En el año 1700 moría Carlos II sin sucesión al trono y dejando la Corona
de España a Felipe de Anjou, nieto de Luis XIV de Francia. La disputa por
los derechos dinasticos por parte de Felipe V y el archiduque Carlos, fué
ocasión para dirimir la hegemonia que pretendían sobre Europa los Borbones, los
Habsburgo y las potencias maritimas (Inglaterra y Holanda). En la guerra de
sucesión se dan tres conflictos en uno: una guerra europea, que afectó a buena
parte del continenete e, incluso, a las colonias; una guerra civil española, y
una revolución social en el seno del antiguo Reino de Valecia.
La aceptación de Felipe V por los castellanos, frente a la del Archiduque por los
reinos de la Corona de Aragón, convirtió el conflicto sucesorio en una guerra
civil, en la que se enfrentarón, en relidad, dos modelos geopoliticos e internacionles:
la Europa y la España de las hegemonías, por una parte, y la Europa y la España de los
equilibrios, por otra. La batalla de Almansa es un episodio dentro de la querra, que
enfrentó, por un lado, a los aliados (Austria, Inglaterra, las Provincias Unidas de
Holanda, Portugal y otros pequeños principados), además de a los estados que componian
la antigua Corona de Aragón, y, por otro, a la Francia de Luis XIV y una buena parte
de los reinos hispánicos, tutelados por Castilla. La derrota de Almansa el 25 de
abril de 1707 de las tropas aliadas al servicio de Carlos III el Pretendiente, fué
ocsión para que Felipe V mostrara en Valencia la nueva politica absolutista y centralista:
supresión de sus fueros y privilegios, militarización de las instituciones de
gobierno, castigos colectivos extremos y persecuciones a sus oponentes. El exilio
fué la unica solución par muchos valencianos.
El reino fundado por Jaime I había dejado de existir. Con el tratado de Utrech
(1713) acabó la guerra internacional. Con la capitulación de Barcelona en 1714
el refugio de tantos valencianos, terminó la guerra civil. En 1725, la paz de Viena
entre el emperador Carlos VI, el "archiduque", y Felipe V permitió el retorno
de algunos valencianos, pero no el de los fueros, cuya memoria quedará idealizada
en el ideario colectivo.
La batalla de Almansa es una de las batallas cruciales de la historia de Europa. Es,
además, una batalla que suscita sentimientos muy dispares entre los españoles; una
victoria, para unos; la peor de las derrotas, para otros. Para los valencianos, marca
un hito en nuestra historia, un antes y un después en nuestro devenir histórico,
marcado por una dualidad que ha propiciado enfrentamientos y pactos.
En el momento en que celebrmos el III centenario de la batalla de Almansa y el
XXV anniversario de la recuperación del autogobierno, quizá sea el momento de una
reflexión serena, sin complejos, falsos maniqueismos y fraticidas luchas dialécticas
de nulo provecho. La batalla de Almansa -la gran desfeta- fué la batalla de las
grandes potencias europeas, en donde los valencianos no fuimos participes directos, pero
si que sufrimos sus consecuencias. Quizá debemos aprender de una vez por todas que
"quan el mal ve d'Almansa a tots alcança".
Texto y fotos: Folleto de la Exposición
Del 22 de marzo al 20 de mayo de 2.007
Museo de Bellas Artes de Valencia
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