En el Valle de Gizá en Egipto, se levanta la pirámide de Keops, la única construcción de las consideradas como una las siete maravillas
del mundo antiguo que permanece en pie. Es sin duda la pirámide más grande que jamás se ha construido. Un proverbio árabe dice:
El hombre teme al tiempo, pero el tiempo sólo teme a las pirámides.
Construida para albergar los restos del faraón Jufu (Keops en griego), todo parece apuntar que las obras corrieron a cargo de
Hemiunu (Hem-Iun) visir de faraón, sobre
el 2570 ac. (siglo XXVI ac) en la IV dinastía del Imperio Antiguo.
Básicamente en el interior de la pirámide se encuentran tres cámaras, una inferior conocida como la cámara subterránea, una intermedia conocida
como la Cámara de la Reina y la situada en el centro conocida como la Cámara del Rey. Hay que decir que la cámara de la reina aunque reciba
tal denominación nunca fue ocupada por ningún personaje real y que su destino seria albergar el ka o figura espiritual del faraón. Así mismo en la
cámara del Rey sólo se ha encontrado un sepulcro en piedra vacío, lo que da pie a pensar o bien que la tumba fue expoliada a conciencia o
bien nunca llegó a albergar los restos del faraón.
Las medidas de la pirámide son gigantescas y más para la época. Originalmente media 146,61 metros de altura, aunque hoy en día sólo mide
136,86 metros. Tiene más de dos millones de bloques de sillares de piedras muchos de ellos con varias toneladas de peso, y la
forma con que fue construida sigue abierta. Las cuatro caras están orientadas cada una hacia un punto cardinal, y la entrada
al interior se realiza por la cara norte.
Según el historiador griego Herodoto en el siglo V ac y según confesiones de los sacerdotes de la época, la pirámide tardó veinte años en ser
construida e intervinieron mas de cien mil personas, número a todas luces improbable. Además conviene desechar la idea de que la pirámide
fuera construida por esclavos y menos por esclavos judíos.
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