jeronimos en España.
El santuario y la villa estaría bajo el señorío de la Orden Jerónima hasta 1820. En 1835 con el decreto desamortizador
de Mendizabal, el monasterio tiene que ser abandonado quedando convertido en parroquia secular dependiente de Toledo.
En 1908 el monasterio es entregado a la Orden de San Francisco (franciscanos) con el encargo de recuperar y revitalizar
la vida monacal que estaba abandonada desde 1835.
Guadalupe está ligada a la gesta descubridora y colonizadora de America, Colón pasó por Guadalupe en 1486 y 1496 y también de regreso
de America en 1493 para dar gracias por el descubrimiento. En 1496 recibieron bautismo en Guadalupe los primeros indigenas traidos por
Cristobal Colón de su segundo viaje a America. Los conquistadores extremeños llevaron el nombre de su patrona por muchos lugares de
America, siendo asimilada la imagen por los nativos de America a su tradición popular.
Una de las parejas reales que más veces pasó por este monasterio fueron los Reyes Católicos. Para su real acomodo se construyó un
pequeño Palacio Real adosado al monasterio según cita en su crónica de 1534 fray Diego de Écija. Este pequeño palacio fue demolido en
1856 al encontrarse en estado de abandono después de las leyes desamortizadoras de Mendizabal.
Se cuenta que en 1464 Enrique IV de Castilla, trajo a su hermanastra Isabel (futura Isabel la Católica) hasta este lugar para concertar
la boda entre esta y el rey de Portugal Alfonso V. Isabel se negó en redondo a contraer matrimonio con el portugues, pero parece ser que
esta primera estancia en el Monasterio de Guadalupe le dejó marcada, ya que siendo reina de España, visitaría con frecuencia el monasterio
para descansar o dar gracias a la Virgen de Guadalupe.
Descripción
El Santuario se divide en:
• La Mayordomía o portería
• Templo Basilica (siglos XIV-XV)
• Claustro mudéjar siglo XIV
• Claustro gótico siglo XVI y Hospederia
• Templo de la Santisima Trinidad siglo XVIII (desde 1978 dedicado a Auditorium)
• Museo de Bordados
• Museo de Libros y Cantorales miniados
• Museo de escultura y pintura
El monasterio adopta una planta irregular, siendo la iglesia-basilica el centro neuralgico del santuario. Al norte se situan
los dos claustros mayores y alrededor de estos las distintas dependencias monacales. Todo el monasterio está construido principalmente
en mampostería y ladrillo y destaca por la presencia de ocho fuertes torres almenadas que le dan un aspecto de fortaleza. Las dos principales
son las de la fachada sur y son las llamadas de la Porteria y de Santa Ana. Una tercera torre destaca sin embargo sobre todas las demás, la
denominada Torre de las Campanas.
El proceso constructivo del monasterio se desarrolla basicamente durante los siglos XIV al XVIII y bajo la tutela de los monjes
jerónimos custodios del monasterio e impulsores de su grandeza.
La entrada al monasterio se realiza por la antigua portería o mayordomía, después de pasar por un amplio atrio descubierto
y elevado sobre la plaza cerrado en sus extremos por una balaustrada y precedido por una ancha escalinata de doble
tiro. Este edificio del siglo XV se compone de la porteria propiamente dicha, un pequeño
claustro y la antigua sala capitular. Esta se decora con pinturas murales al fresco en bóvedas y muros de estilo gótico-mudéjar. La
Mayordomía era el lugar donde se atendia a los pobres y menesterosos.
La fachada de acceso al templo se realiza a través de una portada gótico-mudéjar flanqueada por dos torreones almenados que reciben
la de la derecha el nombre de Torre de Santa Ana o del Reloj (siglo XIV) y la de la izquierda Torre de la Porteria (siglo XIV), construidas
en tiempos de los primeros priores seculares. La fachada del
siglo XV se articula en
cuatro calles cerrada cada una de ellas por un arco apuntado. Las dos calles del extremo izquierda permiten el acceso a la iglesia a traves
de puertas de arcos apuntados, mientras que los dos de la derecha son ventanas góticas decoradas con
tracerías y en origen adornadas
con vidrieras. Las calles se separan por cinco pilastras góticas remtadas
por pinaculos. La parte superior de las cuatro calles se decora con paneles rectangulares con decoración de crestería de reconstrucción
reciente. Por encima del conjunto sobresale el
rosetón gótico de la nave del transepto oculta por la fachada.
