Exposiciones El esplendor de Génova
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Pintura de los siglos XVI al XVIII en la Colección del Palazzo Bianco
Edificio Bancaja Pl.Tetuan, 23 Valencia
Del 3 de marzo de 2004 al 29 de Abril de 2004
La presente exposición nos muestra una selecta representación de la pintura barroca y manierista
genovesa, procedente de la Galeria del Palazzo Bianco, en donde se ven representados los mejores
artistas a través de tres siglos de su historia.
La Galeria del Palazzo Bianco
El Palazzo Bianco se encuentra actualmente en via Garibaldi, la antigua Strada Nuova que fué la
imagen más importante del esplendor de la Republica de Génova, un esplendor que cautivó a todos
lo viajeros que llegarón a aquel puerto a los pies de los Alpes.
El edificio que acoge el Museo se construyó a mediados del siglos XVI por una rama de la familia
Grimaldi. Posteriormente pasó por distintas familias genovesas, hasta que Maria Durazzo
Brignole-Sale encargó, entre 1711 y 1714, su reconstrucción al arquitecto Giacomo Viano. Esta
reestructuración cambió totalmente su aspecto, abriéndolo a la Strada Nuova y adoptando el color
claro que le da nombre, en oposición al Palazzo Rosso, que está enfrente.
La segunda gran reforma se realizó en 1762 por Pietro Cantone y fué decorada entre 1804 y 1806 por
el pintor Paolo Gerolamo Brusco. Durante este periodo el edificio se convirtió en residencia de
alquiler de coleccionistas, nobles y burgueses, y era cita indispensable para aquellos que
realizaban el "grand tour" o los "connaisseurs" locales que preparaban guias ilustradas. Fué en
este momento cuando empezó a convertirse en un referente y en una colección con voluntad
museística.
En 1884 Maria Brignole-Sale De Ferrari, última descendiente de la familia, donó el edificio y su
colección con la intención de que fuera galería pública.
En su testamento se establecía que la propiedad pasaría al Comune di Genova y más tarde, en
1893, la Galeria abrió sus puertas al público. Albergaba todo tipo de objetos artísticos desde
restos arqueológicos a muestras de artesanía o tapices y documentos, organizados según la
tradición decimonónica.
Durante la Segunda Guerra Mundial sufrió algunos daños, pero se reconstruyó y se reinaguró en
1949, con una exposición de Alessandro Magnasco. En 1950 se sistematizó su discurso museistico
aunque la institución continuaba manteniendo una colección variopinta. Sería en 1971 cuando la
Galeria del Palazzo Bianco se transformó en pinacoteca. Actualmente, los fondos de la Galeria
del Palazzo Bianco están constituidos por patrimonio de la antigua República de Génova,
donaciones, propiedades eclesiasticas, legados y piezas provenientes de testamentos o de
distintas adquisiciones. Hasta el 2002 el museo constaba de veinte salas de exposición y
catorce de depósito. Durante el 2003 ha estado realizandose una profunda transformación
de las instalaciones para ampliar la zona de exposición y mejorar sus condiciones. Ahora el
Palazzo Bianco es un ámbito privilegiado para conocer la pintura de los siglos XVI al XVIII en
Génova.
De Luca Cambiaso al Barroco
Hasta la primera década del siglo XVI la escena artistíca genovesa se encontraba dominada por
artistas lombardos, toscanos y flamencos, debido a las relaciones comerciales de la Républica,
pero con la llegada del almirante Andrea Doria al poder, se creó un ambiente nuevo. Doria,
consciente del papel de las artes para su propia promoción politica, se rodeó de los mejores
artistas en la construcción de su propio palacio, en 1528, y esta obra sirvió de modelo para la
clase genovesa enriquecida por los florecientes negocios con los reinos hispanicos de Carlos V.
Los principales exponentes de la nueva época artistíca son Luca Cambiaso (1527-1585) y Giovanni
Battista Castello , el "Bergamasco", ambos conocidos por su gran dominio de la técnica del
fresco. Luca Cambiaso siguió en parte el legado miguelangelesco, pero en la década de los 60
su estilo evoluciona, adaptándose a las exigencias de la Contrarreforma. Posteriormente se
trasladó a España para trabajar en el Escorial por encargo de Felipe II. Bernardo Castello,
movido por sus inquietudes culturales, se afincó en Roma, donde el genovés Giustiniani le
dió varos encargos importantes. También destacó como ilustrador de libros en el taller de San
Pedro del Vaticano.
