Ante todo hay que dejar dos temas bien claros, uno de ellos es su nombre, pues a pesar de llevar el nombre de jardines colgantes, no conviene
identificarlos con la idea que solemos tener de algo que de una u otra manera está suspendida en el aire. En realidad los jardines colgantes
de Babilonia, hay que entenderlos como una construcción formada por terrazas escalonadas que eran utilizadas como jardines.
La segunda
cuestión a tener en cuenta es su propia existencia; de las siete maravillas de la antigüedad clásica esta sea tal vez, la que más dudas
ofrezca, ya que las referencias de su existencia son indirectas y además no se han hallado pruebas materiales ni documentales, algo inusual en el
mundo babilónico, que lo solían plasmar todo por escrito (escritura cuneiforme).
Según se cuenta Nabucodonosor II estaba casado con la princesa meda Amytys, esta añoraba su país llena de vergeles y jardines
en contraposición con la zona árida de Mesopotamia; el rey para calmar la tristeza de la reina ordena construir los jardines para que su
amada pudiera recordar los vergeles de su país de origen y mitigar su melancolía.
Los jardines fueron construidos por el rey babilónico Nabucodonosor II aproximadamente en el año 600 a. C. Como ya hemos dicho
consistía en una construcción adosada a su palacio, formada por terrazas escalonadas y sustentadas entre si por pilares o columnas.
Sobre estas terrazas se plantaron diversas clases de árboles, palmeras, arbustos y plantas colgantes que bien podría dar la sensación de que los
jardines colgaran de la nada, vista desde la lejanía. En la parte superior de los jardines una gran cisterna de agua, alimentaba todo el conjunto
e incluso podría crear
pequeños riachuelos o cascadas. Un conjunto hidráulico permitiría subir el agua desde el cercano río Eufrates hasta la parte superior para luego
regar el jardín y crear los efectos acuáticos deseados.
Babilonia, la famosa Bab-ilim (ciudad del cielo) es la famosa Babel que cita la Biblia, y lugar donde sufrieron cautiverio los judíos una vez
deportados de Jerusalén. Por cierto que de la presencia de los judíos en Babilonia, nació la necesidad de plasmar por escrito la historia del pueblo
de Israel, nacería así el Antiguo Testamento.
Cuando los soldados de Alejandro Magno llegaron a Babilonia, la ciudad estaba en decadencia y poco o nada se dice de los famosos jardines; en
el año 125 ac los partos conquistan Babilonia y la arrasan por completo, desapareciendo todo vestigio de la ciudad y de sus jardines si es que
en algún momento los hubo.
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