Los materiales empleados en la construcción de la fachada
son el ladrillo y el estuco policromado (en la tradición gótico-mudéjar), mientras que las torres de los extremos estan realizadas en
mamposteria.
Las
portadas de acceso estan formado por arcos apuntados abocinados que apoyan en columnas con capiteles de hojarasca.
Las hojas que cierran las puertas estan realizadas en el siglo XV y trabajadas en bronce repujado por Pablo de Colonia
con figuras de gran tamaño y escenas alusivas a la vida de la Virgen y del Nuevo Testamento.
Traspasada la puerta nos encontramos con una gran sala que recibe el nombre de Capilla de Santa Ana. Hasta 1460 en que fue construida
su muro norte era la fachada de la iglesia primitiva. Se trata de una nave rectángular de cuatro tramos y cubierta por bóveda nervada. Preside
la capilla un retablo en el que destaca en su parte central un lienzo de la Sagrada Familia, obra atribuida a Blas de Prado.
En esta Capilla de Santa Ana encontramos el sepulcro de don Alfonso de Velasco y su esposa Isabel de Cuadros, representados en
actitud orante bajo un arcosólio gótico hispano flamenco de 1467 realizada por el escultor Hanequin Egas. Por detras de las figuras orantes
dos pajes portaespadas y dos ángeles portando escudos heráldicos. En la parte superior un relieve con la Virgen y el Niño.
También encontramos una pila bautismal realizada en bronce en 1402 por Juan Francés y un lienzo en el retablo de la capilla alusivo a la
vida de la Santa, realizado en el siglo XVI por Pablo de Céspedes. La pila bautismal es en realidad la fuente del lavatorio del claustro mudéjar y
que fue traida a este lugar en 1841 ya que por aquel entonces la capilla realizaba funciones de iglesia parroquial de Guadalupe, pues el monasterio
estaba desamortizado.
Templo Basilica
Traspasada la capilla de Santa Ana se accede a la iglesia por la nave de la epistola. En el muro de comunicación entre ambos espacios
encontramos el sepulcro del licenciado
Gergorio López, un trozo del arca marmórea donde se encontró la Virgen y un azulejo del epitafio del maestro constructor Ferrán Alfonso, maestro
que hizo esta iglesia. El azulejo dice: Hic Jacet Maior, que fizo esta yglesia.
El templo realizado en estilo gótico-mudéjar se levanta sobre la primitiva ermita. De planta basilical, tres naves, la
central mas alta y ancha
que las laterales. Ábside poligonal. Las naves se cubren con bóvedas de crucería cuatripartitas que apoyan en tres pares de pilares con
columnas adosadas. Los arcos que sirven de apoyo son apuntados. Dispone de coro alto a los pies de época posterior a la construcción
del templo.
Sobre el crucero se levanta un cimborrio ochavado, es decir que sus ocho lados son iguales. Este apoya en trompas en la actualidad tabicadas que
le dan aspecto de pechinas. El cimborrio fue decorado en el siglo XVIII por el maestro Manuel de Larra Churriguera.
El interior del crucero se ilumina por ventanas góticas abiertas en los muros del cimborrio. En los extremos de la nave del
transepto la iluminación se realiza a traves de grandes rosetones circulares con tracería gótica geométrica.
La iglesia realizada en el siglo XIV fue muy reformada en el siglo XVIII por Manuel Larra Churriguera en estilo barroco
con la decoración de los nervios con tallas de madera y escudos nobiliarios.
El Retablo Mayor es de estilo barroco, de principios del siglo XVII, realizado en madera de roble y cedro sobre un zócalo de mármol.