Giovanni Battista Paggi, de familia noble, recibió una educación completa en todas las artes.
Estuvo en Florencia, exiliado, durante 20 años, y esto le permitió conocer muy bien la corte
de los Medicci. Paggi no sólo consiguió romper la tradición artística marcada por Cambiaso y
renovar el lenguaje pictórico, sino que revolucionó su misma profesión. Su condición social le
permitió defender su trabajo como un arte liberal e intelectual antes las posturas de
proteccionismo corporativo. En Génova creó una escuela de pintura inspirada en la Academia
florentina.
Durante un tiempo dominó la influencia de Paggi y la cultura toscana, pero más tarde
llegarón a Génova figuras como Rubens, Caravaggio, Giulio Cessare Procacini, Simón Vouet, Orazio
Gentileschi, Antoon Van Dyck y otros flamencos, atraidos por los encargos de los coleccionistas.
Protagonistas del siglo XVII
Este periodo está lleno de personajes singulares, como Andres Ansaldo y Giulio Benso, que
investigan nuevas soluciones espaciales y se interesan por las posibilidades expresivas de la
perspectiva.
También destaca la pintura del fraile capuchino Bernardo Strozzi, quien, después de una vasta
producción en Génova, en 1633 se trasladó a Venecia, donde realizó, sobre todo, retratos y temas
profanos para clientes privados.
Otras dos figuras que destacarón durante el siglo XVII fuerón Gioacchino Assereto y Domenico
Fiasella. Este último, tras triunfar en Roma, y en especial tras la muerte de Paggi, Castiglione
y Strozzi, fué el más apreciado de la Republica de Génova y creó un solido taller. Entoncés
también estaban en plena actividad Andrea De Ferrari, discipulo de Bernardo Castello y de
Strozzi, el paisajista Antonio Travi, Giovanni Battista Carlone y Orazio De Ferrari.
Siguiendo la tradición flamenca y el interés naturalista, aparecierón después una serie de
autores como Antón Maria Vassallo, apreciado por su pintura de animales, o Giovanni Benedetto
Castiglione, que será un creador de iconografias pastorales de tema bíblico. Valerio Castello,
aunque murió a muy temprana edad, representa la transición hacia el rococó y Stefano Magnasco
que fué su mejor discipulo.
"Casa Piola" y las experiencias de Roma
Domenico Piola fué el artista más activo de la segunda mitad del siglo XVII y formó un importante
taller familiar. Su hegemonia duró hasta que perdió el concurso de 1700, del que nos quedan unos
bocetos que se pueden contemplar en esta exposición.
Giovanni Battista Gaulli, "el Baccicio", que bajo la protección de Bernini ingresó en la
Academia de San Lucas de Roma, se convirtió en uno de los pintores más solicitados y fué
considerado la alternativa de la corriente clasicista de Poussin, Lorena y Maratta.
Hacia el siglo XVIII
En el tránsito entre los dos siglos, la personalidad mas creativa e innovadora fué Gregorio
De Ferrari, artista ligur que comenzó con Domenico Fiasella y colaboró con Domenico Piola.
Trabajó el fresco con perspectivas arquitectónicas ilusionistas y estucos y aplicó una nueva
lectura de temas sacros. Vittorio Amadeo de Saboya le encargó la realización de los frescos
del Palazzo Reale de Turín. Dos pintores dificiles de catalogar son Carlo Antonio Tavella y
Alessandro Magnasco, cuya vida artística se desarrolló sobre todo en Milán, realizando pintura
de paisaje. Destacan el paisaje arcádico de gusto clásico y romano de Tavella y la pintura de
género de Magnasco, en clara oposición al rococó de la cultura del Ancien Régime, aunque en los
últimos años del siglo el gusto se orientaba cada vez más hacia Francia.
Texto y fotos: Folleto exposición
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