La capilla mayor de la Catedral de Valencia fué decorada a principios del siglo XV, finalizando estos trabajos en 1432, cuando fué colocada la clave de la bóveda diseñada por el "mestre Martí" y esculpida por Joan Sanou. Las consecuencias del incendio de 1469 provocarón la desaparición del retablo de plata y de todo el mobiliario y ennegrecierón las pinturas murales.

El capitulo más importante de las obras del presbiterío se abre en 1472 con la llegada del cardenal-obispo Rodrigo de Borja con tres maestros italianos especialistas en pintura al fresco, aunque, finalmente el proyecto fué encargado a Pablo da San Leocadio y Francesco Pagano. Las obras dierón comienzo en 1472 y según el contrato habrían de finalizarse en 1478. Sin embargo, las obras no concluyerón definitivamente hasta 1481. Al mismo tiempo, se realizó de nuevo la vidriera que estaba sobre el altar mayor y que representaba la Asunción de la Virgen.

La tercera decoración que, en parte, se corresponde a la actual, procede de las reformas realizadas por el arzobispo Luis Alfonso de los Cameros en 1674. El interior de la Catedral y el presbiterío habian quedado ennegrecidos debido al humo de las lámparas de aceite, de la cera y el incienso. El 12 de junio se puso la primera piedra de las nuevas obras encargadas al arquitecto Juan Pérez Castiel y que se prolongarón hasta 1682. La reorganización barroca de la capilla tuvo desde el principio la intención de crear un nuevo espacio en el presbiterío dentro del viejo gótico. La remodelación ocultó las pinturas renacentistas bajo una espectacular ornamentación que es una de las mejores producciones del barroco valenciano.