Está formado por tes cuerpos horizontales, tres calles verticales y ático. Las calles se separan por entrecalles flanqueadas
por columas de fuste estriado de orden corintio. En el centro del segundo cuerpo encontramos la talla de Nuestra
Señora de Guadalupe, el centro del tercer piso está ocupado por
San Jerónimo y el ático por Cristo cruficado. El retablo es obra del flamenco Giraldo Merlo sobre trazas
de Juan Gómez de Mora.
En las calles laterales la escultura da paso a la pintura, pues en ellos encontramos diversos lienzos con escenas de la vida de la Virgen y del
Nuevo Testamento, salidas en 1618 de la mano de Eugení Cajés (lado de la epistola) y Vicente Carducho (lado del evangelio).
Las calles separadas por entrecalles alojan diversas esculturas con los padres de la iglesia y santos de la orden jerónima.
El sagrario está formado por un mueble-escritorio realizado en 1561 por Juan Giamini en Roma, y que Felipe II regaló al
monasterio en 1569. La puerta y la cajoneria está realizado en chapa de bronce, damasquinado en oro y plata.
En la parte superior del mueble dos estatuas en bronce de corte renacentista flanquean un escudo.
Flanqueando la puertecilla cuatro cajones con relieves repujados en bronce dorado con parejas de musas que llevan en sus manos filacterias con
textos del Evangelio o de San Pablo; textos alusivos a la Resurreción de Cristo y al triunfo de Jesús sobre la muerte.
En la puerta, relieve repujado, con un "Noli me tangere" y sobre ella un frontón triangular con
dos ángeles reclinados a los lados, en el centro del fontón Dios Padre. La decoración se completa con columnas de
orden corintio a los extremos.
En la parte inferior del escritorio se puede leer: Ionnes Glamin fecit in Roma 1561.
El presbiterio fue realizado entre 1617 y 1618 por Bautista Sesmeria y Bartolomé Abril. El mismo se decora con revestimientos de mármoles con
balaustradas, rejas y balcones de corte clásico. A ambos lados del Altar Mayor encontramos los cenotafios del
rey Enrique IV de Castilla y de su madre Maria de Aragón. Estan representados en actitud orante mirando al Altar Mayor y se
atribuyen a Giraldo de Merlo.
Los cuerpos momificados del rey y su madre se encuentran en la parte trasera del Retablo Mayor.
Los arcosolios reales se timbran con los escudos de Castilla y León.
Cierra el Altar Mayor una reja de hierro forjado de estilo gótico renacentista, realizada por los failes dominicos
fray Francisco de Salamanca y fray Juan de Ávila, datada entre 1510 y 1514. Se decora con escudos de la Virgen y de San Jerónimo y
se remata con cresterias caladas.
El coro alto se situa a los pies de la iglesia y en él encontramos la silleria de dos alturas
que adopta la típica forma de "U". Realizado en el siglo XIV en él
podemos encontrar la sillería formada por 94 asientos basculantes, tallados en madera de nogal
por el escultor Alejandro Carnicero en el siglo XVIII bajo la dirección de Manuel de Larra Churriguera.
En el coro bajo encontramos bustos de santos, mientras que en el coro alto los relieves son de cuerpo entero y representan a
distintos frailes y santos de la orden jerónima. En total son 49 asientos en la parte superior y 45 en la inferior.
Se corona con una cresteria en forma de balaustrada y adornada con florones barrocos.
Destaca un facistol de bronce repujado del siglo XVI restaurado en el siglo XVIII en estilo barroco.
En el coro encontramos cuatro órganos, dos grandes de estilo barroco y dos más pequeños de estilo rococó.
El mayor realizado en el siglo XX por la Casa Walcker de Alemania y otro más pequeño reconstruido
en 1986 por el organero José Antonio Azpiazu. La caja donde se encuentra es del siglo XVIII.
Desde tiempo muy temprano a la fundación del monasterio los monjes se preocuparon por el mantenimiento de una
Capilla de música o "Schola Cantorum" y la Escolanía de niños cantores, hasta el punto que en el siglo XVI se creó en Guadalupe el Colegio
de Infantes para que pudieran residir los niños cantores.
