Una mirada desde Ilici
Con Roma, Iberia se convierte en Hispania y este nombre se extiende a toda la Peninsula,
a una de cuyas provincias, la Tarraconense, pertenecierón los territorios que constituyen
el ambito de la exposición. En Hispania los romanos buscarón riquezas y materias primas,
y a veces los recursos obtenidos, de grado o por la fuerza, permitierón sanear las arcas
públicas. Ejércitos y comerciantes la recorrían de arriba a abajo, y los soldados que se
licenciaban tras muchos años de servicio militar se asentaban en el territorio, se casaban
con mujeres indígenas y facilitaban un proceso de mestizaje cultural que posibilitó que,
aparentemente al menos, Hispania se convirtiera pronto en Hispania Romana.
Los hispanorromanos ingresan en la administración, hacen carrera pública, se enrolan en
los ejércitos, administran las cancillerías, llegan a los confines del imperio, inluso
acceden al trono imperial. Pero este periodo de bonanza no duró mucho tiempo. Poco a poco,
las ciudades van cayendo en manos de aquellos que los romanos consideraban bárbaros, pueblos
de más allá de las fronteras, que se establecen en el seno del imperio y fundan nuevos
reinos. Desde sus bases en el norte de África, los romanos de Oriente, que nosotros llamamos
bizantinos pero que ello se consideraban a sí mismos romános, comienzan la reconquista
de la antigua Hispania, ahora Spania. Es una reconquista lenta, difícil, que apenas fué más
allá de la costa mediterranea y que no llegó a fructificar. Estamos ya a las puertas
de la invasión musulmana y de la Edad Media.
La exposición se ha diseñado a partir de esta evolución cultural, que se refleja en tres
ambientes: Iberia, Hispania, Spania. Está vista desde el solar de Ilici, una de las
ciudades que perduró durante todo este tiempo, fué capital de la Contestania ibérica, colonia
romána con el nombre de Colonia Iulia Ilici Augusta, y obispado visigodo. Pero la exposición
trata también de integrar a Ilici en el ámbito circundante: Carthago Nova por el sur,
Lucentum y Valentia por el norte, Ilunum por el oeste, el mar y el Portus Ilicitanus por
el este. Ilici estaba en la vía que recorría la costa mediterránea, y a un paso de las
rutas maritimas que comunicaban las provincias occidentales entre sí y con Roma.
Objetos de uso cotidiano, testimonios históricos de primera importancia, vestigios de
la vida económica, social y politica, muestras de la ornamentación de edificios públicos
y privados, elementos de comercio e intercambio, pinceladas de la vida y de la muerte, todo
ello se refleja en los distintos ambientes de la exposición. Se intenta plasmar, en suma,
la vida que discurrió por la ciudad de Ilici a lo largo de un milenio, un milenio en el que la
ciudad vió mucha alegria, mucho dolor, mucho progeso y bienestar y mucho sufrimiento
y tristeza. Un milenio en el que unas culturas nacierón, se desarrollarón y murierón; y en el
que otras, ni mejores ni peores, sólo diferentes, ocuparón su lugar.
Iberia, Hispania, Spania fuerón nombres con los que se conoció la Peninsula Ibérica entre
el año 500 ac y el 500 dc. Los primeros textos se refieren a estas tierras como
Iberia, término griego que se desplaza por el Mediterráneo, de oriente a occidente, a medida
que lo fuerón haciendo los propios griegos. Iberos fuerón los habitantes de su franja
mediterránea e iberos fuerón también los habitantes de la Meseta meridional, de Andalucía
y de buena parte de ARagón y de Cataluña.
Lugar de la exposición: Museo de Prehistoria. Valencia
Del 27 de Abril al 18 de septiembre de 2.005
Patrocinado: Caja de Ahorros del Mediterraneo
Texto y fotos: Folleto de la Exposición
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