Aparte de la fortuna con que esta frase haya podido pasar a la historia, esta nos explica
el significado de un símbolo que también ha pasado a la historia del arte y que podemos verlo
con facilidad en catedrales, iglesias, ermitas y monasterios de nuestra querida y sufrida
patria. La frase ya la hemos citado, el símbolo es el crismón.
El crismón es el anagrama de Cristo (representa su nombre); está formado por la letra
griega X (ji) y la letra griega P (rho), que son las dos primeras letras que forman
el nombre de Cristo en griego (XPISTOS).
A veces al crismón se le añaden las letras griegas alfa y omega (principio y fin) e incluso
es posible verlo con una imagen de un cordero (símbolo del sacrificio de Cristo).
La historia es como sigue: Nos encontramos en Roma en el siglo IV después de Cristo
cuando parte del imperio romano se encontraba en
guerra civil. De una parte Majencio, de la otra Constantino. La batalla por el
control de la parte occidental del imperio se daría definitivamente junto al puente Milvio (en las afueras de Roma) el 28 de octubre
del 312 y se saldaría con la victoria total de Constantino sobre su rival. Majencio acabaría ahogado en el río Tiber intentando huir.
La noche anterior a la batalla, Constantino recibió una señal o mensaje de los cielos;
una voz o una inspiración le llegó nítidamente junto con un símbolo, una voz que él reconoció
inmediatamente como la del Dios
de los cristianos (no olvidemos que Constantino era pagano, pero su madre santa Mónica,
era cristiana, por lo tanto conocía la simbología cristiana). La voz le dijo
in hoc signo vinces (con este signo vencerás). El signo en cuestión era el crismón.
Inmediatamente Constantino mandó pintar en los escudos de sus legiones el citado
símbolo y al día siguiente se lanzó al combate, obteniendo una aplastante victoria
sobre su rival Majencio. Ya tenía el control de Roma y pudo afianzar su control como emperador de la parte occidental del imperio.
Un año después Constantino promulgó el edicto de Milán (313), por el cual se concedía libertad religiosa a todas las religiones, incluida lógicamente la
cristiana. Con el edicto de Milán acababan las persecuciones contra los cristianos.
Un nuevo amanecer, un nuevo mundo y una nueva forma de entender la vida se abría paso en la historia, pero eso es otra historia.
A titulo de curiosidad, habría que decir que Constantino a pesar de todo, nunca se
convirtió al cristianismo, solo en su lecho de muerte (según algunos autores) recibió el bautismo pero solo en el último momento.
De esta historia, como de casi todas las historias, existen diversas versiones
según cronistas y diversas interpretaciones. La frase citada del latín no parece
corresponderse con la realidad, si es que la realidad fue así. Algunos autores
explican que el mensaje fue escrito en griego y el mismo era touto nika (con
esto vence), lo que ocurre es que luego sería adaptado al latín, con la consiguiente
nueva versión que ha hecho mas fortuna.
Otras versiones dicen y tal vez sea más pausible, que Constantino no mandó pintar
el crismón en los escudos de sus legiones, sino solamente sobre los lábaros o estandartes
imperiales. Esto puede ser cierto puesto que ponerse a pintar escudos la noche
antes de una batalla puede ser una considerable perdida de tiempo y energías. A mi me
gusta más la versión de los escudos porque tenemos representaciones de soldados del
imperio romano de oriente donde se ven como los escudos si van pintados con el crismón,
aunque estamos hablando de algunos siglos después a los acontecimientos que narramos.
Incluso algunos autores recogen la orden recibida de los cielos "obedece y marca el
nombre de Cristo sobre los escudos, con una X cruzada por la letra P en su parte más elevada".
De todas maneras no creó que los detalles tengan importancia, cuando se trata de
explicar un símbolo y una frase que ha hecho fortuna, que además mezcla ficción con realidad, cuando no puro interés.
Si la historia es real o es inventada, es a los lectores a quien les corresponde decirlo,
pero básicamente la historia más o menos con sus diversas versiones y adornos, así nos ha llegado.
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