La Sacristía y la antesacristía tiene fachada al muro principal de monasterio. La antesacristía ocupa la parte baja de la Torre de
Santa Ana. De traza gótica y planta rectangular se cubre con bóveda de crucería y se decora con frescos, espejos y lienzos de diversos
autores: de Juan Carreño de Miranda destacan
tres lienzos regalados por
el cardenal Savo en 1683 y que representan al rey Carlos II, a la reina Maria Luisa de Orleans y al propio cardenal Savo Millini. También
encontramos de época posterior un lienzo con el retrato de la duquesa de Aveiro Guadalupe Lancaster y Cardenas con sus hijas.
En la antesacristia que fue reformada en el siglo XVII se encuentra la pila lavamanos.
La Sacristia a continuación de la pieza anterior fue construida entre 1636 y 1645 siguiendo trazas del carmelita Alonso de San José;
es de planta rectangular, y la nave está formada por
cinco tramos cubierta con bóveda de medio cañón que apoya en pilastras de orden toscano. Sus bóvedas y muros se cubren con pinturas barrocas
al temple salidas de la mano de Manuel Ruiz y fray Juan de la Peña y que representan escenas de la vida de San Jerónimo.
La decoración se completa con guirnaldas de flores, frutas, grutescos, follaje, fauna, rostros
humanos, ángeles, motivos geométricos etc. En los timpanos de los arcos que forman las dos portadas encontramos los escudos del
santuario y de la Orden de los Jerónimos. La base de los muros está recorrida por un zócalo de jaspe gris azulado. En el techo cinco lienzos con
distintos momentos de la vida de San Jerónimo.
Lo más preciado de
la sacristía son los ocho lienzos de Francisco Zurbaran realizados entre 1639 y 1645 en Sevilla. En el lado derecho
fray Diego de Orgaz ahuyentando las tentaciones,
Aparición de Jesucristo a fray Andrés de Salmerón, retrato de
fray Gonzalo de Illescas obispo de
Córdoba,
misa milagrosa de fray Pedro de Cabañuelas,
Enrique III de Castilla ofreciendo a fray Fernán Yañez el arzobispado de Toledo (a destacar
de este lienzo que la cara del rey es el rostro del rey Felipe III, y en segundo plano aparece el rostro de Zurbaran que se autorretrató), y en el
lado izquierdo
Visión de fray Pedro de Salamanca,
fray Martin de Vizcaya dando limosna a los pobres y
fray Juan de Carrión despidiendose de los monjes antes de morir.
La iluminación se realiza a traves de dos grandes ventanas que ocupan el lugar donde deberían haber ido otros dos lienzos más
de Zurbaran.
En el testero de la sacristía una puerta formada por un arco de medio punto
comunica con la Capilla de San Jerónimo, pequeña habitación presidida por un retablo con una
imagen penitente de San Jerónimo, obra en terracota del siglo XVI
atribuida a Pedro Torrigiano (1472-1528). Decora la estancia tres lienzos referidos al santo titular de la
capilla:
la apoteosis de San Jerónimo situado en el piso superior del retablo, y en los muros de la capilla: las
tentaciones de San Jerónimo (muro de la derecha) y los
azotes de San Jerónimo, (muro de la izquierda) obras realizadas por
Francisco de Zurbaran.
Colgando de la cúpula de esta capilla encontramos el fanal de Lepanto que don Juan de Austria
arrebató a los turcos en la famosa batalla y que fue regalada por el rey Felipe II al monasterio en 1577. Es una lampara
realizada en bronce y latón dorado.
Junto a la capilla de San Jerónimo, encontramos la capilla de San José hoy dedicada a Capilla Relicario o Capilla del Tesoro. De planta
ochavada se cubre con
cúpula y fue realizada en el siglo XVI según planos del maestro Nicolás Vergara. Se decora con pinturas barrocas
de los siglos XVII y XVIII.
La capilla del tesoro se articula en siete nichos separados entre si por pilares en cuyo interior se guardan las reliquias.
Son 34 relicarios en forma de brazos y 17 en forma de busto.
También hay que destacar la arqueta de los esmaltes obra gótica de
repujado metálico del siglo XV obra de fray Juan de Segovia; un Lignum Crucis gótico realizado en plata sobredorada donado por el
rey Enrique IV, un crucificado atribuido a Miguel Angel y que procede del remate del sagrario del Altar Mayor.
A destacar diversas coronas
de la Virgen, entre ellas la que portaba en el momento de su coronación canónica en 1928 y realizada por Felix Granda, se trata de una
obra de filigrana con perlas y piedras preciosas de alto valor sentimental.
La arqueta de los esmaltes es una bella obra realizada en el siglo XV por fray Juan de Segovia, y que está realizada con los restos
del primtiivo trono de la Virgen que el último prior secular tuvo que desguazar para financiar las campañas militares del rey Juan I
de Castilla. La arqueta presenta en su cara frontal doce escenas de la vida de Cristo, seis son de plata dorada trabajado con el sistema
del repujado y otros seis con esmaltes miniados.
Tres vestidos de la Virgen destacan sobre los demas: El Manto Rico de la Comunidad (siglo XVIII), el manto de Isabel Clara Eugenia (siglo
XVII) expoliado de sus joyas en el siglo XIX y el manto de la cenefa marrón (siglo XIX).
Preside la estancia el Altar con el grupo escultórico de San José con el niño obra del granadino Antonio Morales, tambien autor de
distintos relicarios que compone la colección. Las paredes se decoran con pinturas al temple en muros y bóvedas.
El camarin de la Virgen se encuentra sobre el conocido como panteón real, sala de forma octogonal cuyas altares se encuentran decorados
con jaspes. A pesar de su nombre no alberga ninguna tumba. El camarin de la Virgen es una
sala octogonal ricamente decorada. Adscrita al estilo barroco fue diseñada por el madrileño Matias Roman y ejecutada por Francisco
Rodriguez Romero en 1696. Las paredes de los muros se decoran con pinturas al temple del sevillano Pedro José de Uceda realizadas entre
1736 y 1741 con alegorias marianas.
En los huecos de los cuatro pilares encontramos ocho esculturas (dos por pilar) de las conocidas como "Ocho mujeres fuertes"
citadas en el Antiguo Testamento: Maria la profetisa, Débora, Jael, Sara, Ruth, Abigail, Esther y Judit, esculturas atribuidas al imaginero
Pedro Duque Cornejo en 1736.
En la sala encontramos nueve lienzos con escenas de la vida de la Virgen y
pintados por Lucca Giordano, fueron encargo del rey Carlos II y representan a la Inmaculada Concepción,
la Natividad de Maria, la Presentación en el templo, los Desposorios de la Virgen, la Anunciación, la Visitación, la Huida a Egipto, la familia
de Nazaret y la Asunción de la Virgen. Completa la decoración una lámpara de cristal de roca de Bohemia, regalo
de los duques del Infantado al monasterio en 1731.
Junto a la sala el ediculo en comunicación con el Altar Mayor donde se venera la Virgen de Guadalupe sentada en su trono.
Construido en 1953 según diseño de Luis Menendez Pidal, encontramos diversos escudos de conquistadores y descubridores del Nuevo Mundo,
presididos todos ellos por el escudo de España.
Capilla de Santa Paula (rama femenina de los jerónimos) construida en el
siglo XIV. Parece ser que esta capilla es el lugar fundacional de la antigua ermita construida en el momento de la aparición de la Virgen. Se
situa junto a la cabecera de la iglesia. En el retablo que preside la capilla encontramos la imagen de la santa salida de la mano de Giraldo
de Merlo.
Capilla de Santa Catalina, junto a la de Santa Paula se alza esta capilla levantada en el siglo XV.
De planta cuadrada, se cubre con bóveda nervada, cúpula y linterna.
Preside la capilla un retablo con una imagen de la santa realizada por Giraldo de Merlo.
En la capilla encontramos los sepulcros con estatuas orantes de Dionis de Portugal y su esposa Juan de Castilla, trabajo con
atribuciones diversas.
La Capilla de San Gregorio ocupa la planta baja de una de las torres del santuario. Edificada en estilo gótico
en el siglo XV, en ella encontramos el sepulcro de don Juan Serrano, último prior secular que después sería elegido obispo de Sigüenza.
En el sepulcro encontramos al prior en forma de estatua yacente vestido con ropaje episcopal, obra de Pero Suarez y Ferrán González
entre 1403 y 1407.
Preside la capilla un retablo clásico en cuyo centro encontramos
un lienzo de San Gregorio salido de la mano de Pedro de Villafranca en el siglo XVII.
Capilla de los Siete Altares, situada a espaldas del ábside, es del siglo XVII, frente a su entrada encontramos el sarcófago de doña María de
Guadalupe de Lancaster y Cárdenas, duquesa de Aveiro, fallecida en 1715 y que quiso estar enterrada en el monasterio.
Claustro mudéjar también conocido como de los Milagros.
De planta cuadrada irregular fue construido entre 1389 y 1405 durante el priorato del padre Yañez (1389-1412).
El claustro formado por dos pisos cuenta con
arcos tumidos (arcos de herradura apuntados) que apoyan en pilares de base cuadrada. Una balaustrada cierra el paso al patio central. No
hay decoración de ningún tipo ni en capiteles ni en los arcos. Los arcos del piso superior son más pequeños que los del piso inferior.
Alrededor del claustro se situaban los dormitorios de los monjes,
el refectorio, las bodegas y las distintas dependencias monacales.
Destaca un
templete de planta cuadrada al exterior y hexagonal en el interior.
De estilo mudéjar levantado en ladrillo y yeso en 1405 por fray Juan de Sevilla y que se situa en el centro del claustro.
Un gran arco apuntado en cada una de
sus caras inscribe a su vez dos vanos con arcos apuntados separados por una columnilla o parteluz de alabastro. Por encima del templete
un remate en forma piramidal de tres pisos realizado por moriscos en ladrillo visto y azulejos. En el interior de este templete existía una
fuente en cuya base decía: Fray Juan de Sevilla 1405.
En el claustro destaca la capilla y sepulcro de fray Gonzalo de Illescas
obra de Anequin Egas realizado entre 1458 y 1460 según trazas fray Juan de Segovia (ángulo S-E). Fray Gonzalo
de Illescas fue prior del monasterio y obispo de Córdoba fallecido en 1460.
La capilla de San Martin de traza gotica y Sala Capitular durante el siglo XV.
Capilla de Santa Cecilia de traza mudéjar y con un retablo barroco fechado en el siglo XVII.
En el angulo nor-oeste adosado a la arquería la conocida como Glorieta o Lavatorio. Se trata del lavatorio cubierto por un templete cuadrado
y cubierta con bóveda de crucería mientras que el solado es de alicatado mudéjar. La pila circular de bronce vierte las aguas a una taza
también circular a la altura del suelo. Este pila es un duplicado de la original que hoy cumple funciones de pila bautismal en el interior
de la Capilla de Santa Ana. El lavatorio es obra realizada por moriscos toledanos en ladrillo lucido con yeso.
En una de las galerias del claustro podemos encontrar una serie de 29 lienzos de época barroca pintados por fray Juan de Santa Maria realizados
a mediados del siglo XVII y que relatan los milagros realizados por Nuestra Señora de Guadalupe a lo largo del tiempo. Es la conocida como
galeria de los milagros y son de una calidad mediocre.
Una portada plateresca de doble vano formada por arcos peraltados permite uno de ellos el acceso a la porteria o mayordomía y el otro, por
una artística escalera del siglo XVI permite la subida al coro del templo.
Museo de Bordados
Instalado en la galeria oeste del claustro mudéjar, es el antiguo refectorio del monasterio del siglo XV.
En la sala se ha instalado la colección de prendas
de uso liturgico que durante los siglos XV al XIX se realizaron en el taller de bordado del monasterio.
Piezas destacadas son: Frontal rico bordado por fray Diego de Toledo en el siglo XV, el frontal de Enrique IV con escenas marianas adscrito
a la escuela hispano-flamenca, el
frontal de San Jerónimo realizado por fray Francisco de Sigüenza en el siglo XVII, el frontal de la Pasión de fray Diego de Toledo, la
Casulla de los Reyes Católicos, la casulla del Condestable del siglo XV, el terno conocido como Tanto Monta en alusión a los Reyes
Católicos etc.
En el archivo del monasterio figura un monje llamado fray Gonzalo, muerto en 1425, que es el primer bordador cuyo nombre figura
en los archivos.
Museo de libros y cantorales miniados
Está instalado en una de las salas de la galeria norte del claustro mudéjar, la antigua Sala Capitular.
La colección se compone de 107 ejemplares realizados en piel en los
talleres de escribania (scriptorium) del propio monasterio y alcanzan un periodo situado entre los siglos XIV al XIX.
Los libros de cantorales suman un total de 86, dos de ellos son dos Pasionarios del siglo XV iluminados sobre vitelas, el Libro de las Horas
del Prior iluminado en el siglo XVI, además de varios colectarios y diurnales.
Museo de Escultura y Pintura
Situado en la galeria este, es una construcción del siglo XV y antiguamente esteba dedicado a roperia del monasterio. Entre los lienzos que
podemos encontrar destacan: la
Coronación de Nuestra Señora de
El Greco, San Pedro y San Andrés, también del Greco y procedentes de
Talavera la Vieja. Ocho pequeños lienzos
de Zurbaran, una tabla pintada por Juan de Flandes en 1498 y que lleva por titulo el Bautismo de Cristo; lienzo del Nacimiento de Cristo del
pintor Diego Correa de Vivar (de sobrenombre Juan Correa) realizado en un estilo renacentista; una tabla pintada por
Francisco de Goya en 1812 por titulo
Confesión en la cárcel.
En escultura destaca el grupo escultórico del Calvario, obra del siglo XV de Egas Cueman adscrito a la escuela flamenca; Cristo crucificado
en márfil atribuido a Miguel Angel, Virgen sedente realizada en alabastro por Egas Cueman, Virgen filipina realizada en marfil en el siglo XVII etc.
Claustro gótico también conocido como Claustro de la botica.
Levantado entre 1519 y 1533 durante el priorato de fray Juan de Siruela. Tiene planta rectángular y está formado por tres pisos,
cada uno de ellos de un orden de arcos; destaca la arquería del primer piso formado por arcos con decoración calada y antepechos de piedra.
La arquería se desarrolla en tres de sus lados ya que el cuarto está ocupado por un muro de construcción moderna.
En el centro del claustro un pequeño pozo
obra de Juan Torrollo. El diseño del claustro es obra de Antón Egas, Alonso de Covarrubias y Juan Torrollo. La salas que lo circundan hoy Hospederia
eran originalmente enfermeria, farmacia y botica.
En el primer piso hallamos arcos de medio punto sobre pilares poligonales, en el intermedio se disponen arcos apuntados que
cobijan otros dos de medio punto sobremontados por una sencilla tracería, y en el superior tenemos arquerías
de arcos rebajados a modo de logia. A diferencia del claustro reglar, éste se encuentra realizado en mamposteria y sillarejo.
Hospederia
Abierta al público, ocupa parte del claustro gótico del monasterio y el antiguo Pabellón de la Enfermeria Nueva. Dispone de torreones
cilindricos rematados por chapitel cubierto por bellas tejas policromas de cerámica vidriada. El comedor es obra del arquitecto
Rafal Moneo.
En su época monacal la antigua hospederia junto con la farmacia
y el hospital (uno para hombres y otro para mujeres) cumplían papel de acogida. Los monjes tenían la obligación de dar cobijo a todos
aquellos peregrinos que camino de los
santos lugares cayesen enfermos y debian proporcionarles los medios necesarios para proseguir su viaje. Si moría en
el convento debían darle cristiana sepultura.
Ficha técnica
Fecha de realizacion página: 15 de Julio de 2.010
Fecha última modificación:
Lugares de interés de Guadalupe
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Fuentes primarias consultadas:
Monasterios de Pablo García Martínez
Santa María de Guadalupe de Antonio C. Floriano
Página web oficial del Monasterio de Guadalupe
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